¿Por qué no puede resolverse el cambio climático?

Una investigación de la Universidad de Maine revela que los aspectos evolutivos que llevaron al dominio humano ahora podrían ser obstáculos para abordar crisis ambientales como el cambio climático. La adaptación cultural, clave en la evolución, favoreció grupos más grandes y mayor explotación ambiental.

El estudio, publicado en Philosophical Transactions of the Royal Society B, explora cómo la evolución humana ha operado en términos de recursos ambientales, contribuyendo a las crisis globales. A lo largo de 100,000 años, la intensificación en el uso de recursos naturales ha generado profundos impactos ambientales.

El biólogo evolutivo Tim Waring, autor principal, destaca que la evolución cultural, más rápida que la genética, permitió la colonización global, pero las adaptaciones, como el uso de combustibles fósiles, crean problemas ambientales globales. La investigación advierte que la evolución humana podría exacerbar las crisis ambientales y dificultar la resolución de desafíos globales como el cambio climático.

Waring señala que los problemas actuales son los más difíciles que la especie ha enfrentado y que las características evolutivas humanas pueden actuar en contra de resolverlos. La evolución cultural entre grupos podría intensificar la competencia por recursos, incluso generar conflictos y retrocesos globales.

El estudio sugiere que resolver desafíos globales requiere ir en contra de las tendencias evolutivas y destaca la necesidad de una gobernanza cooperativa global. Aunque la esperanza persiste, el artículo plantea desafíos significativos y proporciona claridad sobre la complejidad de construir soluciones globales en medio de las características evolutivas humanas.