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El SaaS agota a cualquiera: La ‘fatiga de las suscripciones’ ya es un problema real para las compañías de software

Resulta difícil resistirse al plan de Nintendo Switch Online + Paquete de expansión, que por solo 3,34 € al mes –es decir, 39,99 € al año– nos permite disfrutar no solo de la opción de jugar online con nuestros amigos, sino también de más de 170 juegos clásicos y un sinfín de ventajas exclusivas. Para cualquier fan de Nintendo, es un plan que no puede faltar en su consola. Y, sin embargo, a muchos usuarios les está resultando difícil hacerle frente.

El problema es que esta suscripción se suma a muchas otras que también debemos pagar para poder disfrutar del mejor entretenimiento, nuestra música favorita, o incluso las aplicaciones de software más esenciales para nuestro trabajo. Este es el caso de herramientas como la suite de Office de Microsoft o la suite de Adobe Creative Cloud, que incluye aplicaciones de diseño fundamentales como Adobe Photoshop o Adobe Illustrator.

Un artículo de la compañía de ciberseguridad ExpressVPN presta atención a este fenómeno, que ha terminado por conocerse como la ‘fatiga de las suscripciones’. Se trata de una consecuencia de un cambio de modelo de pago adoptado por una gran cantidad de empresas tecnológicas en los últimos años. Comenzó extendiéndose en plataformas de streaming como Netflix o Spotify, y ahora ha pasado a ser la norma en la mayoría de compañías del sector.

¿Por qué las empresas optan por las suscripciones?

Desde la perspectiva de las compañías de software, el modelo de pago por suscripción –conocido en la industria como el modelo SaaS– tiene perfecto sentido porque les permite administrar sus finanzas de forma mucho más segura. En lugar de depender de compras esporádicas por parte de sus usuarios, pueden garantizar un flujo de dinero constante que les permita financiar el desarrollo de sus productos sin temor al fracaso.

Pongamos como ejemplo el Adobe Photoshop. La mayoría de los diseñadores simplemente compraba una versión del producto y continuaba trabajando con ella durante años, porque los avances de las versiones posteriores desarrolladas por Adobe eran demasiado nimios como para justificar una nueva compra. Adobe se veía obligada entonces a implementar cambios radicales en el software para tratar de atraer una nueva oleada de ventas de su producto.

En cambio, con un modelo de suscripción, el software no pertenece a los usuarios sino a la propia Adobe, que mantiene un flujo constante de ingresos para irlo evolucionando de forma más gradual. Si se producen revoluciones en el software –como la reciente implementación de IA en la suite– responden tan solo al contexto tecnológico, y no a la necesidad de la empresa de aumentar sus ventas para hacer frente a un contexto económico difícil.

Un aumento de precios desmedido

Pese a que las suscripciones tienen sentido desde la perspectiva de las empresas, el informe elaborado por ExpressVPN sugiere que los usuarios ven las cosas de otra forma. Desde su perspectiva, las suscripciones que deben pagar cada mes no dejan de acumularse. Netflix, Spotify, DAZN, Nintendo Switch Online, Twitch, YouTube Premium… Prácticamente cada software nos obliga al pago de una suscripción que no todo el mundo puede permitirse.

El problema se agrava ante la escalada de precios a la que estamos asistiendo en el sector del entretenimiento. Tanto Netflix como Disney Plus optaron por subir sus tarifas una vez más el pasado mes de octubre, en lo que ya parece una rutina anual. Algunos planes han llegado a incrementarse hasta un 27% de un año a otro, superando en más de diez veces la tasa de la inflación en la Eurozona, que actualmente ronda el 2,56%.

El peligro de la piratería

Como consecuencia de esta ‘fatiga de las suscripciones’, el informe de ExpressVPN indica que un 60% de los usuarios opta por contratar tres suscripciones o menos, mientras que el número de suscripciones más habitual es simplemente una: esta es la cantidad de suscripciones que pagan un 22% de los usuarios.

Ante la imposibilidad de hacer frente a los precios de estas cuotas, son muchos los usuarios que optan por alternativas piratas para seguir disfrutando de sus películas, deportes o videojuegos favoritos. Este resurgir de la piratería vuelve a amenazar a la industria del gaming, así que cabe preguntarse cuáles son las soluciones que propondrán las principales empresas del sector para facilitar el acceso a sus servicios de forma legal y asequible.