NUEVA YORK (AFP) — El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, volvió a la lista de las 100 personas más influyentes del mundo según la revista semanal estadounidense Time, al tiempo que los lectores eligieron a Shigeru Miyamoto, presidente de la sociedad de videojuegos Nintendo.
La redacción de Time ubicó a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, en el primer lugar entre los dirigentes políticos mientras que el ex campeón de tenis estadounidense Andre Agassi, fundador de una asociación humanitaria, ganó en la categoría «héroes y pioneros».
George W. Bush, que no figuró en la lista en 2007, se ubicó en el cuarto lugar, seguido por la aspirante presidencial demócrata Hillary Clinton, cuyo adversario en el camino a la candidatura para disputar la Casa Blanca, Barack Obama, aparece justo delante del saliente presidente ruso Vladimir Putin. El líder de Al-Qaida, Osama Bin Laden, no integra la lista.
Entre los artistas, la intérprete de la serie juvenil Hannah Montana, Miley Cyrus, logra a sus 15 años ingresar en el quinto lugar de la lista, detrás de Mariah Carey, el actor George Clooney y los realizadores Joel y Ethan Coen.
La sorpresa vino por el lado de los lectores que votaron en el sitio de la revista: casi dos millones de votos fueron para quien es considerado el «padre de los videojuegos modernos», el japonés Shigeru Miyamoto, diseñador de juegos de Nintendo.
El exitoso empresario se ubicó delante de Rain, cantante surcoreano que fue el más votado en 2007.
En palabras cortas (esto es Spanglish, un mal intento de decir: en resumen, pero no lo hagáis en casa, chicos), Shigeru Miyamoto a logrado encabezarse entre los primeros en la lista de las cien personas más destacables del mundo, lo cual, sinceramente, me alegra mucho. Lo que sí es cierto y verdad es que me alegra verlo entre los cien más influyentes, pero no me gustaría verlo el primero, por un simple y a la par sencillo motivo: ¿en qué clase de mundo viviríamos si el más influyente del mundo fuera Miyamoto? Sabemos que los juegos de Miyamoto son dignos de un genio, pero lo que no me gustaría es ver una sociedad en la que imperase el videojuego, puesto que las relaciones sociales entre personas se degradarían y, tal vez, esa degradación sea irreversible.