Esta noticia aparece en la edición digital de ABC, no es de mi autoria. Pero me ha parecido muy interesante a la vez que curiosa y me apetece compartirla.

Así reaccionan los niños de hoy ante la antigua Game Boy
«Creo que mi madre sería mejor que yo jugando a esto» o «me siento triste por la gente del pasado», señalan tras jugar al Tetris
Corría el año 1989 cuando Nintendo empezó su revolución del mundo de los videojuegos. Ese año lanzó su primer modelo de Game Boy, y aunque actualmente su consola portátil es una de las más vendidas, en aquel entonces pasó casi desapercibida, porque vendió apenas dos millones de consolas en el mercado. No sería hasta que llegara el Tetris y el apoyo de los licenciatarios que trabajaban para NES y Super Nintendo cuando se dispararan las ventas y comenzara el proceso de desarrollo imparable de las consolas portátiles que actualmente es la «Nintendo 2DS».

El canal de Youtube TheFineBros, que realiza un show «kids react», ha enfrentado a una generación actual de niños con la, lejana ya, primera Game Boy. «Yo he visto esta funda antes, es una funda para iPhone», «¿por qué no se llama Game Boy/Girl?» o «es una DS vieja», destaca uno más avispado al tener el primer contacto con la Game Boy.

Lo complicado viene cuando tienen que introducir el cartucho para jugar y encender la consola. Algunos se ponen algo nerviosos al no conseguir encontrar el botón «start», e ignorar que se encendían con la palanca «on/off». «Es bastante aburrido», apunta un niño de 8 años. «Creo que mi madre sería mejor que yo jugando a esto», reconoce otro. «Me siento triste por la gente del pasado», señala un menor. «¿Cómo podíais entreteneros con esto?», pregunta a sus entrevistadores una niña tras varios minutos jugando al Tetris.

El «timo» de las pilas
Cuando comprenden que la Game Boy solo podía ser utilizada con pilas, una chica apunta las posibles malas intenciones de la multinacional japonesa: «Creo que lo hacían a propósito, para que os gastárais todo vuestro dinero». «Tendrías que ser rico», dice otra. A los niños les soprende la gran cantidad de ventas que tuvo en su día, apenas unos pocos millones menos que la 3DS. «¿En serio? No me lo creo, si parece un trozo de plástico». «Eso ahora nunca pasaría», pronostican.

Cuando les preguntan si jugarían con la Game Boy si sus padres llegaran un día con una y un montón de juegos, la respuesta de la mayoría es contundente: «No». «Jugaría más con mi iPad después de dos días aburriéndome con esta», añade otra chica. Pero reconocen el mérito de la consola portátil: «Sin Game Boy, no habría 3DS», «Es el abuelo de todas las tecnologías actuales», sentencian.