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[Artículo] ¿Qué significará la compra de Activision Blizzard para Nintendo?

En este artículo vamos a ver realmente si puede significar algo la compra de Activision Blizzard para Nintendo

Activision Blizzard

Hoy vamos a hablar de lo que podría significar la compra de Activision Blizzard para Nintendo. Eso si, antes de dar la respuesta, vamos a poner un poco todo bajo contexto. Vamos con ello.

Si no habéis vivido en una cueva durante estas últimas semanas, os habréis enterado de la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, una operación que ha rozado los 70.000 millones de dólares (dejando muy por debajo a los 7 mil millones que pagó la propia Microsoft por ZeniMax hace no tanto), concretamente ha alcanzado la suma de 68.7 mil millones de dólares. Cierto es que hay acuerdo, pero la compra no se hará efectiva, si todo va bien para ambas partes, hasta que se acerque el año fiscal 2023 de la compañía dirigida por Satya Nadella.

Microsoft da un nuevo un golpe en la mesa

Por lo tanto, una vez que se apruebe dicha operación por los órganos regulatorios pertinentes, todo parece indicar que el resultado será favorable para Microsoft y Activision Blizzard (seguramente el mal periodo que están cruzando los de California, con los procesos judiciales que tienen abiertos por acoso sexual y discriminación y todas las consecuencias que estos han generado, sea un punto a favor para que se lleve a cabo dicha compra), los de Redmond pasarán a tener en sus filas de Xbox Game Studios a los gigantes de Activision Blizzard y todos sus estudios y todas sus licencias (Call of Duty, Diablo, Overwatch, Crash Bandicoot y muchas más).

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Batallas por liderar la industria

Así que, todas estas adiciones que mencionamos arriba suponen un gran golpe en la mesa por parte de Microsoft en una “batalla” por ver que compañía se impone en el objetivo de ofrecer el mejor catálogo y con más propuestas. Por supuesto, en esta batalla, entiéndase que no hablo de guerras de consolas ni ninguna chorrada similar, solo pretendo explicar de una forma clara la situación; hay dos contrincantes: Sony con PlayStation y Microsoft con Xbox. Aunque en Microsoft han dicho varias veces que sus competidores son otros, Amazon o Google, la realidad a día de hoy parece muy distinta.

Tranquilos, no tardaremos en llegar a Nintendo y a lo que puede significar la mencionada compra para ellos. Si bien, para la gran mayoría, PlayStation se coronó como la compañía referente en lo de hacer juegos y colocar sus consolas en las casas de los usuarios durante la generación de PS4 y Xbox One, la cosa parece estar cambiando en varios aspectos. Desde que Phil Spencer cogió el mando de la división Xbox, la compañía ha estado centrando sus esfuerzos en ser una alternativa totalmente distinta a lo conocido hasta la fecha, ya que pusieron su punto de mira en el futuro al que, al parecer, se dirige la industria.

De esta manera llegó Xbox Game Pass, un servicio que con el tiempo se ha ido haciendo más fuerte, gracias a todos los juegos de terceros agregados y todas las adquisiciones que han ido sumando títulos a su catálogo, firmando varias exclusividades y juegos disponibles en el servicio desde el día de su lanzamiento. A todo esto hay que añadirle el ecosistema Xbox, generado por sus consolas, PC y el juego en la nube. Con todo esto, la compañía de Redmond ha ido ganando más usuarios, y con las compras de Bethesda y Activision Blizzard esta propuesta se hace más atractiva y más potente.

Phil Spencer, responsable de Xbox

Sin duda, esta última adquisición ha fortalecido a Xbox y Microsoft, pero también está empezando a generar un gran temblor en la industria tal y como la conocemos. El principal “damnificado” que se nos viene a la cabeza es Sony, esta vio como al día siguiente del anuncio de Microsoft y Activision Blizzard su valor en bolsa tuvo una caída más que considerable, llegando a perder unos 20.000 millones de dólares en un solo día. Pero claro, también cabe hablar de las franquicias que en un futuro pueden dejar de llegar a las consolas de la compañía japonesa, siendo algunas de ellas sagas más que reconocidas entre los jugadores de PlayStation. Esto último habrá que verlo con el paso del tiempo y a partir de 2023.

Si eso llega a ocurrir, puede que Sony consiga reponerse de la perdida de tantas franquicias que, en su gran mayoría, siempre habían sido multiplataformas o no, lo que es innegable es que PlayStation tiene una base de usuarios muy sólida, por lo que, al menos en un futuro próximo (ya se verá cómo va la cosa en el futuro más lejano), cabe esperar que siga así mientras sigan lanzando sus “mega” exclusivos y sigan apostando por más “fondo de armario”. También habrá que ver cómo se introduce la rumoreadísima alternativa Game Pass, que parece que contará con tres niveles de suscripción, cada uno de ellos con sus respectivas “recompensas”.

Entonces, ¿qué puede significar la compra de Activision Blizzard para Nintendo?

Ahora bien, ¿en qué lugar deja todo esto a Nintendo? Como os habréis dado cuenta, apenas hemos mencionado a la gran N en este texto (algo extraño teniendo en cuenta qué es el principal reclamo de este artículo), pero es que las repercusiones que puede tener la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microosft sobre Nintendo no son tan evidentes. De hecho, puede que no exista una gran repercusión sobre la compañía de Kioto.

Es por todos sabido que entre Nintendo y Xbox existe una buena relación a día de hoy, algo que se ha traducido en la llegada de algunos títulos propiedad de Microsoft a Nintendo Switch. Entre esos juegos, podemos encontrarnos con los Ori y, desde hace poco, con Banjo-Kazooie en Nintendo Switch Online. De hecho, Banjo-Kazooie ya había llegado antes a Super Smash Bros. Ultimate. También podríamos añadir Minecraft, aunque este también está disponible en PlayStation, y en toda plataforma que se te ocurra; que es un gran éxito dentro de Switch.

Banjo-Kazooie

Todo esto indica que en Microsoft tienen a Nintendo como una compaña amiga, a la que poder ofrecer una serie de juegos adecuados para lanzar en sus plataformas, en este caso en Nintendo Switch. Por lo que, no sería muy extraño que algunos de los títulos de Activision Blizzard que salían en la consola de Nintendo sigan llegando a la mencionada plataforma. Al final, como ya sabéis, Nintendo no compite en la misma liga que Xbox o PlayStation, ellos tienen una liga aparte en la que no tienen competidores, esto a veces tiene algunas repercusiones negativas, pero por lo general el público de Nintendo lo agradece.

Recordemos que Nintendo, a diferencia de Microsoft y Sony, es una corporación más pequeña que tiene como epicentro los videojuegos y a partir de ahí surgen algunas ramificaciones, como pueden ser su parque de atracciones o, por ejemplo, la película de Mario; no como Sony o Microsoft, ya que estas abarcan muchas más industrias, teniendo como una de ellas la de los videojuegos. Esto hace que lo que pueda generar Nintendo en ingresos no se pueda comparar con lo que ganan los otros dos mencionados, evidentemente.

Super Nintendo World

La evolución de la industria

Al final, la gran N sigue siendo la misma desde hace mucho tiempo, pocos son los cambios que han introducido en su fórmula, mientras que Microsoft, o Sony en cierta medida, sigue evolucionando a un modelo mucho más de cara al futuro, priorizando su servicio y las distintas maneras de acceder a él y encontrar un amplio abanico de posibilidades. Nintendo sigue desarrollando sus títulos, que gustan al gran público, y vendiéndolos, luego todo lo demás es accesorio (Nintendo Switch Online y el juego en la nube).

Habrá que ver si el modelo actual de Nintendo sigue funcionando dentro de unos años, teniendo en cuenta el rumbo que está tomando la industria de los videojuegos. Pero vaya, a día de hoy, lo dicho, los fans agradecemos que existan todas estas compañías y que cada una tenga sus propuestas, ya que actualmente la industria se enriquece así. Todo es posible, incluido que Nintendo siga siendo igual de grande y de diferente en el futuro, y, sin duda, merecerá la pena seguir de cerca cómo evolucionará la industria en los próximos años y valorar las consecuencias que dejará.