[Artículo] Los plataformas de Mario: tradición vs. innovación
Hoy voy a hablaros de un tema que está muy presente en los videojuegos y que sempre origina cierto debate entre los jugadores y ese no es otro que la tradición vs. la innovación.
Por todos es sabido que las sagas de Nintendo si tienen tanta magia y encanto para muchos jugadores es porque mantienen esa tradición, ese estilo característico que hace únicas a sus sagas y que con su jugabilidad hacen disfrutar a grandes y pequeños por igual. Sin embargo, no son pocas las personas que también se han quejado estos últimos años de que sus grandes sagas se han quedado un poco estancadas, que apenas innovan y que necesitan hacerlo de una forma mucho más profunda para poder progresar en un mercado tan complejo, rápido y cambiante como es el de los videojuegos.
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Mientras unos (los más puristas) prefieren que las sagas clásicas se mantengan tal y como están, haciendo honor a la máxima de “si algo funciona, para que cambiarlo” (y por lo tanto prefieren que no innoven demasiado porqué temen que las sagas pierdan su esencia), otros prefieren que sus sagas vayan contínuamente innovando, porque creen que deben adaptarse a los nuevos tiempos tanto a nivel gráfico como de jugabilidad y ofrecer siempre algo nuevo al jugador.
En este sentido, me viene a la mente una cita del filósogo griego Aristóteles que decía “la virtud está en el término medio” y esa precisamente creo que es la clave de todo. La cuestión no es no innovar nada para mantener la esencia de una saga, sino hacerlo, pero de manera progresiva, de tal manera que mantenga su seña identidad, al mismo tiempo que presenta novedades interesantes para sus fans y que sientan cierta renovación en sus esquemas.
Esto a priori puede parecer algo obvio, pero si nos paramos con detenimiento a pensarlo, la verdad es que no es nada fácil conseguir encontrar ese equilbrio entre la tradición y la innovación, sobretodo teniendo en cuenta que no todos los jugadores tienen los mismos gustos ni buscan los mismo ante un mismo juego. Cada uno tiene siempre sus propias expectativas ante una nueva entrega y esas no siempre se cumplen o son fáciles de cumplir, e incluso, a veces pueden decepcionar.
Para poder exponer esta idea el ejemplo más claro que me viene a la cabeza es la saga de Mario, que es de las más conocidas de la gran N y además un ejemplo perfecto de como han sabido (en mi opinión) adaptar dicha saga a los tiempos actuales sin perder esa esencia característica de posiblemente el mayor exponente del género de plataformas en el mundo de los videojuegos. En este género hay que distinguir entre los juegos en 2D y los 3D.
En este sentido un primer paso fue introducir la subsaga “New” en 2D. Con New Super Mario Bros. para Nintendo DS (2006), New Super Mario Bros. Wii para Wii (2009), New Super Mario Bros. 2 para Nintendo 3DS (2012) y New Super Mario Bros. U para Wii U (2012). Su primera entrega para DS fue sin duda una entrada de aire fresco en una saga que reclamaba cierta innovación. Supuso un antes y un después. Introducir conceptos como ítems coleccionables en cada fase (modenas estrellas) así como una mayor facilidad en cuanto a su nivel de dificultad y un nuevo disfraz fueron posiblemente las novedades más destacables. En Nintendo apostaron por hacer que cualquier tipo de jugador independientemente de su habilidad pudiera jugar a esta nueva entrega en contraposición a sus entregas más clásicas y eso se extendió a Wii, 3DS y finalmente a Wii U. Resultó ser una fórmula que funcionaba y continúa funcionando a día de hoy, pero también es claro ejemplo de que con 4 entregas a lo largo de 6 años ha bastado para que muchos fans la vean ya demasiado explotada y lo que en un principio representaba innovación se ha convertido ya en tradición, o como muchos dicen en “más de los mismo”, en “refritos”. Es decir, que a pesar de todo, esta nueva subsaga parece haberse estancado y ya no poder ofrecer nada más que sorprenda al jugador. Los jugadores buscan algo más, algo nuevo.
Otro ejemplo de innovación dentro del género de plataformas fueron los magistrales Super Mario Galaxy (2007) y Super Mario Galaxy 2 (2010) de Wii, ambos en 3D. En esta ocasión la trama retoma los elementos clásicos que han distinguido a la serie (es decir, en la que los protagonistas intentan rescatar a la princesa del malvado Bowser a través de diversos mundos, al mismo tiempo que derrotan a múltiples enemigos que complican la travesía, además de adquirir diversos objetos útiles a lo largo de su aventura, para alcanzar así el objetivo principal); sin embargo, en esta entrega, el argumento se centra en la búsqueda galáctica que Mario y su hermano Luigi deben emprender para conseguir unos objetos llamados Superestrellas, los cuales tienen la capacidad de otorgar energía a un artefacto inmenso llamado Planetarium del Cometa, que funciona como una nave espacial, y cuyo uso es necesario para llegar hasta el lugar donde se encuentra Bowser, ya que éste tiene cautiva a la Princesa Peach. Los distintos niveles que integran el juego se conocen como galaxias; cada galaxia posee planetas pequeños, polvo estelar y demás restos cósmicos. Pero sin duda, si por algo destaca esta “nueva” saga es la gravedad que los cuerpos celestes poseen y que además proporciona la exploración total de las galaxias dentro de un contexto determinado.
En su segunda entrega, el argumento sigue la aventura que Mario realiza para derrotar al malvado Bowser en el espacio exterior, donde capturó a la Princesa Peach y tomó el control del Cosmos mediante el uso de las Superestrellas. Mario debe viajar por diversas galaxias para conseguir las Superestrellas y con ellas llegar hasta el centro del Universo y rescatar a la Princesa. El juego fue planeado originalmente como una simple continuación de Super Mario Galaxy con unas pequeñas modificaciones a su sistema de juego (dicha versión sería llamada como More Super Mario Galaxy). Sin embargo se decidió que el juego debía ser una secuela completa, pues cuando el equipo de desarrollo continuó produciendo el juego con nuevas ideas, el tiempo de desarrollo se extendió hasta dos años y medio en contraste al tiempo previsto de tan solo un año. De las modificaciones que se incluyeron se pueden nombrar al sistema dinámico de los niveles, nuevos power–ups, y más notablemente, la posibilidad de montar sobre el dinosaurio Yoshi.
Como digo, dicha nueva saga en 3D supuso, sin duda, toda una revolución en el género presentando a nivel gráfico y de jugabilidad. Un auténtico espectáculo entre los fans y no tan fans del bigotudo fontanero. En general son dos entregas que gustaron mucho y de hecho fueron aclamadas tanto por la crítica especializada como por el público. De hecho tras su lanzamiento, Super Mario Galaxy 2 concretamente ha sido calificado como uno de los mejores juegos según sitios com Metacritic y GameRankings. Es más, el juego es uno de los más vendidos de la consola Wii con 6,36 millones de copias a nivel mundial. De hecho, ya hay muchos que estan reclamando Super Mario Galaxy 3 para Wii U, aunque eso ya es otra historia. No obstante, hay jugadores que preferían más una jugabilidad clásica, pese a gustarles.
Para finalizar sólo destacar otras dos entregas más recientes dando otra nueva vuelta de tuerca al género: Super Mario 3D Land de Nintendo 3DS (2011) y Super Mario 3D World de Wii U (2013). En ambos casos se trataba de una “mezcla” por así decirlo de New Super Mario Bros y Mario Galaxy pero sin suponer la revolución y expectación que crearon ambas, sobre todo la subsaga Galaxy. Ambos juegos son de los mejores exponentes del género y los mejores juegos de plataformas de sus respectivas consolas hasta la fecha. En un entorno totalmente en 3D, en esta ocasión no se jugaba con la gravedad, pero se continuaba apostando por encontrar monedas estrella así como se introdujeron nuevos disfraces y enemigos. En concreto la entrega de 3DS jugaba mucho con la profundidad que ofrecía el efecto esteroscópico de la consola y la de Wii U nos permitía poder jugar con 5 personajes diferentes, uno de los cuales era Estela, que por primera vez era un personaje seleccionable y que ya había aparecido en la saga Galaxy. La introducción de niveles de Toad, así como el original y colorido diseño de niveles hizo de esta entrega una de las más apreciadas y querida por los fans, a pesar de que no fueron pocas las críticas por parte de los jugadores cuando se anunció, críticas que en su mayor parte quedaron disipadas ante la grandeza de un juego que ofrecía mucho más de lo que muchos esperaban, pero Nintendo siempre tiene un as bajo lo manga y muestra lo justo para intentar siempre sorprender al jugador veterano y también al más novel.
La cuestión es que son sólo tres ejemplos de “nuevas subsagas” creadas en el espacio de 7 años dentro de una saga tan clásica como los plataformas de Mario que llevan más de 25 años a sus espaldas. Algo que la mayoría agradecen, pero que sin la innovación tanto a nivel tecnológico como sobre todo de ideas, no hubiera sido posible.
Como conclusión creo, como he comentado, que la clave es un equilibrio perfecto entre la tradición y la innovación, ya que mantenerse en lo más tradicional sin apenas innovar es algo peligroso y hace que muchos jugadores se disgusten ante el immobililismo de la compañía, pero innovar demasiado también es contraproducente, porque los jugadores mas veteranos pueden sentirse defraudados ante la pérdida de esencia de sus sagas favoritas y puede hacer que ya no les interese comprarlas, y como todo, no podemos olvidar que esto es un negocio y las compañías viven de sus ventas.