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[Análisis] Big Pharma para Nintendo Switch

¿Imaginas cómo sería crear, desarrollar y convertir en líder del mercado a tu propia empresa farmacéutica? Esta es. Básicamente, la idea de Twice Circled cuando creó Big Pharma, título de gestión que llega a Nintendo Switch para tratar de divertirnos con una experiencia de este tipo. ¿Lo conseguirá? Vamos a descubrirlo.

Los duros comienzos

Desde el principio comprobaremos que no será sencillo abrirnos paso en Big Pharma. Y es que debemos aprender una buena cantidad de procesos, así como el funcionamiento de diferentes máquinas, para comprender por qué un medicamento tiene éxito y por qué otro puede llevarnos a la ruina.

La premisa sobre la mesa es clara: formamos una compañía (básicamente elegimos su nombre y el personaje que nos representa como dirigentes de la misma) y tratamos de hacerla llegar a lo más alto. ¿Cómo haremos esto? Pues creando fármacos con las materias básicas de las que disponemos, contratando a investigadores que trabajen por descubrir nuevas y mejores materias, invirtiendo en maquinaria…etc.

Todo ello debemos llevarlo bajo un estricto control, desde el número de ingredientes que tengamos en investigación hasta la densidad de cada uno de ellos en todos los procesos. Y es que de esta densidad va a depender que, por ejemplo, un medicamente pensado para curar la angina de pecho termine siendo una pastilla que provoque náuseas y haga que nuestro negocio se colme de pérdidas.

Pero, ¿cómo controlamos todo esto? De primeras contamos con un Tutorial con diferentes fases que nos enseñará a ejecutar todo lo importante dentro de Big Pharma. Eso sí, es un Tutorial largo, con una gran cantidad de textos (en español) que pueden hacer el arranque bastante tedioso para muchos jugadores que quieran ir al grano.

Además, esta gran cantidad de textos tienen un tamaño bastante reducido, que puede dificultar su lectura, sobre todo en modo portátil. Si a esto le sumamos que se trata de textos técnicos y que toda la información es necesaria para poder comprender Big Pharma y avanzar en sus misiones, haciendo que obviar algunos de ellos no sea una opción, puede terminar por desesperar a más de uno.

Prestando atención a todo (y si no nos importa que nos suba media dioptría en el camino) podremos acabar dominando los procesos, pero hasta entonces, es más que probable que no resulte divertido para todos.

Póngame un medicamente bueno, bonito y barato

Una vez que pasamos el denso Tutorial tendremos un buen número de niveles que nos proponen una amplia cantidad de retos. Estos van desde una fase más Principiante hasta un Desbloqueo Completo, pasando por niveles avanzados y otras situaciones donde nos proponen comenzar con una deuda alta. Y es que en Big Pharma también podremos gestionar una serie de créditos cuando las cosas vayan mal. Eso sí, no olvidemos tenerlos en cuenta a la hora de crecer en el desarrollo de nuestros medicamentos. Por lo general, se trata de eso, fases con una serie de objetivos a cumplir.

Si estáis pensando en un juego de gestión al estilo de Two Point Hospital, debéis ir cambiando de idea. Big Pharma propone una gestión de farmacia pura, sin toques de humor ni situaciones disparatadas. Aunque pueda tener puntos surrealistas, sobre todo a la hora de los ingredientes que podemos investigar, lo cierto es que todo es bastante serio: inversión en espacio, máquinas para reducir o aumentar la densidad de nuestra materia, dar lugar a medicamentos que curen nuevas afecciones… y siempre pendientes de nuestra cuenta monetaria.

Gráficamente mantiene una estética de dibujado cartoon, sin ningún tipo de alarde y buscando lo más práctico para representar los elementos que necesitamos. Como dije antes, la gran cantidad de textos con un tamaño bastante reducido, dificulta su lectura y hace que tengamos que parar a descansar de la lectura cada cierto tiempo.

En el aspecto sonoro tampoco destaca por nada. Efectos y sonidos simplemente correctos y una narradora (en inglés) que podremos activar o desactivar a nuestro gusto.  Esta voz solamente nos avisará de determinados eventos, como por ejemplo, cuando hayamos creado un nuevo medicamento o cuando la competencia haya avanzado en algún punto.

Los secretos de la gestión farmacéutica

Jugablemente, Big Pharma se plantea como uno de esos títulos que se sienten propios de un PC, con un puntero que manejamos con nuestro joystick y unas opciones que debemos intercalar con los botones y que no siempre están bien resueltas. Es más que probable acabar hechos un lío a veces buscando la parte de investigación o la de fabricación, por ejemplo. Sin ser mala su jugabilidad, se llega a sentir que falta cierto control para mejorar la experiencia.

Sin embargo, hay que reconocer el mérito de hacer de la gestión farmacéutica una experiencia de juego correcta y que llega a ser desafiante si le dedicamos tiempo. Y es que Big Pharma presenta numerosos retos que no son para nada sencillos, por lo que presenta una buena cantidad de horas si queremos completarlos todos.

Conclusiones

Big Pharma hace de la gestión farmacéutica una experiencia de juego correcta, capaz de plantear retos interesantes si el jugador logra superar un arranque bastante tedioso y pasa por encima una gran cantidad de textos que se hacen difíciles de ver por su tamaño. Si tenéis paciencia y queréis una gestión pura que os acerque a una industria como la farmacéutica, puede resultaros una buena opción. Si buscáis una diversión más rápida y directa, hay otros juegos de gestión más interesantes que este. Big Pharma ya está disponible en la eShop de Nintendo Switch por 29,99 € y necesitaréis un total de 329 MB de memoria en vuestra consola.

6.5

[Análisis] Big Pharma para Nintendo Switch

Puntuación Nintenderos: Buen juego

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Sabe hacer una experiencia jugable correcta del mundo farmacéutico.
  • Es desafiante, con numerosos retos para los más pacientes.
Flojea en:
  • Un tutorial e inicio bastante tediosos, que puede desesperar a un buen número de jugadores.
  • Los textos, además de abundantes, tienen un tamaño muy reducido que los hace difíciles de leer, sobre todo en modo portátil.