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[Artículo] ¿De verdad son los gráficos algo importante en un videojuego?

Estos días navegando por las redes me encuentro con multitud de críticas hacia Xenoblade Chronicles: Definitive Edition, pero si te paras a leer esos comentarios, realmente muy pocos hablan del juego en sí, la gran mayoría se quedan sólo en su superficie. En sus gráficos y su resolución dinámica, que tanta polémica ha generado. Es por esto que quiero compartir esta humilde reflexión con todos vosotros, para intentar responder a la famosa pregunta: ¿de verdad son los gráficos algo importante en un videojuego?

El videojuego como arte

Primero tenemos que entender lo que es un videojuego, y las partes que lo conforman. Hay dos clases de artes: por un lado están las primigenias, que conforman la base de lo que entendemos como arte. Siendo este la máxima expresión del ser humano en la tierra, la forma que tenemos de dar forma a nuestras ideas, ya sea mediante la escritura, la imagen, el dibujo… Después, en el otro lado de la balanza están las artes que se forman a base de otras anteriores, los videojuegos claramente entran dentro de esta categoría. Un videojuego tiene escritura, dibujo, música, arquitectura… Es una gran amalgama de factores que lo convierten en una de las mejores formas de comunicar. Creo que es de aquí de dónde nace esa gran confusión en torno a los gráficos. 

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El videojuego conforma una serie de características únicas y primigenias de los artes clásicos, pero también otorga su propio añadido: la jugabilidad. Mientras una película nos muestra una historia, un videojuego nos hace partícipes de ella. Una película o un libro comienza y termina, nos cuenta lo que ha venido a contarnos y se acaba, sin que nosotros como espectadores podamos interactuar. Pero el videojuego nos hace parte de su historia y nos hace el eje central de la historia. Esta condición que hace únicos a los videojuegos, convierte a la jugabilidad en el apartado más importante de este arte. La mayor prueba de esto es que un videojuego con una historia mala, o regulera, puede ser igual de disfrutable simplemente por su jugabilidad. 

Aclarado que la jugabilidad es el factor más importante de estas obras, toca enfocarnos en el apartado gráfico. Aquí tenemos que diferenciar dos apartados: el artístico y el técnico. El primero de ellos es el que engloba todo el arte de un videojuego, los diseños de sus personajes, su mundo, la paleta de colores, las formas de las cosas, los monstruos… Mientras que el segundo se centra en la parte puramente del rendimiento, lo que hoy en día está tan de moda sobretodo a raíz del boom de los PC gaming, la resolución y los frames por segundo. Dos factores que para muchos, parecen decisivos a la hora de valorar o criticar una obra. Caer en esta concepción del videojuego me parece un profundo error, evidentemente que cuanta más resolución tengamos y sobretodo más frames por segundo mejor, pero nunca podemos hacer que estos aspectos puntúen más alto que otros como la jugabilidad, la historia o el arte. 

El cambio de paradigma de Nintendo

Si vemos la trayectoria que Nintendo empezó con Wii, observamos un claro cambio de tendencia. Nintendo dejó de apostar por la potencia gráfica tras el fracaso económico de GameCube y decidió hacer la guerra por su cuenta, creando nuevas formas de jugar. Este camino lo continuó la malograda Wii U y la actual Nintendo Switch. Esto nos indica el camino de Nintendo, ellos hace tiempo que dejaron de apostar por tecnologías punteras, no es de recibo esperar eso cuando compramos una consola de Nintendo, ya que los de Kioto buscan otro enfoque. 

Llegados a este punto, ¿es criticable la resolución de obras como Xenoblade? Sí, es criticable, siempre y cuando se haga con respeto. Y es cierto que en especial en modo portátil la resolución del juego por momentos es ciertamente baja (para los estándares de hoy día). Pero una cosa es que sea cuestionable y otra muy distinta es dejarse llevar por ello. Xenoblade Chronicles es uno de los grandes del género de rol japonés de los últimos años, y ese estatus lo defiende gracias a su jugabilidad, su historia, su mundo… Pero nunca hizo alardes de músculo técnico. 

Hay que ser consecuentes con lo que es el videojuego y con lo que uno compra, los juegos nacieron para divertir, para entretener, esa es su esencia primigenia. Por mucho que los gráficos evolucionen no podemos perder ese foco, no quiero acabar dentro de veinte años jugando a películas interactivas. Quiero seguir disfrutando de nuevas mecánicas y de otras más clásicas, quiero seguir jugando a videojuegos

Sea como fuere, me gustaría que dejaseis vuestras propias reflexiones en los comentarios. Y que respondáis vosotros también a la pregunta, ¿de verdad son los gráficos algo importante en un videojuego?