Historia y jugabilidad

de Blob 2 apareció por primera vez en 2011, pero aún se mantiene bien dentro del género de plataformas 3D siete años después. Parte de esto tiene que ver con el gameplay del juego, que te hace rodar como el Blob principal y encontrar tinta de color para absorber su cuerpo. Luego reintroduces estos colores en un mundo en blanco y negro bajo el control de un dictador malvado. Muchos juegos han incluido una mecánica similar basada en el color, pero de Blob 2 lo logra con competencia y un cierto grado de creatividad. Los desafíos que enfrenta son, en principio, simples pero complejos al maniobrar. Debéis pensar en qué color debe ser y cuánta pintura necesita al mismo tiempo que evita las fuentes de agua que pueden borrar su color por completo, sin mencionar de tratar con los enemigos de tinta negra y las trampas que pueden causar un daño significativo.

Cada nivel es un mundo abierto considerable con un hilo de misión principal que lo atraviesa. Un límite de tiempo para completar la misión principal agrega un grado de tensión y también alienta al jugador a explorar, ya que colorear bloques enteros de edificios o romper cajas puede generarle minutos adicionales en el reloj. Cuando el tiempo se acaba, podéis aprovechar el sistema de objetivos competente del juego para pisotear rápidamente a una franja de enemigos. Le da al juego una agradable mezcla de saltos difíciles y movimientos extraños que nunca deja de ser satisfactorio de ejecutar.

También ayuda que el juego permita que las características se cuelen lo suficiente como para mantener las cosas interesantes sin ser abrumadoras. En comparación con muchos contemporáneos de plataformas, ninguna de las características adicionales interfiere con el ciclo de juego básico de una manera frustrante. Los potenciadores van desde la invencibilidad temporizada y la munición ilimitada hasta beneficios más creativos, como la regeneración de los niveles de pintura y una detonación cronometrada que convierte brevemente a Blob en un agujero negro.

Los enemigos vienen en forma de un ejército de tinta negra, y también llegan con un espectro creativo de diseños. Cada tipo tiene un nivel diferente de protección y métodos de derrota, lo que significa que no podéis correr a toda velocidad todo el tiempo. La mayoría de los momentos de frustración en el juego provienen de olvidarse de reducir la velocidad y planear pacientemente las cosas, lo que es un testimonio de lo divertido que puede pasar el zoom por el mapa.

Al final de cada nivel, podéis optar por dejar o aspirar los desafíos y objetos de colección restantes sin la presión de un límite de tiempo, lo que alivia parte de la frustración de perseguir las diversas baratijas del juego. Los desafíos posteriores a la misión están perfectamente bien, aunque quizás podría haber habido un destello de creatividad entre los niveles aquí. Casi todas las etapas te hacen liberar ciudadanos atrapados, rejuvenecer árboles, romper cajas y pintar carteles publicitarios. Todas estas actividades son lo suficientemente divertidas, pero las etapas finales se vuelven un poco tediosas, especialmente cuando los mundos de los escenarios se hacen más grandes y más complicados de navegar.

También podéis obtener clasificaciones en cada etapa basándose principalmente en la cantidad que recolecta en el camino, lo que es una buena razón para regresar más tarde. Desafortunadamente, una vez que hayáis completado una etapa y haya pasado a otra, os encontraréis nuevamente al comienzo de cualquier nivel al que regreséis. El generoso sistema de actualización del juego alivia un poco la frustración; suponiendo que hayáis recogido suficientes objetos de colección de inspiración en el camino, habrá un mejorado Blob hasta el punto en que los primeros niveles serán muy fáciles de superar.

Multijugador

El juego tiene un componente multijugador local pequeño pero perfectamente decente que permitiría fácilmente que los padres jueguen junto con los niños. Un modo semi-competitivo pone dos Blobs en un mapa con una serie de desafíos no diferentes a los encontrados en la campaña principal; pueden trabajar juntos, pero finalmente el Blob con la puntuación más alta gana el juego. El aspecto más interesante es el cooperativo disponible en la campaña. Un segundo controlador puede caer durante un nivel y esencialmente proporcionar soporte aéreo gracias a una punto flotante en la pantalla. El segundo jugador puede golpear a los malos, agarrar objetos y romper cajas con solo pasar el visor sobre ellos y presionar “A”, aunque también deben golpear las fuentes de pintura para mantener su munición llena. El juego se vuelve sorprendentemente intenso hacia el tercio final, aunque nunca de manera frustrante. Aún así, es útil tener un hombre de ala a bordo para eliminar a algunos de los enemigos más frustrantes en el camino. La única queja leve aquí es que el punto del segundo jugador es increíblemente pequeño. Si jugáis en modo cooperativo con los niños, puede ser mejor dejarlos controlar el Blob grande mientras el adulto entrecierra los ojos para elegir a los tipos de enemigos más complejos.

Gráficos y sonido

El diseño audiovisual de este juego es perfecto para el tono y realmente lo eleva por encima de títulos similares de la década anterior. Esto se debe en gran medida a cómo se vincula con el juego. Mientras se desplaza en áreas sin pintar, la paleta está apagada y estéril y la música tiene un tono minimalista sombrío. Una vez que Blob ha atravesado y liberado a los lugareños con salpicaduras vibrantes de pintura en sus edificios, la música toma ritmo y los espacios abiertos del juego adquieren su propio color, así como brotar flores de colores y animales lindos.

La banda sonora se adapta de manera muy inteligente y sutil, ya que Blob a menudo patina entre espacios monocromáticos y tecnicolores al pasar de A a B, y es una alegría escuchar su abundante combinación de jazz ligero, funk y salsa. No muchos juegos de plataformas en 3D como este pueden escapar de la necesidad de incluir un elenco completo de personajes profundamente irritantes, pero incluso aquí de Blob esquiva una bala. Los amigos de nuestro héroe están lejos de ser personajes complejos, pero son encantadoramente tontos a su manera, y sus tonos de voz parlanchines son demasiado sutiles para volverse irritantes. Si bien la historia es demasiado simplista para ser memorable, incluso las escenas entre niveles son agradables. Normalmente implican un incidente chistoso con los malos que presentan los próximos desafíos. Es casi exactamente como ver a los Minions, así que si podéis tolerar a los pequeños muchachos amarillos no deberías tener problemas con los Inkies en de Blob.

Sin embargo, de Blob no escapa ileso. El bloqueo rápido de nuestro héroe es satisfactorio en la mayoría de las secuencias, pero a veces es difícil apuntar a objetos mientras está en el aire, que es una configuración de rompecabezas común en las secciones de plataformas 2D de otro modo bien diseñadas del juego. La dificultad del juego es tambaleante también. Hay brechas excepcionalmente largas entre los puntos de control, y aunque el juego es quizás un poco demasiado fácil, también es muy fácil golpear accidentalmente la superficie equivocada y obtener rápidamente un juego terminado, enviándote a una distancia considerable que parece un castigo demasiado grande para un pequeño error. Aún así, el único aspecto de los juegos de plataformas en 3D que normalmente tiene a uno arrancándose el pelo es tratar de discutir con la cámara; Afortunadamente, de Blob 2 tiene un control suave y rara vez arrebata ese control del jugador, lo que significa que podéis resolver tu próximo movimiento sin pelear el juego en sí.

Conclusión

Por supuesto, todo esto es esencialmente una revisión de un juego de 2011. Un juego como de Blob 2, con sus texturas simples y franjas brillantes de colores básicos, no se beneficia demasiado de una actualización gráfica. Os encontraréis con un juego muy fresco con una gran jugabilidad, pero que al momento de tener una larga sesión del juego sentiréis que es demasiado repetitivo. El juego está disponible en formato digital, a través de la eShop de Switch, pesa 3,2 GB y cuesta 29,99€.