[Análisis] Mana Spark
Mana Spark, desarrollado por BEHEMUTT y Kishimoto Studios, es un título roguelike, con una dificultad al estilo Dark Souls y un estilo gráfico Pixel Art, donde tendremos que derrotar al mal, ayudando a nuestra caravana y salvando a los que podamos en el camino.
Desembarcando en Nintendo Switch el 22 de diciembre de 2018, nos llega un título sin traducción al castellano. Aunque tenemos confirmación por parte de la desarrolladora de que, en el futuro parche, introducirán el castellano entre otros elementos. Esto puede hacer el título más atractivo para cierto sector del público.
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Historia y Jugabilidad
La historia que nos presenta Mana Spark es meramente situacional, es decir, nos colocará en un mundo con gente especial, en este caso nuestro primer personaje, donde suelen ser usados o matados. Nos adentraremos en un bosque para descubrir el misterio de su interior, ya que hemos escapado de nuestro trágico destino y encontrado un tipo que nos ayudará y formará un grupo de caravana, a los que podemos ayudar y ellos ayudarnos a nosotros.
La jugabilidad es el punto fuerte de Mana Spark. No solo moriremos un centenar de veces, sino que su estilo simplificado no se traduce en pobre. Con nuestro primer personaje, el arquero, tendremos que eliminar a nuestros enemigos. Al llegar a cierto punto de la aventura, rescataremos a la ballestera, que atacará mucho más rápido, aunque su daño es mucho menor que el del arquero, y, por último, nos toparemos con el guerrero, con gran daño, pero solo cuerpo a cuerpo, lo cual hace que sea todo un reto jugar con él.
En nuestra base, que podremos ir mejorando con runas, podemos cambiar de personaje antes de salir de expedición o tener una comida activa, entre otras cosas que iremos desbloqueando. Los mapas se generan aleatoriamente, aunque no suelen ser demasiado grandes, ya que al principio serán 4 salas y como mucho tendremos 9 salas a explorar más adelante. Aprenderemos a usar el terreno en nuestro favor para matar a nuestros enemigos de formas muy originales.
Además de apuntar y disparar, algo a lo que tardaremos algo de tiempo en acostumbrarnos al usar el joystick derecho de los mandos de Nintendo Switch, tendremos a nuestra disposición distintas habilidades activas, las cuales las iremos desbloqueando con monedas en las salas seguras que nos vayamos encontrando, y que en el campamento podremos mejorar. La partida se hace aún más interesante con las habilidades pasivas que encontraremos en los mapas, como disparo múltiple, más vida, armas envenenadas, etc. Dichas habilidades podremos hacerlas permanentes en los altares de sacrificio.
Cabe destacar que los enemigos no tendrán piedad con nosotros, y más cuando nos damos cuenta de que colaborarán entre ellos para acabar con nosotros. Desde luego Mana Spark no es un juego donde salir corriendo sin pensar, ya que a la mínima nos destrozarán. Por desgracia, los jefes, una vez los repites muchas veces, llegarán a ser un paseo que nos recompensará con runas, pero tener que volver a empezar todo, una vez mueres, se vuelve muy repetitivo e innecesario.
Gráficos y sonido
Gráficamente el juego cumple con su función de imitar un videojuego de los años 80 con su pixel art, pero la verdad es que nos ha encantado. Tiene un gameplay fluido y ligero donde no hemos notado caídas de fotogramas ni parones que nos estropeen la diversión, sin embargo, lo peor, sin duda, han sido sus pantallas de carga, donde unos 15 segundos se nos harán eternos si queremos solamente jugar una partida rápida.
El sonido, aunque agradable para el oído, es bastante limitado en variedad. Los efectos de sonido, como los ataques de nuestras flechas, así como el sonido de las bestias, son correctos. Poco más que añadir, ya que sin duda no será una de estas BSO que pasen a la posteridad, como ocurre en Moonlighter, y se quedará solo en una anécdota más.
Conclusión
Mana Spark es un juego recomendado para los amantes de los roguelike y el pixel art. Dependiendo de nuestra habilidad, el juego tiene una duración aproximada de 10 a 15 horas. En Nintendo Switch tiene además una dificultad añadida, el tener que estar apuntando con precisión de relojero con el joystick derecho, pero una vez hemos muerto un número suficiente de veces, le empezamos a coger el truco.
Aunque solo esté en inglés y se haya confirmado que se va a introducir el castellano, es un título con poco texto. Es fácil de entender y de jugar. Lo mejor es su dificultad y el nivel de adicción que nos producirá al querer llegar hasta al final después de morir a manos de los enemigos tantas veces.
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