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[Análisis] Lost in Harmony

[Análisis] Lost in Harmony

La música es uno de esos aspectos que siempre nos han acompañado en los videojuegos desde el principio. Solo necesitas preguntarle a alguien por la calle una composición de un juego y muy probablemente tarareen a Tetris o a Super Mario. Lost in Harmony dedica todo su gameplay en la música, así que poneos unos cascos, relajaos y acompañadme en este viaje musical.

Unos cuantos aficionados a la música crearon DigixArt Studio, la pequeña desarrolladora francesa detrás de este juego musical. Aunque su único estreno en la industria ha sido Lost in Harmony, llevan un tiempo trabajando en Memories Retold, un juego ambientado en la primera guerra mundial que se estrenará justo el día del aniversario de este acontecimiento.

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Historias de un musical

Su éxito en móviles y PC les ha llevado a traer la historia musical de Keito y Aya y M.I.R.A.I. de Lost in Harmony a Nintendo Switch. La primera de estas historias es la de una pareja en la que ella está gravemente enferma y Keito, a través de sus sueños, imagina como sería una vida con ella plenamente saludable. M.I.R.A.I. protagoniza una segunda campaña en la huida de un robot en busca de conocer a nuevas formas de vida.

Ambas historias tienen personalidad propia, pero se centran en un tema: la contaminación. En la primera nos comunicaremos con Aya a través de mensajería móvil para conocer su estado de salud y se usan canciones conocidas como podría ser la cucaracha, pero todas ellas han sido versionadas a una época más futurista. El robot, por otro lado, recibe correos electrónicos de su creador, su enemigo y de la tierra, conociendo simultáneamente tres historias interrelacionadas. En cuanto a las canciones, M.I.R.A.I. utiliza música electrónica y más rápida rítmicamente.

Velocidad táctil

Lost in Harmony no es el típico juego rítmico en el que debemos apretar los botones en el momento exacto, sino que combina estos elementos con los de un endless run. La fusión de estos géneros crea un potente e innovador juego que consigue mezclar ambas mecánicas, aunque acostumbrarse a ellas es cosa de mucho trabajo. Aunque fusionadas, en un mismo nivel hay partes en las que nos tendremos que centrar en la parte de esquivar objetos y otras en la pulsación rítmica y otras en ambas a la vez.

Su jugabilidad se basa en la de saltar y esquivar en las fases de correr, mientras que en la rítmica deberemos aprendernos las posiciones de los botones en Switch para apretar en el momento justo. Como Lost in Harmony está basado en un juego para móviles, también podremos jugarlo usando la pantalla táctil, aunque la respuesta de la pantalla en las fases rítmicas deja un poco que desear, es recomendable si se nos hace algo difícil apretar los botones. Una alta precisión, la recolección de los polvos estelares junto a unos orbes y no recibir daño sumarán el 100% de la canción, hecho que podría alargar las 2 horas de duración si quisiéramos completar solo las dos historias.

No obstante, las historias no acaban cuando lo aparentan, ya que si vamos consiguiendo los orbes y completando la endiablada dificultad difícil, se irán desbloquando nuevos episodios con nuevas músicas.

Coherencia visual y sonora

DigixArt Studio nos ha conseguido sorprender por la coherencia que hay entre la historia y como la representan, reviviendo experiencias como la de escapar de un oso en un bosque. Aún así, sentimos que hay algunas canciones que no cuadran con su ubicación por el simple hecho de que ya son conocidas y provoca una perdida de personalidad en el juego.

Sorprende también la capacidad que han tenido al mezclar distintas canciones, ya que en un mismo nivel podríamos escuchar hasta tres canciones de diferente duración, un decisión muy sabia, porque nadie en su sano juicio aguantaría más de 1 minuto escuchando la cucaracha por muy versionada que esté. El ritmo jugable, por otro lado, viene dado por los obstáculos encontrados y no tanto por nuestro ritmo en los dedos.

Además, la animación de los personajes está muy bien lograda por la expresividad y movimiento que le han dado a Keito, Aya y M.I.R.A.I.. Por si fuera poco, los personajes principales son personalizables a nuestro gusto para darles nuestro toque personal, aunque la vestimenta no influya en la jugabilidad. Aunque el trabajo realizado en ellos es muy bueno, es en los fondos prediseñados donde pierde calidad el dibujo de Lost in Harmony, con objetos y enemigos con hasta dos frames para animarlos y un fondo que chirría respecto la calidad de los personajes.

Se agradecen los 60 frames por segundo que alcanza el juego tanto en modo portátil como en modo sobremesa, ya que la velocidad de reacción puede suponer la diferencia entre un 100% y un 99,95%. Además, la calidad gráfica no se resiente en ninguno de los dos modos, sin apenas notar diferencia entre ambos.

Afinando la Switch

La música suele otorgar mucha personalidad al juego al que pertenece. Lost in Harmony carece de canciones propias y, por lo tanto, carece de identidad. Aún así, el trabajo sonoro realizado es muy bueno y el visual tiene mucha coherencia con la historia explicada, creando así un endless run musical que innova a la par que complica su jugabilidad. Lost in Harmony ya está disponible en la eShop de Nintendo Switch totalmente en castellano por 6,99€ y un tamaño de descarga de 728,76 MB.

6.5

[Análisis] Lost in Harmony

Puntuación Nintenderos: Buen juego

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Buena mezcla sonora.
  • Animación de los protagonistas.
Flojea en:
  • Falta de identidad sonora.
  • Imprecisión en la pantalla táctil.
  • Historia insulsa.
  • Fondos y obstáculos de calidad muy baja.


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