[Análisis] A Hole New World
Cuando hablamos del género Metroidvania, es innegable que pasen en nuestra mente títulos indie de excelente calidad como Shovel Knight o Cave Story; proyectos en los cuales se trataban de dar un paso más allá del puro plataformeo. El juego que vengo a analizaros hoy es a día de hoy, uno de los más entretenidos que he tenido el gusto de probar en esta casa. Se trata de A Hole New World un proyecto indie la mar de ambicioso que viene a pisar fuerte en la tienda virtual de la Nintendo Switch.
Tabla de contenidos:
Mad Gears Game: un estudio prometedor
Este proyecto viene a manos de la desarrolladora Mad Gears Games, un estudio de Cádiz (España) que trató de financiarlo en Kickstarter desde 2015. La acogida fue tal, que decidieron sacar el título hace un año en PC a través de Steam y en la tienda virtual de Xbox y Play Station. Desde el 1 de marzo, ya lo podemos adquirir en la eShop de nuestra Nintendo Switch.
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Una mecánica hecha por el mismísimo diablo
Este título ha bebido mucho de sagas Metroidvania como Mega Man o Ghouls `N Ghost, en las cuales un personaje con poderes superiores al resto es elegido para poner fin al caos que acontece en la humanidad. A Hole New World presenta un argumento para tratar de justificar una mecánica de juego un tanto peculiar. La diosa de Versee fruto de la gran maldad que acontece en el territorio, ha quedado expuesta a total vulnerabilidad separando el bien y el mal dejando tras sí varias gemas que componen el resto de su poder. Ante esto, nuestro archienemigo Lord Badukk tratará de aprovecharse y levantar caos en la humanidad. Para poder salvar el mundo, nos pondremos en la piel de Potion Master ayudados de los poderes mágicos de su inseparable “navy”. Algo que quizá no me ha agradado del argumento es la poca profundidad psicológica que muestran los personajes. Realmente no encuentro una motivación clara del protagonista que empuje a combatir el mal.
Hasta aquí, parece un título que no parece dejar diferente a muchos, pero si os digo que vais a alternar entre un mundo y otro que se diferencian ni más ni menos que una inversión de los controles, sabréis que es un juego endiabladamente divertido. Es bastante difícil desde mi punto de vista, pero dan ganas de volver y volver a intentarlo. Me viene a la mente al pensar en esta mecánica en el título VVVVV con ese cambio constante de gravedad. La propuesta en este caso es similar, el mundo del bien viene a tener unas mecánicas de juegos estándar, pero cuando caemos al vacío, en vez de perder una vida como ocurren en género de plataformas, los controles se invierten y cuesta habituarse al principio, especialmente al sortear obstáculos, pero ahí está sin duda la gracia del juego, en combinar ambos mundos. Pero ahí no queda la cosa: los enemigos no son para nada moco de pavo, las vamos a pasar canutas y constantemente fracasaremos hasta dar con la clave para derrotarlos. Por eso, es un juego que se aprende a través de ensayo y error.
Apartado técnico y sonoro muy cuidado
En cuanto a la composición sonora, me ha parecido más que adecuada para la envergadura del proyecto, Además, el juego ofrece la posibilidad de escoger para un mismo tema, una opción que viene a ser la propia música adaptada a los gráficos del juego y por otro, tenemos el mismo pero más elaborado ya adaptado a las exigencias de Switch. En ambos casos, no os defraudará.
Valorando el apartado técnico, este título se adapta bastante bien en modo sobremesa desde un mando pro, y no he notado bajadas de frames. El rendimiento al ser un juego poco exigente, presenta una buena fluidez en la consola pese a ser porteado de un juego de PC. Los controles presentan una interfaz intuitiva: básicamente “B” para saltar y “A” para lanzar bombas, sin capacidad de límite.
El hecho de jugar a este título, me hizo pensar que tendría una duración propia de las plataformas de la SNES y nada sorprendido. El juego presenta un total de 6 mundos que podréis terminar en aproximadamente en 10 horas. Sin embargo, su dificultad será el factor que os frenará constantemente e incluso en muchos casos podría ser motivo de abandonar el juego. Por esa razón, recomiendo jugar a este título a aquellos que estéis más familiarizados con este tipo de género, aunque las mecánicas como vamos a ver, se acoplan bastante rápido al jugador inexperto.
¿Metroidvania? Más bien plataformas y un poco de exploración
Me ha llamado la atención que pese a ser catalogado en muchos sitios como Metroidvania, presentan detalles que lo asemejan a las plataformas, ya que la historia es completamente lineal y la exploración se coloca en un segundo plano. Digo esto, porque a diferencia del Metroid o Castlevania, por poner a los juegos que más identifican este género, siempre podemos volver a cualquier punto del juego, en cambio, aquí, una vez pasemos de mundo, no podemos volver al anterior. Sin embargo, la dificultad que presenta el juego nos va a obligar a recolectar las gemas que se encuentran escondidas por cada nivel, ya que, si conseguimos todas las de cada fase, podremos adquirir una vida extra en el juego. El problema viene a ser lo que acabo de mencionar antes y es que, si no hemos recolectado todas las gemas de la fase anterior, será imposible volver otra vez y en consecuencia, habremos perdido una vida extra que en este juego es un elemento casi imprescindible. Esta necesidad que nos vamos a ver obligados a explorar (al no ser que queráis pasároslo sin vidas) es lo que mantiene a este título en el género metroidvania. Y por si fuera poco, el juego no nos proporciona esa información.
Todo un reto para los más veteranos
En conclusión, A Hole: New World es un título muy llamativo para todos aquellos que busquéis retos en los videojuegos plataformeros y estéis cansados de títulos que ofrecen una dificultad sencilla. Pese a esto, no vais a encontrar argumento de buena profundidad. Hecho en falta además, una ruptura con la pura linealidad que ofrece al jugador. Aun así, es un juego que mantiene persistente al usuario y a los amantes del género lo encontréis bastante atractivo. Podéis encontrarlo en la eShop de Switch desde el 1 de marzo a 10€.