[Análisis] Romancing SaGa 2

De la mano de Square Enix, nos llega un título con más de dos décadas renovado para Nintendo Switch. Se trata de un RPG clásico con una mezcla de roguelike donde la organización de nuestro equipo y las decisiones van a ser varios de los factores clave para tener éxito en el juego.

Una mirada al pasado

Este juego fue lanzado en la época de los 90, con los 16 bits de la Super Nintendo, compitiendo con grandes sagas como Secret of Mana, Dragon Quest, Chrono Trigger y Final Fantasy entre otras. Sin embargo, este título no lo pudimos disfrutar en Occidente, ya que no salió de Japón, pero eso no fue un impedimento para llegar a la envidiable cifra de 1.490.000 copias vendidas.

Actualmente podemos disfrutar de este título en todas las consolas. La versión de Switch esta adaptada perfectamente a la pantalla táctil con un rendimiento bastante fluido y se hace cómodo jugar en modo portátil. Aunque bajo mi experiencia de uso, he notado joysticks en ocasiones bailan un poco, y esto es frustrante cuando tratas de sortear enemigos, y por ello la mejor manera de jugarlo es del mismo modo que se jugaba en antaño: con la botonera de la cruceta.

En cuanto al apartado gráfico, la estética del juego me ha recordado mucho al Sword of Mana de Game Boy Advance y a Final Fantasy 6 de SNES. Éstos muestran unos gráficos que por aquel entonces estaban genial, pero hoy en día se ha quedado bastante pobres y habría venido genial para Switch una remasterización del juego adaptada a su motor gráfico.

Un título alejado de lo convencional

La jugabilidad es un factor determinante a la hora de adquirir el título. Debemos de tener en cuenta que es un RPG que a día de hoy sigue teniendo unas peculiaridades que lo hace distinto del resto de sus competidores, y es que como he dicho al principio, la organización de tu equipo es lo que te hará ganar los combates: vas a tener que escoger bien las armas, equipación y la colocación de cada uno de ellos. Sin embargo, no existe un equipo que os hará ganar todos los combates: cada criatura presenta sus propios puntos fuertes y débiles. Algunos serán débiles a golpes de espada y a otros, ni les afectarán.

Por otro lado, si piensas que en este juego vas a tener que subir de nivel para derrotar a tus enemigos estás muy equivocado. Los personajes conforme vayan ganando batallas, aumentarán su HP (Puntos de Habilidad) y esto hará que mejore su destreza en combate, ya sea cuerpo a cuerpo o con magia y aquí es donde surge los roles que irán adquiriendo nuestros personajes. Por otro lado, los enemigos conforme vas aumentando tu rango, ellos también lo harán y si logran derrotar a tu personaje principal varias veces, éste morirá permanentemente y pasarás a manejar a su heredero con algunas características de su antecesor. Los personajes acompañantes también morirán, aunque estos pueden ser reemplazados. Por ello, un consejo que os puedo dar y me ha venido bien es que os hagáis con un equipo muy versátil, donde cada personaje tenga una característica única y constantemente guardéis la partida, ya que al ser derrotados, volveréis al último punto salvado. Pero ya os adelanto que si os encariñáis con un personaje, lo vais a pasar mal. Esto es un juego de ir adquiriendo y desechando guerreros.

¿Largo? Depende

El juego presenta una duración aproximada de en torno a las 50 horas con un gran mapeado acompasado de una libertad propia de los roguelike, donde las decisiones toman un punto decisivo en la trama; aunque cuanto más alarguéis el juego peor, ya que como ya os he dicho, a medida que os hagáis más fuertes, los enemigos exponencialmente, también.

Así pues, esta nueva entrega se puede exprimir mucho más que la clásica, y es que presenta una cantidad de novedades bastante interesantes como New Game + , el cual podremos transmitir una serie de características de los personajes a una nueva partida, por ejemplo, aquéllos que hayan fallecido a lo largo de la historia se nos dará la oportunidad de volver a combatir con ellos. Además de explorar una nueva mazmorra que a muchos os supondrá un enorme reto.

En esencia, Romancing SaGa 2 casa correctamente la unión de un RPG clásico con el estilo con el estilo roguelike. Al empezar el juego, noté que iba a ser puramente un RPG clásico como los grande de Square de aquel entonces y la verdad es que al final dista bastante del catálogo que ofrecía la compañía por aquel entonces en cuanto al estilo de juego ya que la historia no va ser tan lineal como estamos acostumbrados a ver en este género. El juego va a tratar principalmente de eso, ir adquiriendo habilidades que nos han sido otorgadas de previos protagonistas que han sido derrotados en los combates, así pues, el nuevo heredero irá acumulando nuevas habilidades hasta hacer frente a los villanos del juego, del cual por razones obvias no voy a matizar, sin embargo, no es una propuesta en la que el argumento prima la linealidad.

En conclusión, esta saga me ha gustado en algunos aspectos como el sistema de Puntos de Habilidad, ya que es un sistema más rápido que el de experiencia, además de la gran cantidad de roles que pueden adquirir nuestros personajes. Por otro lado, la alta dificultad de los enemigos sumado a la falta de concreción de un argumento claro, os dará grandes quebraderos de cabeza. Por tanto, a mi humilde juicio, creo que Romancing SaGa 2 está hecho para el jugador veterano de los RPGs y no para el jugador casual.