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[Análisis] The Elder Scrolls V: Skyrim

[Análisis] The Elder Scrolls V: Skyrim

El apoyo que está recibiendo Nintendo Switch en cuanto a compañías third party está siendo inaudito. No es algo que envidien las plataformas de otras compañías, pero si sería la envidia de la Nintendo de Wii U.

Podríamos decir que Bethesda ha sido la compañía que más ha apostado en esta ocasión por la nueva consola de Nintendo. Ha traído en los primeros 8 meses de vida de la consola nada menos que dos grandes títulos, Doom y el que nos ocupa hoy, The Elder Scrolls V: Skyrim, con un Wolfenstein 2 en el horizonte con cada vez mejor pinta.

La declaración de intenciones de Bethesda con Switch se remonta a lo momento de su presentación, donde Skyrim fue el juego estrella third party que comenzó el apoyo a la consola.

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Ahora llega el momento de cumplir con lo prometido, de llevar ese proyecto con una pinta fantástica a la realidad y tener, por primera vez en la historia, un juego como Skyrim en formato portátil.

Os contamos si ha cumplido nuestras expectativas el nuevo gran juego de mundo abierto para Nintendo Switch.

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Dragones sobrevuelan lo imposible

Si bien no hemos tenido ningún juego de la saga The Elder Scrolls en una plataforma de Nintendo, no lo necesitaremos para enterarnos de toda la historia que transcurre en Skyrim.

Todo ocurre en la provincia de nombre homónimo, Skyrim, donde nuestro protagonista va de camino a cumplir una sentencia de muerte ante los ojos del pueblo de Helgen. Pero tranquilos, el juego no acaba tan rápido.

Justo antes de ser juzgado, un dragón arrasa con la ciudad y nuestro protagonista escapa. Tras ello, da comienzo la aventura de Skyrim, una llena de monstruos y peligros, y un enorme viaje para detener al dragón Alduin, que al parecer puede destruir el mundo.

Esta es la historia que nos plantea Skyrim, que como veis esta un poco trillada y tampoco incorpora elementos especiales o diferenciales, si no que se centra en hacer bien lo que propone: contar una historia medieval de dimensiones gigantescas y meternos de lleno en un mundo tan fantástico como real.

Fuego, hielo y sangre

Desde el comienzo del juego se nos inculca la idea de que no estamos ante un título “bonito”, en cuestiones éticas. La sangre es la tónica habitual, y las muertes desagradables están a la orden del día.

Esto choca y mucho con lo que hemos encontrado en Nintendo hasta ahora, pero no os asustéis; la vida es dura.

La potencia de Switch demostró ya, con un increíble The Legend Of Zelda: Breath Of The Wild, que puede con los juegos de mundo abierto, aunque el aspecto artístico de este último hacia que los requisitos necesarios no fueran tan altos, además de tener una gran labor de optimización detrás por parte de Nintendo.

Ahora, juegos de corte realista y mundo abierto como L.A. Noire y Skyrim llegan a la consola, creados por desarrolladoras third party que tienen que demostrar que ellas también saben crear juegos potentes gráficamente en esta consola híbrida.

Hace unos años vimos una demostración técnica de Epic Games en iPhone, llamada Epic Citadel, que impresiosó a todos con un apartado gráfico realista y que costaba creer que corriera en un teléfono inteligente.

Las primeras versiones de Skyrim llegaron en esa época, y es inevitable ahora no comparar ambos “juegos”, aunque este título para Switch es un proyecto mucho más grande.

La temática medieval hace que la mayor parte del entorno sean montañas, flora y rocas, incluso los pueblos están hechos de piedra. Esto ha hecho que el motor de iluminación y la representación de estos elementos sea la clave para el buen aspecto del juego.

No debemos olvidar que estamos ante un título que está corriendo en una consola portátil, aunque pueda usarse como sobremesa. Para que funcione el juego a un framerate estable, que lo es, se ha “recortado” de la distancia de dibujado, aunque se ha hecho algo similar a Breath Of The Wild: los elementos más alejados se cargan con una resolución menor, sobre todo en modo portátil.

Esto nos hace tener una sensación de que elementos del fondo se pixelan, pero no es algo que haga demasiado daño a la vista, sobre todo si prestamos atención a los elementos que tenemos cerca y que lucen de forma estupenda.

El motor de iluminación se encarga de generar luces y sombras de todos los elementos. Estas últimas tienen una calidad bastante baja haciendo que se difuminen en la superficie sombreada.

La calidad de la texturización de elementos es variable, pero suele estar a un nivel alto en rocas, paredes o maderas. Quizá donde más se han notado que pasan los años es en el modelado de los personajes y enemigos, así como en sus animaciones, demasiado robóticas para los tiempos que corren.

A pesar de esto, el movimiento de banderas o las ramas de los árboles ayudan a que la ambientación sea fantástica, y nos meta de lleno en este peligroso pero bello mundo.

Al contrario que en PC, no tendremos posibilidad de elegir ninguna de las opciones gráficas disponibles, más allá de la opacidad del HUD durante la aventura.

Los menús están adaptados, que no optimizados, a la consola, y son perfectamente visibles tanto en modo portátil como sobremesa, sin el ya clásico problema de juegos no adaptados que hacen difícil ver algunas letras por ser demasiado pequeñas (salvo algún caso muy particular).

El sonido del juego se complementa perfectamente con un apartado gráfico estupendo, metiéndonos en situación en cada escena gracias a la enorme cantidad de efectos sonoros, así como a una banda sonora ejemplar y que ya es ha sido reconocida por su calidad tanto dentro como fuera del mundo del videojuego.

Como veis, tras un buen trabajo hecho con Doom por parte de Bethesda, también se ha cumplido con Skyrim en Switch, trayendo a la consola un port bastante adaptado que hace que el juego se vea y funcione estupendamente.

La espada que salvará el mundo

Al contrario que ha ocurrido con Doom, Bethesda ha optado por aprovechar las capacidades jugables de Nintendo Switch, principalmente los sensores movimientos de los Joy-Con.

En Skyrim controlaremos a un único personaje en primera persona, y meteremos al juego dentro del género aventura y acción RPG de mundo abierto.

Esto es en su sentido más amplio, y es que el mundo abierto y la capacidad de recolección de objetos, así como el sistema de combate hacen que el componente RPG sea muy alto.

Nos moveremos por el mundo con el stick izquierdo de los Joy-Con, mientras que la cámara la moveremos con el derecho. A partir de aquí empieza el festival de controles que nos ha preparado Bethesda.

Podremos configurar el juego para que únicamente se controle con botones, de forma tradicional, pero está pensado para jugarse con los Joy-Con separados, tal y como se juega a Super Mario Odyssey.

Podremos equipar a nuestro personaje con dos armas, una por cada brazo, y golpearemos con los botones ZL y ZR respectivamente, pero estas acciones también podrán hacerse mediante los sensores de movimiento golpeando con los mandos. Lamentablemente estas acciones no están del todo perfeccionadas y es mucho más cómodo pulsar los botones.

Donde sí hemos notado diferencia en el buen sentido es al utilizar arcos y armas de disparo. Estas se manejarán usando el control por movimiento de una forma similar al arco de Link en The Legend Of Zelda, o al apuntado fino de Resident Evil Revelations. No es tan rápido, pero si preciso. Vendría de perlas un ajuste de velocidad de movimiento para el jugador.

Por lo demás, los cuatro botones X, Y, A y B nos llevan a otras acciones como saltos, interactuar o mens, muchos menús. Hablamos de un juego con un sistema estadístico de personaje muy completo. Un personaje que sube de nivel, aprende técnicas de combate tanto cuerpo a cuerpo como mágicas o de asalto.

Se utiliza la magia que aporta la vibración de alta definición, especialmente en algunos minijuegos como a la hora de abrir puertas con ganzúas, de una forma calcada a la del minijuego presente en 1-2-Switch, aunque en esta ocasión nos da la sensación de que estamos usando una herramienta para algo más importante. Un punto genial en esta versión del juego.

Tendremos una buena dosis de grandes misiones secundarias que tendrán sus recompensas, y que animarán al jugador a seguir explorando la enorme región de Skyrim. No es un título de corta duración, y aunque esta varíe mucho dependiendo de cómo juguemos, podremos estar tranquilamente 60 o 70 horas bien entretenidos derrotando monstruos y otros enemigos.

Como extra, podremos obtener la ropa de Link de Breath of the Wild, la Espada Maestra y el Escudo Hyliano, usando los amiibo de la saga The Legend of Zelda o mediante una misión especial.

Cumpliendo promesas

Y aquí tenemos, en Switch, otro gran título third party que se ha adaptado a la consola para que alcance a un rango más amplio de público, esta vez, orientado a jugadores más adultos.

The Elder Scrolls V: Skyrim es un juego crudo, con escenas violentas, con sangre y con elementos realistas. Gráficamente tenemos que achacarle lo mismo que al resto de versiones del juego: animaciones un tanto anticuadas y robóticas.

La jugabilidad también se ha adaptado a la consola, y aunque los controles por movimiento no funcionen del todo bien a la hora de golpear, los Joy-Con hacen verdadera magia con la vibración HD y el sistema de apuntado.

El funcionamiento en modo portátil es tan bueno como en el televisor, y correr un mundo abierto tan bien recreado en Switch es digno de alabar.

Esperamos que en el futuro se atrevan con ports de juegos más actuales, y si no jugasteis en su momento a esta épica aventura, os recomendamos su adquisición en Nintendo Switch.

https://youtu.be/yV__Lnp6jhY

8.7

[Análisis] The Elder Scrolls V: Skyrim

Puntuación Nintenderos: Muy recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Un port, no excelente, pero si muy bueno, de uno de los juegos de mundo abierto más queridos de la historia.
  • Funcionamiento perfecto en formato TV y portátil.
  • Cientos de horas de diversión en la palma de tu mano.
Flojea en:
  • Los controles por movimiento no funcionan del todo bien, aunque el apuntado es bastante útil.
  • Las animaciones de los personajes desentonan bastante con el resto del apartado gráfico.


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