Análisis Análisis Switch Nintendo Switch

[Análisis] Perception

[Análisis] Perception

El terror es una de mis mayores debilidades, y creo que la de mucha gente. Y no sólo hablo de videojuegos, también me ocurre lo mismo en cine y en literatura. Las historias de terror son quizás las más accesibles a la hora de empatizar con sus personajes, de meternos de lleno en la narrativa y de removernos algo en el interior que nos acompañará parte de nuestra vida. Al menos si está bien realizado.

Por eso me encanta que Nintendo Switch esté recibiendo títulos del género. Juegos atractivos para un público que aprecia este tipo de intensas experiencias. Tuvimos Don’t Knock Twice, The Count Lucanor y vamos a tener en breve Resident Evil. Pero por el momento podéis acercaros a Perception, un título original e interesante que hasta hace bien poco era exclusivo de PC.

Si creéis que en materia de terror en primera persona ya no se podía hacer nada nuevo, os aconsejo que os quedéis a leer este análisis. Quizás os llevéis alguna sorpresa.

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Los mismo pero diferente

Tras sufrir repetidas veces una muy realista pesadilla relacionada con una casa, un matrimonio y un terrible incendio, Cassie decide acercarse a la casa en busca de respuestas. Allí, tendremos que ponernos en su piel para descubrir lo ocurrido y la relación que tenemos con aquella casa.

Cuando hablamos de juegos independientes de terror nos es imposible evitar pensar en un estereotipo de obras que han regido el panorama de este género en los últimos años; los juegos de exploración y recolección en primera persona. Desde Slender Man hasta el recién llegado a Nintendo Switch, Don’t Knock Twice, muchos juegos de terror han intentado que sintamos en primera persona lo que sienten los personajes.

Perception busca el mismo objetivo pero lo hace de una forma original e interesante. Al ponernos en el papel de una mujer invidente el título limita todo lo que podemos ver de modo que el nivel de empatía o identificación con el personaje principal es realmente elevado. El sistema es sencillo; no vemos absolutamente nada, a excepción de lo que produce algún ruido. Así que pulsando ZR iremos generando sonidos con el fin de orientarnos.

Gracias a una especie de sistema de ecolocalización podemos orientarnos y buscar objetos. En cuanto a las notas, dibujos y cosas por el estilo que nos ayudan a seguir la historia tendremos que leerlas mediante el móvil que posee la protagonista. Entre el dictado del móvil y los recuerdos que vamos encontrando toda la narración está dictada. Eso sí en inglés, así que si no lo entiendes tendrás que leer los subtítulos. De esta forma The Deep End Games hace algo original con una fórmula que funciona a la perfección.

Pero hay que tener en cuenta que independientemente de la originalidad de la forma, el contenido del juego es plenamente conservador. El objetivo final es recolectar 3 objetos distintos para hacer lo que hemos ido a hacer en la casa y salir con vida de allí. Pero obviamente, para poner las cosas más interesantes tendremos que huir de la “presencia“, una especie de monstruo del que sólo podremos escondernos.

Muchos sustos pero poca exploración

A pesar de que es más original y tiene una historia más interesante que Don’t Knock Twice, acaba por tropezar en el mismo apartado; la exploración. Aunque el objetivo principal del título se basa en la exploración, no tenemos que esforzarnos nada por encontrar lo necesario.

En general, tal y como pasaba en el título de Wales Interactive el escenario nos indica de forma muy clara hacia dónde tenemos que dirigirnos. Y cuando esto no se produce, tan sólo tenemos que pulsar el botón ZL para que, gracias a un supuesto sexto sentido, el juego nos indique hacia dónde tenemos que ir. Así que nuestra libertad se producirá, casi en exclusiva, cuando tengamos que encontrar un lugar en el que ocultarnos de la “presencia”.

Dificultad para todos los gustos

Algo muy positivo que nos ofrece el título es la posibilidad de escoger entre tres niveles de dificultad muy bien diferenciados en función de nuestras preferencias.

  • Modo Historia: En el modo historia podemos disfrutar en exclusiva de la narrativa del videojuego. La presencia no nos atacará aunque sí que nos asustará en algunos momentos. En este modo no podemos morir así que sólo queda disfrutar de la experiencia. Es quizás más parecido a una película interactiva que considero que puede ser atractivo para los jugadores de Realidad Virtual o para los que no son muy amantes del género.
  • Modo Siniestro: Aquí tendremos algo más de dificultad. La “presencia” será ofensiva y cuando hagamos demasiado ruido, vendrá a buscarnos. En ese momento tendremos que escondernos rápidamente hasta que la “presencia” se canse de buscarnos. El Modo de dificultad Siniestro nos permite, si morimos, retomar el progreso del juego sin ninguna penalización
  • Modo De Miedo: Y aquí tenemos el modo de los más valiente y experimentados del género. No sólo la presencia es mucho más agresiva y sensible a los ruidos que hagamos, sino que además la muerte que nos provoca es permanente.

Como podéis ver, los diferentes modos ofrecen un disfrute de la narración y la experiencia distinta. Aunque en el modo fácil el título se convierte en un Walking Simulator, nos permite centrarnos en la historia. Mientras que en el modo extremo a penas tendremos tiempo de pensar en lo que está pasando a nuestro alrededor, porque estaremos demasiado ocupados encontrando algún lugar en el que escondernos.

Hay que tener en cuenta que la posibilidad de escoger entre tres modos de dificultad es algo que se incluyó en las versiones de consola. Antes tan sólo se podía escoger el Siniestro. Así que para aquellos puristas que quieran vivir el título en la primera versión en la que fue concebido, tened en cuenta que tenéis que escoger la dificultad Siniestro.

Gráficos y sonido

Por lo que hace al aspecto gráfico, el título os dejará completamente fríos. Pero es comprensible teniendo en cuenta que casi todo lo que veremos en el juego son siluetas y líneas que remiten a objetos de la realidad. Dado que nos ponemos en el papel de una chica invidente, el aspecto visual no es importante pero lo poco que se puede percibir denota falta de cuidado. Quizás por eran conscientes de lo poca importancia.

En cambio el sonido y los efectos son perfectos. Lo son porque a diferencia de los visual, lo auditivo toma un papel esencial en el género de terror y especialmente en este título. Es el sonido el que nos ayuda a localizarnos y por esa razón está muy bien recreado el sonido del bastón contra los diferentes objetos de la casa. Además es un aspecto esencial para que vivamos el terror real.

Por eso es imprescindible que juguéis con el sonido activado y con auriculares preferiblemente.

Conclusión

Recuperando la comparación que hemos hecho con Don’t Knock Twice, Perception es un título que acaba por ser siempre un poquito mejor en prácticamente todo. Pero no demasiado. Perception es un poco más largo, pero sigue siendo corto. Perception tiene una historia más compleja. Pero sigue siendo algo simple, muy condicionada por su corta duración. Y así podríamos seguir con casi todas sus características.

Aun así, como Don’t Knock Twice es un título que vale la pena, porque no supone un gasto excesivo y nos proporcionará algunas horas de intenso gameplay. En este caso esa experiencia será más interesante por la originalidad de la propuesta, nunca vista antes y en principio impensable en un videojuego pero que encaja y funciona a la perfección.

El juego lo podéis encontrar en la eShop de Nintendo Switch por 13,99€. El espacio libre que debemos tener en Nintendo Switch para descargar el juego es de 6,9 GB.

https://youtu.be/UVlrBPg0JlA

6.7

[Análisis] Perception

Puntuación Nintenderos: Buen juego

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Propuesta muy interesante y especialmente original.
  • Diferentes modos de juego que se adaptan a la experiencia que estamos buscando.
  • Muy bien ambientado gracias al sonido.
Flojea en:
  • Demasiado corto y aspecto visual poco cuidado.
  • Es tan lineal que en ocasiones tienes la sensación de estar viendo una película.