[Videoartículo] Nintendo y el hype
El hype, o las expectativas demasiado elevadas, afecta a toda la industria del videojuego y ni siquiera Nintendo se libra. Parecía que el E3 2016 iba a pasar sin pena ni gloria para la compañía japonesa, pero, con un treehouse y un tráiler de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, sembró el hype absoluto en todos los espectadores. Nintenderos o no, la posibilidad de afrontar una nueva aventura encarnando a Link para salvar al Hyrule más extenso jamás conocido genera una ilusión sin par.
La Gran N tiene algo especial, tanto en la forma de construir sus universos jugables como en la ilusión que suscita cada título, en especial si pertenece a una de las franquicias ya consagradas como lo son Pokémon, The Legend of Zelda o Super Mario. La opción de vivir una nueva experiencia como sus protagonistas hace que, por ejemplo, se perdonen los retrasos del próximo Zelda. Y si no, se tienen menos en cuenta.
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Sin embargo, no siempre es necesario que la víctima del hype sea una obra creada por Nintendo. La llegada de Wii ilusionó a propios y extraños por las puertas que abría el hardware en cuanto a inmersión se refiere. Adaptar las mecánicas y controles del Wiimote para que blandir una espada fuera tan real como en la vida misma, tanto como disparar apuntando a la pantalla o practicar deporte golpeando con un periférico que hace las veces de raqueta.
Y con ella llegó Red Steel. El título de Ubisoft pretendía poner en juego, nunca mejor dicho, algunos elementos anteriormente citados para mejorar la experiencia jugable y demostrar el potencial de Wii. Por supuesto, se esperaba que impulsara las ventas de la consola hasta límites insospechados, en parte gracias al hype generado y también por ser un título a la altura de lo esperado. Pero no fue así, por muchas unidades que vendiera el hardware. La detección del movimiento no era óptima, lo que sumado a unas mecánicas simples convirtió a un título decente en una víctima, denostado hasta el día de hoy y considerado como una obra decepcionante. Casi todas las críticas terminaron con un sutil «esperábamos algo más».
Es así como funciona el hype. Una suerte de Virus-T al más puro estilo Resident Evil que se propaga gracias a las filtraciones y las expectativas generadas por prensa, desarrolladoras, publicidad y gran parte de YouTube. Sin ser un mal título, que incluso contó con una segunda parte para Wii, Red Steel apuntó tan alto que el golpe fue brutal.
El proceso tiende a repetirse. Un jugador, emocionado ante la salida de un videojuego que ha llamado su atención, decide comprarlo de salida por todo lo que ha leído y visto sobre él. Una vez instalado, sufre al comprobar por sí mismo que tanto él como su recién comprado título son víctimas del hype. No obstante, volverá a caer en la trampa en el próximo lanzamiento que le intrigue, pues es un círculo vicioso del que solo un escarmiento terrible puede liberarnos. Por ejemplo, que al desembolso económico se le una la falta de interés por la compañía, que no cumple con lo prometido con parches posteriores o que directamente ni siquiera corrige los errores que lo han hecho perecer.
Por supuesto, este fenómeno se incrementa sin límite si se trata de una saga consolidada como Pokémon. Cada cierto tiempo, normalmente entre uno y tres años dependiendo de si se trata de un remake o una nueva generación, recibe más ediciones. Las redes se incendian con cada Pokémon nuevo, para criticarlo o adorarlo, pero ninguno acaba ignorado. Lo que no se revela de forma oficial acaba filtrado, por lo que, cuando llega el momento de jugar, ya se conocen los Pokémon, la trama, quién es el rival o el equipo malvado, etc. Todo ello deriva en jugadores hastiados antes de tocar el cartucho, que ya no experimentan las mismas sensaciones al empezar su viaje porque lo han terminado antes de escoger inicial.
A tan solo 7 meses de su lanzamiento, nadie sabe qué será NX. Es cierto que se han filtrado algunos bocetos, lo que ha fomentado más si cabe el hype en torno al nuevo sistema, pero no hay nada oficial. De este modo, parece complicado que Nintendo tenga que responder a unas expectativas que no ha generado o alimentado, puesto que aunque diera detalles pronto el impacto será menor que tras un año de esperanzas fundamentadas en algún que otro dato.
Pero nada es lo que parece. Incluso sin filtrar nada tiene muchas papeletas para ser víctima de sí misma. Básicamente porque Nintendo depende de que NX salga bien para poder reafirmarse en el terreno de las consolas. Del éxito o fracaso del proyecto depende el futuro de la compañía, al menos en cuanto a qué recursos destina al juego en consolas y cuáles a los de móvil. Abandonar casi por completo a Wii U, que ha sufrido una sequía importante pese a contar con juegos de excelso nivel, ha provocado que muchos plausibles compradores duden si arriesgarse con NX. Así, un jugador dubitativo es mucho más sensible a las críticas y como el nuevo hardware decepcione, Nintendo puede pagar tanto el descuido con Wii U como el secretismo con NX.
En definitiva, el hype es un peligro cada vez más real para todos los componentes de la industria y en particular para la Nintendo que viene, observada con lupa en cada movimiento. Que Breath of the Wild, un posible Super Mario 3D, un Pokémon en NX y un largo etcétera de títulos cumplan marcará el futuro de la Gran N.
Y vosotros, ¿soléis ser víctimas del hype? A continuación tenéis el vídeo del autor de estas líneas en el que se profundiza más en el problema que supone para muchos videojuegos y se aportan ejemplos de varias compañías y consolas:
https://www.youtube.com/watch?v=uhrGi0zenDc