[Análisis] ‘The Legend Of Legacy’
El JRPG sigue asentándose como el género más sólido de 3DS. La portátil de Nintendo ofrece aventuras maravillosas como Bravely Default o este The Legend Of Legacy, heredero espiritual de SaGa. Avalon, una misteriosa isla con un halo de divinidad, nos espera en un título muy recomendable para los amantes del género.
Tabla de contenidos:
La historia de Avalon
La isla de Avalon apareció de la nada y en nuestro periplo por este vasto mundo nos enfrentaremos a misterios como la leyenda de la Star Graal, que otorga la inmortalidad a todo aquel que beba de esta suerte de Santo Grial. Para desentrañar los misterios de The Legend Of Legacy encarnaremos a Liber, Meurs, Owen, Bianca, Garnet, Eloise o Filmia, cada uno con sus virtudes y defectos en combate.
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Con esta breve introducción es fácil apreciar que no es una historia profunda. Desde luego el título cuenta con una trama larga, pero ni muchos menos se erige como la más interesante de su género, ni siquiera de 3DS. Los personajes, faltos de expresividad y personalidad, no marcarán un hito ni mucho menos. Y si la historia cojea en un JRPG que encima está completamente en inglés, los jugadores de habla hispana tendrán complicado disfrutar al máximo de la experiencia.
Renovar la esencia del género
Sin embargo, su buena jugabilidad (con matices), interesante sistema de combates y ese aire noventero que tan bien sienta a un JRPG, solucionan la lacra narrativa.
En The Legend Of Legacy no se recorre un mapamundi a escala, sino que cada localización es un pequeño mapa que debemos completar. Si recorremos los mapas de cabo a rabo obtendremos recompensas, por lo que el título incentiva la exploración.
En nuestra ansia por recorrer el mapeado y abrir todos los cofres posibles, nos encontraremos con infinidad de enemigos. Las batallas por turnos de este juego no son aleatorias, puesto que se puede ver venir la sombra del enemigo, aunque no se sabe qué tipo de enemigo ni la cantidad. De este modo, mantiene la emoción sin resultar cansino.
Los duelos en The Legend Of Legacy basan su premisa en dos aspectos fundamentales: los elementos y las formaciones de combate. Los primeros son el agua, el fuego, el viento y la sombra, aumentando el poder de los ataques según cuál predomine en cada zona. Dependiendo del tipo de enemigo y el potencial ofensivo o defensivo de nuestro equipo, deberemos optar por una formación acorde.
El tema de las formaciones es tan innovador como desarrollado a medias. No ofrece la experiencia estratégica que debería y los combates terminan dependiendo más de nuestras labores de grindeo que de otra cosa.
En líneas generales es un buen sistema de combate que recoge la esencia del género en su vertiente noventera. Y eso, como sabrán los jugadores más acérrimos, es todo un halago para un juego con hasta 70 horas jugables.
Un desafío a la altura
Las primeras horas de juego pueden hacer pensar que estamos ante un título anecdótico. Nada más lejos de la realidad, tal y como se ve conforme avanza la historia. La dificultad de The Legend Of Legacy se incrementa con el paso del tiempo y obliga a grindear incluso más de lo habitual en un JRPG.
Si los primeros enemigos se debilitan sin problemas, cada paso en la trama deriva en nuevos y poderosos rivales. La mejora de nuestros personajes es fundamental, pero el título no ayuda demasiado.
Se mejoran habilidades concretas (salud, ataque…) según se usen o no en combate, lo que puede derivar en que a veces se mejore un aspecto que hemos utilizado en un momento puntual pero que no necesitamos. Y eso, preparándonos para un jefe final, puede llevarnos a la desesperación y a más horas de entrenamiento.
Belleza gráfica y sonora
Si por algo llama la atención The Legend Of Legacy es por sus gráficos y su banda sonora. Estos recuerdan en cierto modo a Bravely Default, aunque las diferencias entre ambos títulos son notorias. Initium, la única aldea del juego, cuenta con una ambientación medieval potenciada por unos gráficos storybook.
El título de FuRyu es capaz de solventar incluso su mayor defecto visual: el popping. Consiste en que aparezcan elementos del escenario de repente según se va avanzando por él, muy habitual en generaciones pasadas con menos capacidad pero idóneo para este juego.
Sin embargo, como si de una obra indie se tratara, hace de su defecto una virtud para dar la impresión de que estamos leyendo un cuento con relieve, mensaje que se potencia con su estética de dibujo y el relato fantástico que cuenta. El uso del 3D incrementa más si cabe el efecto desplegable del paisaje de Avalon.
Los personajes responden a la estética chibi, sin demasiada expresividad pero que se adapta genial a las posibilidades gráficas de la portátil. Su falta de personalidad en la historia casa con la ausencia de expresividad, algo que lastra la belleza y variedad que sí hay en las ambientaciones.
La banda sonora de Masashi Hamauzo responde a los cánones clásicos del género, con piezas relajantes para recorrer Avalon y otras mucho más animadas para los combates. No es la mejor obra del compositor japonés, pero sí bastante destacable. Los efectos de sonido y la voz que narra la historia cumplen con su cometido, pero tampoco aportan nada nuevo.
Conclusiones
Esta historia de cuento proporciona horas y horas de diversión al más puro estilo JRPG. Recupera parte de la esencia del género, que vivió su etapa dorada en la década de los 90. Sin embargo, no puede lidiar de tú a tú con títulos similares como la saga Bravely, referente en la portátil de Nintendo.
Su apuesta por innovar en cuanto a aspectos jugables se refiere (pese a ciertos fallos), su estética y la cantidad de horas que hay que invertir en él, lo convierten en un título casi imprescindible para aquellos amantes del género que posean una 3DS y dominen el inglés. Y es que, si la lengua de Shakespeare no es tu fuerte, tampoco lo será la historia de The Legend Of Legacy.
En definitiva, si te gustan los JRPG es un título que debes probar, siendo uno de los mejores de la portátil y que te ofrecerá una buena experiencia. Ármate de valor, grindea como si no hubiera mañana y descubre los misterios de Avalon.