Una persona que se preocupa de lo que piensen los demás de los juegos que le divierten no puede ser un adulto en ningún sentido, esa actitud es mas propia de un niño “que quiere hacerse el mayor”.
Da igual que juegue un crossover entre Doom y Mortal Kombat en el pueblo de Resident Evil 4 mientras pasan los coches de Carmageddon llenos de putas del GTA o un juego protagonizado por los Trolls del tesoro.