El dicho popular, ya se sabe, aconseja que «si algo funciona, es mejor no tocarlo», pero en Nintendo han hecho oídos sordos y preparan el lanzamiento en España de la DSi, la evolución de la consola DS y DS Lite. No le hace falta para dominar el mercado: de las fábricas de la compañía que creó a Mario ya han salido más de 100 millones de consolas, más del doble de las consolas PSP, su único rival, que Sony ha conseguido vender hasta el momento.

Nintendo acapara casi el 70% del mercado de los videojuegos portátiles, el género que la misma compañía creó hace 20 años con la Game Boy. A esa primera consola le hicieron falta más de 10 años para alcanzar la cifra de los 100 millones de unidades. A su descendiente, sólo cuatro. Gracias a su doble pantalla táctil y sus juegos orientados a un público mucho más amplio que el jugador tradicional de consolas, como ‘Brain Training’ y ‘Nintendogs’, Nintendo ha conseguido acelerar las ventas de la máquina y transformar la experiencia de juego.

NUEVA. El próximo 3 de abril llegará su sustituta. La DSi se presenta como una actualización de la gama DS (la tercera), pero es casi una consola nueva. Mantiene la compatibilidad con los juegos de DS e incluye dos pantallas, una de ellas táctil, como su antecesora. Las pantallas, sin embargo, son de mayor tamaño -3,2 pulgadas en lugar de tres pulgadas-. Nintendo también ha mejorado la calidad de los altavoces, el brillo y ha instalado dos cámaras de 0,3 megapíxeles y una grabadora de sonido con las que se podrá mejorar la experiencia de juego y entretenerse con nuevas funciones. Desde la compañía aseguran que no se trata de una competencia a las cámaras de fotos digitales ya que su resolución es muy baja, pero que abrirá las puertas a nuevos títulos capaces de aprovechar y mezclar la imagen real con la de los videojuegos.

No todo son buenas noticias. La DSi, que costará 170 euros, no tendrá ranura para juegos de Game Boy Advance, perdiendo la retrocompatibilidad y la posibilidad de conectar algunos accesorios de juegos de DS, como ‘Guitar Hero On Tour’. La batería se ha reducido ligeramente y la consola tiene código regional, lo que impedirá jugar a títulos comprados en otros continentes.

La DSi vendrá preparada para descargar contenido de la Red, un método de distribución que ya tiene un peso importante en las consolas de salón y al que la DS permanecía ajena. Los usuarios podrán comprar puntos para adquirir minijuegos o aplicaciones ‘on line’ en una tienda específicamente diseñada para ello. Los precios varían según la calidad o tamaño del título y se ofrecerán algunas aplicaciones gratuitas. El navegador web, por ejemplo, será una de las primeras aplicaciones disponibles sin coste alguno en la tienda ‘on line’ de Nintendo.

MEMORIA. La consola podrá mostrar en el nuevo menú hasta 40 títulos diferentes que se almacenarán en una memoria interna de 256 MB. No es mucho espacio, pero la nueva portátil de Nintendo también incluye una ranura de tarjetas de memoria SD para expandir su capacidad. Utilizando varias tarjetas se puede tener un amplio catálogo de aplicaciones, juegos o contenido multimedia. En las tarjetas se pueden guardar las fotografías tomadas con las cámaras y también música. La DSi, sin embargo, no reproduce MP3, sólo archivos de audio AAC. Un programa de tratamiento de sonido permite filtrar la música, añadir la voz del usuario y modificar los ritmos y tonos de las canciones.

Al igual que en las dos primeras versiones de DS, la DSi incorpora una conexión WiFi que en este caso, además de abrir la posibilidad al juego en red, servirá también para descargar actualizaciones del sistema operativo de la consola, una característica que ya estaba presente en la PSP pero que Nintendo sólo ofrecía en su consola de salón.

La nueva DSi no acabará con la anterior versión. La Lite, un 18% más gruesa, seguirá a la venta a su actual precio y Nintendo no ha confirmado ninguna fecha para su retiro. En Japón, donde la DSi debutó el pasado mes de octubre, la compañía ha conseguido vender ya más de un millón y medio de unidades. Tan sólo en el primer fin de semana a la venta, Nintendo consiguió agotar el ‘stock’ disponible de 200.000 unidades. En un mes se superaron las 535.000 consolas, una cifra similar a las vendidas el primer mes de vida de la DS.