El flamante nuevo presidente de los Estados Unidos es un tecnófilo reconocido y pondrá especial atención a esta materia en su legislatura.

OTR/PRESS Entre otras cosas, está luchando a brazo partido por no desprenderse de su Blackberry, ya que todas las comunicaciones del líder de los EE.UU. deben ser controladas por seguridad. Aunque no se ha declarado un jugador habitual de videojuegos -Más aún, sí confesó que hacía mucho que no los usaba-, Obama sí que atiende al gusto de sus hijas por este tipo de ocio.

Malia, de 10 años, y Sasha, de 7, tienen dos consolas portátiles Nintendo DS, una para cada una. Pero como suele ser habitual, las pequeñas Obama también querían una consola de sobremesa y la elegida estas navidades no fue otra que la máquina de moda: la Wii, también de Nintendo, que su padre les regaló. Y la Wii, por supuesto, se mudará al nuevo hogar de la familia, que no podría ser más insigne. Según recogió Otr/press de Kotaku, el presidente instalará la Wii en el salón familiar, ubicado en la segunda planta de la Casa Blanca.

La popular Wii de Nintendo, con su limitada capacidad técnica aunque novedoso concepto de control, ha conseguido que millones de personas se levanten del sofá, y que neófitos -o aquellos que los tenían olvidados- se acerquen a los videojuegos. Incluso trascendió que la mismísima Reina Isabel II de Inglaterra posee una Wii. ¿Será capaz también de que el hombre más poderoso del planeta se ponga a jugar a la consola?