A mí me daban 10

Lanzamiento: Septiembre 2008

Hacía tiempo que no se lanzaba ningún juego relevante con el sello Nintendo. Lástima que haya tenido que ser precisamente este. Desde que salió al mercado el aclamadísimo Brain Training, muchos son los juegos que han seguido la estela marcada por este cuyo objetivo es estrujar nuestras neuronas hasta que dejarnos medio “lobotómicos”. Math Training fue uno de esos sucesores. Este juego nos permitía poner al día nuestros conocimientos matemáticos haciendo cuentas, y repasando la tabla de multiplicar, algo que sin duda, venía muy bien para niños, pero que a los más mayorcitos nos dejó algo helados. De 10 en 10 sigue la estela de ese Math Training, pero de modo más ameno. Esto se traduce en un hilo argumental (algo banal e insulso eso sí) en el que somos los protagonistas. Hemos sido elegidos por el rey de los números para desentrañar un misterio numérico y devolver el orden al mundo real. No, no es broma, el argumento es ese.

Acompañados de nuestro querido Pepito Grillo particular, viajaremos por cada una de las regiones de este mundo numérico con el fin de hablar con los decanos, quienes nos pondrán a prueba para ver si somos lo suficientemente listos para devolver el orden. Por el camino nos encontraremos con duendecillos (algunos más bondadosos que otros) que nos propondrán pruebas que habremos de superar para seguir avanzando. Estás pruebas son meridianamente asequibles y dependen de la región en la que nos encontremos. Comenzamos en la región del número 10, y todas las pruebas están relacionadas con ese número y sus múltiplos. Tendremos que averiguar si la suma de dos números forma múltiplo de 10, o tapar un número con una piedra para que el resto de números que aparecen en pantalla sumen 10 o múltiplo de 10. Sí, son pruebas un tanto aburridas, para que negarlo. Además, algunas de ellas (sobre todo la de los decanos) son bastante difíciles al proponernos superar 9 fases sin tener ni un solo error.

Los gráficos no acompañan. Están bien animados, pero los diseños son horrorosos. Sí, ya sé que eso no debería importar, pero importa. Más, cuando el juego no va dirigido hacia niños en sí, puesto que muchos de ellos no pasarían de la primera región. Se podría haber hecho algo igual de bien animado, pero con un diseño más estilizado y bonito, y dejarse de experimentos picasianos, al estilo Zelda: the Wind Waker. Te puedes acostumbrar a ellos, pero de primeras echan para atrás, y más de uno no se arrimará a este juego por ese detalle. En fin, Nintendo sabrá.

El juego en sí, no es ni muy largo ni muy corto: tiene más de 100 pruebas numéricas para darle al coco concienzudamente e intentar culturizarnos sin usar la calculadora. El intento es bueno, pero la simplicidad, la temática numérica (ejem) y el estilo de juego que recuerda al, aún inédito en España, Profesor Layton no favorecen en nada a un título que arenga solamente a los más pequeños a probarlo, y que defraudará a los mayores que intenten darle una oportunidad a pesar de todo.

Qué se le va a hacer, todas las ideas que pretenden ser originales, no pueden ser buenas, por suerte, tenemos otras propuestas más que interesantes en las que centrarnos, como el futuro Disgaea Ds, o Time Hollow.

Gráficos: 5/10
Jugabilidad: 6/10
Duración: 7/10
Adiccón/Historia: 4/10
Total: 5,5/10