[Análisis] Pokémon Puzzle Challenge (eShop 3DS)

Desde sus tiernos inicios, la saga Pokémon ha tenido una gran repercusión en el mercado en forma de numerosos spin-offs que, si bien obtienen menores ventas que los juegos “originales”, sí constituyen buenas formas de ampliar la franquicia y extenderla a mayor número de público. El caso que nos ocupa este análisis, Pokémon Puzzle Challenge, supone una de las no pocas incursiones de la saga en el género de los rompecabezas.

Game Boy Color vio nacer la segunda generación de Pokémon, Oro y Plata, una de las más amadas por su público. Así pues, en esta ocasión Nintendo preparó un juego de puzles para la consola, que se lanzó al mercado en el año 2000. No sería esta la primera ocasión en la que Pokémon se adentraba en el género de los puzles, pues ya lo había hecho previamente en consolas como N64.

¡Puzléalos a todos!

La mecánica de este juego es bien sencilla, no siendo así el dominio de la misma. Consiste en girar a tu gusto dos bloques de colores, bien sea para arrastrarlos una casilla, para moverlos o para intercambiarlos entre ellos. Así, utilizando estos movimientos limitados deberemos ingeniárnoslas para juntar un mínimo de tres bloques con el mismo color. Eso sí, vigilando que los bloques no se amontonen y toquen la parte superior de la pantalla, ya que eso supondría nuestra perdición, dando la partida por finalizada.

A pesar de que, como ya digo, el sistema de juego es sencillo a más no poder, tendremos que usar todo nuestro ingenio para seleccionar qué dos bloques queremos mover y hacia dónde arrastrarlos, con el fin así de enlazar el mayor número de bloques posibles,y ya que estamos, concatenar una serie de combos que duplicarán nuestra puntuación.

Hay algo adictivo en este sistema de juego al igual que lo hay en el Tetris: conseguir el mayor número de puntos y superar nuestras propias marcas. Está demostrado que a veces las mecánicas más simples son las que dan mejores resultados, y este Puzzle Challenge es buena muestra de ello.

Modalidades de puzles

Aún teniendo esta mecánica, el juego se las apaña para crear bastantes modos de juego en los que se hace uso de este sistema de juego de las formas más variopintas

Así, dentro de la categoría para 1 jugador, tendremos diversas formas de aproximarnos al juego: el modo Maratón, para empezar, supone una lucha contra nosotros mismos en la que tendremos que aguantar el máximo tiempo posible sin que los bloques toquen la parte superior de la pantalla. Por supuesto, la velocidad irá aumentando y la cantidad de bloques también cuanto más tiempo soportemos esta prueba.

En el modo Desafío, al más puro estilo de los juegos de la saga, deberemos elegir un Pokémon inicial entre Torchic, Chikorita y Totodile para hacer frente a los diversos líderes de Gimnasio del juego, sólo que en esta ocasión para derrotar a nuestros rivales deberemos encadenar combos, dañando así al pokémon rival. Cuando logremos derrotar a cada líder, obtendremos la correspondiente medalla y seguiremos avanzando. Es un modo de juego bastante breve, aunque cuenta con varios modos de dificultad y opciones personalizables, por lo que es rejugable.

En la modalidad de Tiempo, se nos pedirán alcanzar cierto número de puntos en un tiempo limitado. Aquí deberemos no sólo encadenar combos potentes, sino también ser ágiles en el proceso, usando al máximo nuestras habilidades y pensando bien qué mover para obtener el mejor resultado. Por otro lado, en Línea Blanca, el juego nos pondrá una serie de retos en orden de dificultad ascendente que deberemos ir superando. Es bastante variado y largo.

En Puzzle, el modo quizás que más obliga a pensar, el profesor Oak nos propondrá una serie de fases en las que deberemos cumplir un objetivo con cierto número de movimientos. Este modo puede servir también para enseñar al jugador a encadenar combos y aprender mejor a jugar. Finalmente, en Basura, deberemos barrer todos los bloques de la pantalla hasta dejarla complemente limpia

El juego también cuenta con un modo para dos jugadores, en el que podremos retar a otro jugador a echar unos piques para ver quien consigue más puntos o para comprobar quién consigue llenar de bloques la pantalla del rival antes. Se requieren dos juegos para jugar a este modo y es, quizá, algo más limitado que el modo para 1 jugador, que es quizá el plato fuerte del juego.

Sabor retro

Obviamente, al estar ante un juego de Game Boy Color, retrocederemos en el tiempo hasta unos gráficos que quizá ya hemos olvidado que abogan por la simpleza y el colorido. Un cambio que puede chirriar en los primeros momentos, pero que enseguida nos retrotrae a la época de Oro y Plata.

Por otro lado, las melodías “chiptune” de antaño hacen acto de presencia, remezclando algunos de los temas del juego base con mayor o menor cierto e incluyendo algunas melodías nuevas sólo para este juego. Quizá te sorprendas tarareando alguna de ellas, ya que son melodías ya muy metidas en nuestras mentes que son parte de la familia.

Esto me recuerda a un Poképuzle

Pokémon Puzle Challange es un juego recomendable para amantes de los rompecabezas, independientemente de vuestro gusto por la saga Pokémon. Pero al igual que digo esto, también es justo indicar que si amáis Pokémon pero no sois mucho de este estilo de juego, es probable que no os atraiga nada y no sea vuestro juego ideal.

Tienen que gustaros los juegos de puzles y darle al coco para que este Puzle Challenge os logre convencer. En caso contrario, no lo disfrutaréis.