One Piece: 10 diferencias increíbles entre el Live Action de Netflix y el anime
Estas son las diferencias más notables entre la adaptación de Netflix y el anime.
One Piece ha dejado un legado considerable dentro de la industria del manga y el anime, y recientemente gracias a la propuesta y el buen hacer de Netflix (siguiendo las pautas de Eiichiro Oda que se mantuvo siempre muy interesado en el proyecto), han dado el salto a las series. La adaptación del Live Action de Netflix cuenta con un gran apoyo por el público general y también por la comunidad de One Piece. Sin embargo y a pesar de que esta vez Netflix se ha mantenido muy unida al material original, no podemos evitar ver que hay algunas diferencias con respecto al anime. En este artículo trataremos este tema al completo.
Tabla de contenidos:
- Los personajes se introducen de manera diferente en ambas versiones de One Piece
- Las escenas de lucha ahora son más directas y no se extienden tanto como en el manga/anime
- El encuentro entre Luffy y Nami ya no es tan cómico como en el anime de One Piece
- El molinillo en la cabeza ya no está
- El Live Action se adapta a un público más general (omisión de varias escenas cómicas del anime)
- Una tonalidad más oscura que le sienta muy bien al Live Action
- El pueblo de Luffy cambia enormemente en comparación con el anime
- El robo del mapa de la Gran Ruta Marítima
- East Blue cuenta con varios caídos en el Live Action
- Esa sensación de amplitud se pierde en parte debido al guion del Live Action de One Piece
Los personajes se introducen de manera diferente en ambas versiones de One Piece
Hay cosas que cambian con respecto al anime a la hora de presentar los personajes. En parte es entendible ya que tampoco se puede hacer un producto que sea un calco del otro. Sin embargo, desde Netflix han logrado mantener la esencia original de todos los personajes, a pesar de representarlos de inicio de manera diferente a como aparecen en el anime, y un ejemplo de ello ni más ni menos sería el propio Luffy. En la adaptación original, lo vemos por primera vez saliendo de un barril mientras que por ejemplo a Zoro lo vemos por primera vez cuando es capturado por la Marina.
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Y no son los únicos personajes que se estrenan de manera distinta a como sucede en el anime. Esto sin embargo no es un impedimento para poder disfrutar de la serie desde el inicio hasta los últimos compases.
Las escenas de lucha ahora son más directas y no se extienden tanto como en el manga/anime
Esto es algo que se debe principalmente a que en el anime, las luchas se veían extendidas para rellenar huecos y extender más la duración de una subtrama, de un arco en concreto, y de un enfrentamiento entre personajes. Ya sabemos que a Toei Animation le gusta extenderse en sus proyectos. Netflix por el contrario no cuenta con este deseo, ni con el permiso para expandirse tanto. De ahí que las luchas en el Live Action (si bien siguen siendo increíbles y espectaculares visualmente), son mucho más directas que en el anime. Algo lógico y comprensible si lo analizamos desde el punto de vista de diferencias de producción entre ambos proyectos.
El encuentro entre Luffy y Nami ya no es tan cómico como en el anime de One Piece
En el anime la primera vez que se encuentran ambos es un encontronazo que desemboca en algo muy cómico, en la serie se le ha querido cambiar el estilo para hacerlo más «sorpresivo» y menos jocoso. Este es un punto de vista de narrativa que se podría llegar a entender, teniendo en cuenta que en el Live Action Nami tiene un rol más sosegado que en el anime, y se la percibe más tranquila y hasta seria, que su homónima en la producción de Toei Animation.
El molinillo en la cabeza ya no está
Este es un detalle que la mayoría a lo mejor han pasado por alto, y que se reduce a algo que es estético pero que conlleva un potente significado detrás. Estamos hablando de Genzo, personaje que en el anime tiene una especie de molinillo en la cabeza como muestra de cariño hacia Nami, que era una hija para él. Esto en el Live Action no lo podemos percibir de manera tan simbólica puesto que no cuenta con el mítico molinillo, un detalle que puede deberse a cuestiones estéticas o de diseño por parte de Netflix.
El Live Action se adapta a un público más general (omisión de varias escenas cómicas del anime)
Esto lo vemos prácticamente de forma muy constante a lo largo de la serie de Netflix. El Live Action si bien presenta momentos cómicos, los ha reducido y mucho en comparación con el anime. Esto es una decisión premeditada, pues parece que la producción de Netflix quiere también atrapar a otro tipo de audiencia, y esto necesariamente no tiene por qué ser malo. Simplemente es una decisión de guion que no ha evitado que el Live Action se sienta como One Piece de verdad.
Algo que teniendo en cuenta el historial de la compañía, y las primeras declaraciones de Oda, más de uno dudaba.
Una tonalidad más oscura que le sienta muy bien al Live Action
En este punto hemos de aclarar que tanto el anime como el Live Action tienen momentos duros. Pero la decisión de Netflix de hacer la mayoría de escenas de acción durante la noche le ha sentado sorprendentemente bien a la producción. Esto le da un toque más maduro y oscuro a la trama, ya que en el anime muchas de estas escenas de combate suceden durante el día. Por temas de iluminación y porque no es lo mismo una serie con personas reales que una producción completamente animada y dibujada.
El pueblo de Luffy cambia enormemente en comparación con el anime
Este es un detalle que los más avezados y fans del manga/anime de Eiichiro Oda seguramente habrán pillado a la primera. Y es que el pueblo de Luffy se presenta como un pueblo de actividad portuaria en el Live-action, mientras que en el anime la ubicación del mismo está más enfocada al campo, la agricultura y el estilo de vida rural más interior. No es precisamente un cambio que desentone para nada con la historia de One Piece, pero sí uno notable con respecto al material original.
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El robo del mapa de la Gran Ruta Marítima
Esto es algo que quizás hasta los fans del anime no hayan visto en su momento. Y es que en el Live Action de Netflix este mapa tan importante para la trama se encuentra en el tesoro de Buggy. Por el contrario en la producción de Toei, este mapa aparece como posesión propia de los marinos. Nami se tiene que asociar con Luffy para robarlo, dándole más profundidad a cada personaje. Esto se pierde en la adaptación de Netflix.
East Blue cuenta con varios caídos en el Live Action
Este punto no es para decir si algo está mejor o peor, es meramente informativo. Y es que el Live Action de Netflix en su primera temporada ha querido cubrir un total de 95 capítulos del manga en tan sólo 8 capítulos. Inevitablemente esto ha empujado a que en el guion se tenga que prescindir de algunos personajes del arco de East Blue, algo que ya se avisó. Un ejemplo de estos personajes ausentes serían: Johhny, Yosaku, Momo y Mohji. También se retocó la implementación de los 7 Señores de la Guerra del Mar.
Esa sensación de amplitud se pierde en parte debido al guion del Live Action de One Piece
Esto es algo que ha generado cierta polémica, aunque no exclusivamente en el mal sentido de la palabra. Y es que debido a las reducciones y cortes en el guion del Live Action, esa sensación de estar en un mundo con centenares de personajes, viajes, ubicaciones y tramas secundarias (y lo siguiente), se ha perdido. La trama del Live Action es más flexible y elimina gran parte del contenido que vimos en el anime, principalmente por cuestiones de abarcar lo suficiente en el menor número de capítulos posibles.
Esto no quita que la producción de Netflix sea increíble y la recomendemos encarecidamente.