Construir una casa en Zelda Tears of the Kingdom es una experiencia divertida, pero también mejorable
Soy uno de esos jugadores que siempre ha disfrutado muchísimo con aquellos videojuegos que permitían crear y personalizar viviendas. En este aspecto, el Sims original hizo mucho por avivar este agradablemente sentimiento en mí, como bien atestiguarían la ingente cantidad de horas que invertí en este y sus distintas expansiones si, el que por aquel entonces era el ordenador familiar, un fantástico Windows 98 que hizo las delicias de mi yo más joven, todavía siguiese operativo y guardase los registros de uso de hace ya unos cuantos años. Ya entrado más en años habiendo dado el salto al instituto, Skyrim, de forma obviamente mucho más limitada a los Sims, también consiguió conquistarme en gran medida gracias a la posibilidad de adquirir viviendas (amén de otras muchas virtudes presentes en el juego de Bethesda) y reformarlas hasta cierto punto.
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¡Hyrule entra de lleno en el negocio inmobiliario!
Dando un salto hasta el presente para hablar de Nintendo Switch, The Legend of Zelda: Breath of the Wild (sí, soy consciente de que Animal Crossing daría para más en este aspecto), entró hasta cierto punto en este tema, permitiendo al jugador que, mediante Link y una generosa cantidad de rupias y madera, el héroe de Hyrule pudiese adquirir una modesta propiedad en Hatelia. En principio vacía, existía la posibilidad de mejorarla comprando estantes para armas, escudos y arcos, añadiéndose finalmente unos pocos muebles a modo de decoración. Ciertamente, era un comienzo, aunque no había demasiadas opciones de personalizar, más allá de colgar tus propias armas/escudos/arcos.
Gracias al cielo, The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom mejoró en gran medida esto con un salto de calidad. Ahora, no compras una pequeña casa ya prehecha y colocada, sino que, mediante construcciones Karid, adquieres una parcela y tú mismo compras y colocas los distintos módulos, aprovechando así para ganar en libertad gracias al nuevo poder de acoplar de Link (siempre y cuando uno se mantenga en los límites de su parcela). No obstante, y pese a la ilusión inicial, después de adquirir un puñado de módulos y hacer diversos experimentos uniéndolos por aquí y por allá, cambiando las escaleras, las salas de conexión y demás, esta alegría inicial se ha tornado en frustración por varios motivos, algunos incomprensibles y otros, oportunidades perdidas que parecen claras, pero no están implementadas. ¿Queréis saber de qué os hablo? Vamos a ello.
La limitación de módulos y el molesto Karanthe
Entiendo y comprendo que el juego haya de limitar el espacio de construcción de la vivienda pues, de otra forma, todo podría volverse demasiado caótico. Se acepta como un mal necesario, pero claro, ¿por qué hay que limitar también el número de módulos? ¿No basta simplemente con delimitar la zona de construcción? ¿A qué obedece la limitación de quince módulos? ¿No se basa, a la postre, la construcción de nuestra vivienda en un ejercicio de creatividad guiado por la herramienta de la ultramano? No veo la necesidad de limitar los módulos más allá del propio coste en rupias. Total, si hay escaleras externas e internas, así como salas que hacen de nexo, ¿qué me impediría a mi construir una casa de tres o cuatro pisos repitiendo salas? Quizás me apetezca exponer una gran variedad de armas sin comprometer otras salas, o puede que desee una suerte de ático en una quinta planta con zonas ajardinadas y preciosos estanques. ¿Qué problema hay con eso? Espero y confío en que, mediante una futura actualización, este límite se elimine.
Hablando de molestias, ¿qué pasa con Karanthe? Ya sabéis, el pobre diablo de Construcciones Karid que se dedica a vendernos los módulos apostado delante de nuestra parcela. ¿Por qué se dedica a seguirte constantemente mientras posicionas los módulos? Dios mío, es horrible. Espero que Aonuma haya enviado a la cola del paro a aquel que lo programó para hacer eso. ¿Cuántas veces os habéis visto colocando un módulo que no entraba por culpa de que este señor estaba en medio? Yo he perdido la cuenta. Es una sensación de frustración constante, pues corretea de aquí para allá siguiéndote y colocándose cerca de la zona de construcción. ¿Por qué no simplemente se programó para quedarse quieto fuera de la zona acordonada? Esperando a que le confirmes si has acabado o quieres otro módulo…
Expositores de armaduras, jardines y estanques
Pasando por último a oportunidades perdidas que, ojalá, pueda llegar a ver en algún momento durante el ciclo de vida de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, creo que habría sido un acierto total crear una sala de exposición de atuendos que actuase de igual forma que las de exposición ya conocidas. No me imagino una casa en la que un maniquí ataviado con los ropajes de la Fiera de la Deidad o de Espíritu Maligno, no pudiesen quedar espectaculares. Sí, eso conllevaría no poder utilizar esos trajes, pero, ¿no es lo mismo para la exposición de armas, escudos y arcos? A modo de cierre, no puedo dejar de pensar que el estanque y el jardín podrían haberse aprovechado muchísimo mejor si dejasen interactuar más profundamente con ellos, por ejemplo, agregando peces que hayamos capturado al estanque (si los intentas echar desde el inventario aparecen muertos) y, claro está, permitiendo incluir las diferentes hierbas y plantas que recolectemos al jardín, dejando así que cada cual personalice esto a su gusto. ¿Quién no querría disponer de un estanque lleno de coloridos peces y un jardín lleno de princesas de la calma?
Se aceptan propuestas
Termino este artículo preguntándoos sobre el mismo. ¿Qué mejoras o cambios añadirías vosotros además de los expuestos? ¿Os gustaría, por ejemplo, poder comprar diversos elementos decorativos como jarrones, mesas y demás, añadiendo así todavía una personalización más profunda para vuestro hogar modular? ¡No dudéis en dejar vuestras sugerencias al respecto en los comentarios!