[Análisis] Meg’s Monster para Nintendo Switch
Si llora, se acaba el mundo.
Si os gustan juegos como Undertale, no os vais a querer perder el juego del que os venimos a hablar hoy. Meg’s Monster es el nuevo título de Odencat, compañía conocida por hacer juegos de lo más emotivos. Y este, siendo su obra más ambiciosa hasta la fecha, no es una excepción. Si queréis saber qué propone esta tierna historia entre una niña y un monstruo, no dudéis en seguir leyendo.
Tabla de contenidos:
De viaje al inframundo
La historia de Meg’s Monster comienza con una niña llamada Meg (quién lo diría), quien despierta en un mundo extraño con el deseo de volver a ver a su madre, la cual está en paradero desconocido. No pasará mucho tiempo hasta que se encuentre con dos monstruos, Roy y Golan. El segundo querrá comérsela, mientras que el primero llegará a la conclusión de que hay que protegerla y escoltarla hasta su madre por una simple razón: cada vez que esta niña llora, el mundo empieza a agitarse, como si se fuera a acabar. De esa forma, será la misión de estos dos monstruos la de cuidar de Meg, llevándola hasta su madre y evitando que llore para evitar el apocalipsis.
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Sin contaros ningún detalle más de la trama, os podemos confirmar que resulta bastante ingeniosa, haciendo que cojamos cariño a los personajes y nos emocionemos con el desenlace de la historia. Además, a lo largo de su desarrollo nos hemos encontrado con algún que otro giro de guion que no nos hemos visto venir, algo típico de los juegos de Odencat en general.
Una jugabilidad variada
Meg’s Monster es un juego de rol en el que tendremos que ir recorriendo el inframundo mientras luchamos con distintos monstruos. No hay encuentros aleatorios, así que todos los enfrentamientos forman parte de la historia. Los combates serán por turnos, y en ellos tendremos que usar a Roy para proteger a Meg de recibir daño, evitando que llore. En la mayoría de enfrentamientos encontraremos ciertos minijuegos para hacer más dinámica la aventura, como jugar a piedra, papel o tijeras, o afrontar un curioso juego de cartas bastante divertido.
Fuera de los enfrentamientos, también podremos conseguir objetos, hablar con diversos personajes, realizar alguna que otra misión secundaria de escasa duración para conocer mejor sus trasfondos y enfrentarnos a algún que otro minijuego adicional para variar un poco, como uno que consiste en escalar una montaña sin caernos.
Artísticamente es una gozada, pero…
Aunque su jugabilidad sea más bien simple, Meg’s Monster destaca en tener un apartado audiovisual bastante bonito. Su mundo en píxel art está bastante bien conseguido, y su banda sonora (incluida la canción del final) nos han gustado mucho. Es una lástima que la traducción al español no esté a la altura bajo nuestro criterio, chirriándonos en ocasiones el resultado final hasta el punto de que hemos terminado jugando en inglés para disfrutar más de la experiencia.
Completar Meg’s Monster puede llevar unas 5 horas, por lo que es un juego bastante corto que puedes completar en un par de tardes. En cuanto al apartado técnico del juego, no hemos tenido ninguna clase de incidencia, por lo que el título corre perfectamente.
Conclusión
Sin lugar a dudas, Meg’s Monster nos ha parecido una experiencia corta pero muy bonita. Su emotiva historia con giros argumentales, sus divertidos combates y su estilo artístico y banda sonora son destacables, y hacen que el juego merezca la pena a pesar de ser un título corto y bastante simple. Ahora, solo nos queda esperar por ver con qué será lo próximo que el equipo de Odencat nos sorprenda. Por lo pronto, ¡van por muy buen camino!
Meg’s Monster ya se encuentra disponible en formato digital para Nintendo Switch y otras plataformas, ¡no lo dejéis escapar!