[Análisis] Curse of the Sea Rats para Nintendo Switch
¡Al abordaje, pirratas!
Tras nuestras impresiones del juego y nuestra entrevista hace unos días, hoy os traemos nuestro análisis de Curse of the Sea Rats, el nuevo juego de Petoons, estudio español también encargado de traernos los juegos de Peppa Pig. A continuación os hablaremos del que creemos que es su juego con más corazón, ¡una aventura de ratas piratas!
Tabla de contenidos:
El verdadero «ratoidvania»
Como bien sabréis a estas alturas, la historia de Curse of the Sea Rats tiene lugar en el contexto del siglo XVIII. En esa época, la malvada bruja pirata Flora Burn usa la magia de un antiguo amuleto para transformar a todos los tripulantes de un barco cargado de piratas y oficiales británicos en ratones, a la vez que secuestra al hijo del almirante Blacksmith para causar todavía más estragos. En consecuencia, el alto cargo inglés decide perdonarle la vida a una panda de maleantes a bordo a cambio de que devuelvan al pequeño sano y salvo y le den una buena paliza a la bruja.
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Nada más comenzar su periplo, estos cuatro ratones tendrán en su poder una de las dos mitades del amuleto, de donde saldrá Wu Yun, un espíritu ancestral que nos servirá de guía en la aventura y que también quiere cobrarse su venganza contra Flora Burn para recuperar sus poderes por completo. Siendo una historia sencilla pero funcional, lo cierto es que resulta bastante entretenida en su desarrollo.
¡A las armas!
La razón por la que el juego se denomina un «ratoidvania» es porque, como os podréis imaginar, estamos ante un metroidvania bastante bien resuelto. Pudiendo jugar tanto en solitario (eligiendo a uno de los cuatro personajes) o con hasta tres amigos más en modo local, hemos explorado las laberínticas costas de Irlanda enfrentándonos a feroces enemigos y abriendo tesoros en cada rincón que hemos explorado.
En líneas generales, el sistema de progresión del juego es bastante satisfactorio, con un árbol de habilidades bien definido para cada personaje y un sistema de niveles que los hace más poderosos. No obstante, sí que hemos notado unos picos de dificultad algo irregulares, sobre todo al principio, con algunos jefes que se nos han atragantado. El juego no tiene ninguna clase de selector de dificultad, pero sí que pone a nuestro alcance herramientas para subsanar estos percances, como jugar con más amigos (lo cual hace todo más sencillo, siempre que… tengamos con quien jugar al juego) o ir subiendo de nivel poco a poco.
A lo largo del juego encontraremos tanto puntos de guardado a los que volveremos tras morir (aquí también podremos mejorar nuestro árbol de habilidades o cambiar de personaje) así como portales, que sirven como punto de viaje rápido en la aventura. Como crítica, hemos sentido que los puntos de guardado están algo dispersos entre sí por el mapa, lo que hace el hecho de morir algo frustrante ya que todos los enemigos se regeneran en cada intento. Con todo, se trata de un buen reto para los amantes del género que no se andan con chiquitas, ¡una aventura para auténticos piratas!
Un apartado audiovisual genial
Si hay un apartado de Curse of the Sea Rats que realmente nos ha encandilado es su genial estilo artístico y su acertada banda sonora. A lo largo del juego nos hemos encontrado con escenas animadas e ilustraciones como la que tenéis aquí arriba que resultan realmente impresionantes y que le dan al juego toques bastante maduros. Adicionalmente, en lo que a su jugabilidad respecta, la mezcla de animación tradicional al estilo de Don Bluth con entornos tridimensionales le sienta como un guante, aportándole al conjunto bastante personalidad.
La banda sonora también sabe acompañar muy bien a la aventura, con temas muy bonitos e inspirados que nos han gustado. Lo mismo puede decirse de un doblaje al inglés bastante decente y de una localización al castellano de primera, muy bien labrada. En cuanto al apartado técnico del juego, hemos encontrado bastantes pantallas de carga entre secciones del mapa. No obstante, no empañan demasiado la experiencia al no ser demasiado extensas.
Conclusión
Sin lugar a dudas, Curse of the Sea Rats es un buen juego metroidvania. Jugar en solitario supone un reto bastante desafiante, y hacerlo con hasta tres amigos más en modo local es divertido. Si bien no es un juego perfecto, nos ha dejado un buen sabor de boca gracias a un estilo artístico muy original que se complementa con una experiencia algo básica pero más que decente.
Curse of the Sea Rats llega este mismo 6 de abril a Nintendo Switch y otras plataformas en formato físico, contando con textos en un perfecto castellano y voces en inglés. Si lo vuestro es la aventura, ¡no lo dejéis escapar!