[Entrevista] RUINSMAGUS nos muestra que el futuro de la VR tiene sabor a Zelda
Un mundo de magia y aventura.
La realidad virtual en los videojuegos se ha convertido en una industria gigantesca en los últimos años, y eso es un hecho. Tal ha sido su arranque, que incluso Nintendo probó a meterse en ella esta misma generación con Nintendo Labo: kit de VR, un pequeño experimento la mar de divertido que hizo que otros juegos como Super Mario Odyssey, The Legend of Zelda: Breath of the Wild o incluso Super Smash Bros. Ultimate incluyesen pequeñas secciones compatibles con esta tecnología tan de moda en todo el mundo. No obstante, el paso definitivo todavía está aún por darse.
Muchos podrían considerar a (la avanzada para su tiempo) Virtual Boy como uno de los primeros precursores de la realidad virtual, pero desde entonces ha llovido bastante, y la VR está más al alza que nunca. Por ese motivo, hoy venimos a hablaros de uno de sus últimos lanzamientos, un juego japonés con cuyos creadores hemos hablado y que nos han contado acerca de sus influencias hacia The Legend of Zelda… ¿Alguna vez os habíais preguntado cómo serían las mazmorras de Breath of the Wild en realidad virtual? RUINSMAGUS tiene la respuesta.
Ser mago e irse de aventuras, ¡suena a un gran plan!
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La trama de RUINSMAGUS nos lleva a un mundo donde somos un mago de clase baja, que ha de ir aceptando misiones (a lo Danmachi, o Monster Hunter) para ir subiendo de rango y hacernos un nombre. Las misiones tendrán lugar dentro de unas grandes ruinas plagadas de enemigos a los cuales tendremos que vencer, así como obstáculos a los que tendremos que hacer frente. Por supuesto, conforme la historia (dividida por capítulos) vaya avanzando, también nos encontraremos con distintos jefes que nos pondrán las cosas complicadas.
Cuando no estemos dentro de esas mazmorras combatiendo, pasaremos nuestro tiempo en un par de estancias más, como una tienda regentada por una tortuga anciana bastante variopinta o en una acogedora calle con un café donde podremos beber té de burbujas. La experiencia de RUINSMAGUS es completamente individual y está pensada para un único jugador, pero su mundo se siente vivo, con gente pasando todo el tiempo y una atmósfera muy agradable.
En cuanto a jugabilidad, al ser magos no combatiremos con espadas, si no lanzando hechizos contra nuestros enemigos. Podremos alternar entre disparar bolas de fuego, lanzar poderosos conjuros cargados o incluso devolver ataques haciendo parry con nuestro escudo. Otras opciones, como hacer uso de consumibles que irán desde atronadoras granadas hasta pociones para curarnos la vida, también estarán disponibles en todo momento.
Lo que más llama la atención de RUINSMAGUS es su apartado audiovisual. Siendo un título de realidad virtual (con todo lo que ello conlleva), sus personajes están bastante cuidados, y aunque no haya demasiada variedad de enemigos (utilizándose los mismos en varias ocasiones), lo cierto es que las animaciones de todos ellos están bastante bien. El juego cuenta con textos en japonés o en inglés y goza de un doblaje al japonés que lo cierto es que le sienta de lujo, siendo además de bastante calidad. Si en un futuro llegamos a ver un juego de The Legend of Zelda ambientado en la realidad virtual, un título como RUINSMAGUS sería una muy buena base a tener en cuenta. En otras palabras: estamos ante un vistazo a lo que podría ser el siguiente gran paso para los videojuegos en el futuro cercano.
Hablando con el equipo tras RUINSMAGUS
– ¿Cuáles fueron las mayores inspiraciones a la hora de desarrollar el juego?
Las influencias más importantes de RUINSMAGUS son Mega Man Legends (Nintendo 64) y The Legend of Zelda: Breath of the Wild (Nintendo Switch, Wii U). Sin embargo, nos inspiramos mucho en el manga y el anime, especialmente en los cómics de Shonen Jump de los años 90. Cuando juegas a RUINSMAGUS creo que puedes ver claramente todas estas influencias.
– ¿Cuánto tiempo se tardó en desarrollar RUINSMAGUS?
Desde el inicio del desarrollo hasta el lanzamiento, tardamos exactamente dos años! Eso sí, nuestro estudio ha ido creciendo un poco a lo largo de este par de años.
– ¿Cuál es el aspecto más difícil de desarrollar un juego de realidad virtual en comparación a uno estándar que no sea de RV?
Desarrollar en realidad virtual plantea sin duda varios retos únicos. En el caso de RUINSMAGUS, uno de los aspectos más difíciles con los que nos encontramos es que la cámara está esencialmente unida al jugador. Esta limitación nos ayudó a guiarnos en la creación del juego. Queríamos que toda la experiencia se sintiera como una atracción de parque temático, donde el jugador pudiera realmente sumergirse en el mundo y disfrutar de su tiempo en él.
Una de las formas de añadir profundidad a la experiencia fue añadir vídeos de introducción en 2.5 dimensiones antes de cada encuentro con un jefe. Creo que ver esos vídeos antes del combate puede animar mucho al jugador. Además, queríamos que la acción durante la batalla fuera emocionante y que el jugador se sintiera bien mientras jugaba.
– ¿Qué es lo que más os enorgullece del trabajo realizado al crear RUINSMAGUS?
Sin duda, la construcción del mundo. Durante el desarrollo de RUINSMAGUS tuvimos que considerar muchas cuestiones diferentes. Por ejemplo, «¿cómo obtiene la ciudad su energía? ¿Cómo es el sentido de la moda aquí? ¿Cuál es la historia del mundo de Grand Amnis?» Aunque el jugador no vea esos elementos directamente, tuvimos que pensar mucho en este tipo de preguntas para que la construcción del mundo fuera coherente. Fue todo un reto, pero estamos muy orgulloso del trabajo que hemos realizado.
– ¿Creéis que en el futuro las empresas de videojuegos como Nintendo invertirán más en la realidad virtual?
¡Por supuesto!
RUINSMAGUS ya se encuentra disponible en las principales tiendas de juegos de realidad virtual (VR), como Steam o Meta Quest. Si lo que buscáis es un juego muy inspirado en The Legend of Zelda con el que introduciros en la realidad virtual, ¡esta es nuestra recomendación! Y quién sabe, si esta industria sigue creciendo, puede que Nintendo al final decida dar el paso y sumergirse de lleno en ella… ¡Tal vez en la próxima generación!