La historia de cómo Fire Emblem resurgió de sus cenizas
El despertar de la franquicia
Hasta el estreno de Game Boy Advance, la historia de Fire Emblem distaba mucho de la que hoy conocemos. Desde su debut en 1990 hasta 2003, los títulos de la serie no abandonaron tierras niponas. Así, el público occidental no descubrió la licencia hasta The Blazing Blade, la octava entrega numerada. Desde entonces, cada juego de la saga, salvo una excepción que casi lo cambia todo, han salido de Japón.
Dicha excepción fue Shin Monshō no Nazo, el remake de la secuela incluida en el tercer juego de la saga. Tras el lanzamiento de Shadow Dragon, la reimaginación del primer juego de la serie para Nintendo DS, los fanáticos de la licencia esperaban con ganas la secuela. Por desgracia, este lanzamiento nunca se produjo por la mala recepción del título en Japón.
Después de más de un lustro recibiendo propuestas de la franquicia, los jugadores se despedían de un nuevo juego tras dos entregas para Game Boy Advance y una para GameCube, Wii y Nintendo DS respectivamente. Sin embargo, cuando todo parecía perdido, apareció un título que hizo honor a su nombre y cambió la historia de Fire Emblem para siempre.
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El despertar de la franquicia
Tras el varapalo de Shin Monshō no Nazo, los jugadores occidentales pensaban que volverían a alejarse de la serie. Aunque el título llegó al mercado en 2010, los meses pasaban y no llegaban noticias positivas. Por ello, cuando en 2011 se anunció la nueva entrega de la licencia, que además debutaría en Nintendo 3DS, pocos pensaron en poder llegar a hacerse con el título. No obstante, como ya sabemos a estas alturas, el inédito Fire Emblem: Awakening terminó cambiando la historia de la saga.
El escenario para presentar en sociedad el juego fue el Tokyo Game Show de 2011. Allí, como sucedía durante aquellos años, Nintendo presentó sus novedades para aquel año y los siguientes más próximos. Entre estas destacó Awakening, la nueva incursión de la saga que, continuando con su periplo en las portátiles del sistema, daba el salto de DS a 3DS y presentaba una propuesta que llamó la atención desde el primer momento. Pero, aún así, las buenas noticias tendrían que esperar.
Unos meses más tarde, durante la edición de 2012 del E3, la feria venida a menos que antaño era el escaparte perfecto para las compañías, Nintendo confirmó su intención de llevar Fire Emblem: Awakening fuera de Japón. Reggie Fils-Aimé, antiguo presidente de Nintendo América, confirmó a los medios y a los asistentes que la nueva entrega de Fire Emblem llegaría a Norteamérica. Y, tras corroborarlo por Twitter, la compañía dejó claro que Fire Emblem volvía para quedarse.
El Fire Emblem que cambió la historia
A diferencia de otras entregas previas de la serie, Awakening no tenía conexión con ningún otro título más allá de la región en la que se desarrollaba su historia. Así, tras el remake de Monshō no Nazo y los sucesos vistos en él, la historia avanzaba algunos milenios y daba la bienvenida a una nueva generación de héroes. Además, el título también recuperó mecánicas vistas en Gaiden, The Sacred Stones y otros títulos muy valorados de la serie.
Como de costumbre, la entrega apostó por el rol táctico que tanto caracteriza a la saga. Así, mecánicas y posibilidades como la estrategia o la tensión por mantener vivos a nuestros personajes hicieron las delicias de aquellos que, al fin, pudieron echar el guante a un nuevo título. Pero, si por algo destacó este lanzamiento, además de por su calidad y por las ganas que tenía Occidente de un nuevo juego, fue por su uso de algunas posibilidades de Nintendo 3DS.
Aprovechándose del StreetPass de la consola, la obra de Intelligent Systems nos permitió crear un equipo de hasta 10 personajes (incluido nuestro avatar) para compartirlo con otros jugadores. A cambio, los equipos de otros usuarios aparecerían en el mapa y podríamos librar batallas singulares. Además, también se incluyeron objetos para los avatares o la posibilidades de reclutar las representaciones de otros jugadores para nuestro ejército. Esto, sumado al contenido añadido del título, alguno de carácter gratuito y otro de pago, motivó el crecimiento de un juego que cambió la historia de la saga.
Y tú, ¿qué recuerdos tienes de Fire Emblem: Awakening? ¿Consideras que este título fue un punto de inflexión para la franquicia? Os leemos en los comentarios.