La curiosa historia detrás de la Super Nintendo
Tres actores principales y un CD-ROM en busca y captura
Existe un multiverso en el que la historia de Super Nintendo es muy distinta a la que nosotros conocemos. Tras el éxito de NES, la consola que salvó la industria, la compañía nipona solo podía permitirse un paso adelante. Las limitaciones de las 8 bits y la evolución sin descanso del campo tecnológico la obligó, pese a vender casi 62 millones de unidades, a pensar en un sistema revolucionario que, como mínimo, estuviera a la altura del anterior. Hoy, más de tres décadas después, Nintendo puede presumir con la cabeza alta de todo lo que consiguió con ‘El cerebro de la bestia’. Aunque, como se supo tiempo después, la historia de Super Nintendo pudo ser diametralmente opuesta.
La negociación fallida que provocó el nacimiento de PlayStation
La máquina de 16 bits de Nintendo no nació por deseo de la compañía. Sí, cierto es que esta planeaba dar un salto de calidad y adaptarse a los tiempos que corrían, pero su lanzamiento fue más abrupto de lo esperado. Con los éxitos de NES y Game Boy copando portadas y focos, el mundo esperaba el siguiente paso de Nintendo. SEGA, su máxima competidora por aquel entonces, sorprendió a todos con las capacidades de Megadrive, un sistema revolucionario que nos presentó a cierto erizo azul que todos amamos. Por tanto, las miradas estaban puestas en cuál sería el movimiento de la gran N. Y, para sorpresa general, esta tenía un as bajo la manga con un aliado inesperado.
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Si nos lo dijeran ahora no nos lo creeríamos. Los ochenta llegaban a su fin, los 16 bits eran el futuro y Nintendo mantenía el silencio sobre lo que tenía entre manos. Sony, hoy artífice de PlayStation, se había unido con los creadores de Super Nintendo para trabajar en el chip de sonido del sistema. A cambio, esta tendría derecho a diseñar la futura unidad de CD y, a su vez, también podría fabricar su propio sistema compatible con El cerebro de la bestia. El CD-ROM era una tecnología en auge que la gran N no tenía intención de desaprovechar, motivo por el que buscó un segundo aliado que complicó la situación.
Philips también quería su parte del pastel. Como las relaciones entre Nintendo y Sony se estaban resquebrajando, la compañía holandesa vio un hueco por el que colarse. Así, esta y la gran N llegaron a un acuerdo para crear una nueva unidad de CD externa, una propuesta diferente a la que tenía en mente Sony. Sin embargo, Nintendo tampoco se mostró conforme con esta posibilidad y, a la larga, también terminó desechándola. Finalmente, la disputa entre las compañías se saldó con un acuerdo que, por aquel entonces, consideraron justo: Sony crearía su propia sistema, Philips conseguía los derechos de algunos personajes de Nintendo y esta mantenía los derechos sobre los juegos del nuevo soporte. Para la historia quedó, por desgracia, los icónicos Zelda de CDi.
La historia de Super Nintendo es sinónimo de éxito
La máquina de 16 bits de la gran N fue un hito aunque su polémico soporte para CD-ROM nunca viera la luz. Pese a las negociaciones con Sony y Philips y los acuerdos con estas, Nintendo nunca supo trasladar sus conocimientos a trabajar con esta tecnología. Los rumores, ya que aún se desconoce la verdad del asunto, apuntan a que este sistema no era tan rentable como los cartuchos por aquel entonces. A la vista está que, hasta la llegada de Wii, la compañía nipona siguió su propia senda. De hecho, con Switch recuperaron esa esencia añeja de insertar el cartucho y soplar por si este no funciona.
Volviendo al pasado, la única forma de resumir la historia de Super Nintendo es con la palabra ‘éxito’. El cerebro de la bestia fue la casa de títulos como Super Mario World, Zelda: A Link to the Past y Chrono Trigger. Además, el salto técnico y las capacidades de la misma la convirtieron en un clásico instantáneo. Su paleta de colores, la calidad del sonido y el sorprendente Modo 7, un falso 3D que explotaron obras como Star Fox, hicieron de SNES un sistema único que aún hoy es recordado con mucho cariño. De hecho, su versión mini consiguió vender la friolera de 5,28 millones de unidades. Esto, en otras palabras, la coloca por delante de sistemas también millonarios como WonderSwan o Intellivision.
El reciente fallecimiento de Masayuki Uemura, su creador, volvió a traer a la palestra a Super Nintendo. Este ingeniero japonés, el cerebro tras el diseño de NES y su sucesora, nos dejó a finales de 2021. Gracias a él y su legado, Nintendo puede escribir hoy con letras de oro. Sin sus ideas, las disputas con Sony y la ambición de una máquina destinada a hacer historia, puede que los videojuegos fueran diferentes a como los recordamos. Aunque, para saberlo, tendríamos que visitar ese multiverso en el que Super Nintendo sí es compatible con CD-ROM.
Y tú, ¿conocías la historia de la creación del sistema? ¿Cuál fue el juego que más te marcó de la consola? Os leemos en los comentarios.