[Artículo] Los 5 mayores desastres de Nintendo
Una historia de consolas incomprendidas y presentaciones absurdas
La historia de Nintendo, aún llena de éxitos, tiene hueco para algunos desastres notorios. La búsqueda constante de innovación ha provocado que, por desgracia, juegos licenciados que dan auténtico pavor o periféricos sin utilidad real terminen viendo la luz. Hoy, para saciar vuestra curiosidad, os traemos los 5 mayores desastres de Nintendo. Y, como veréis a continuación, en esta lista hay productos para cualquier tipo de público.
Tabla de contenidos:
Virtual Boy y su fugaz paso por las tiendas
Han pasado casi tres décadas desde que Nintendo lanzó este periférico al mercado. El 21 de julio de 1995, Japón vivió el debut de Virtual Boy, uno de los mayores errores de la historia de la compañía. Sus bajas ventas, sumadas a la mala recepción del público, hicieron que este sistema durase poco más de un año en el mercado. Además, aunque nunca se confirmó, se cree que también fue la causa del despido de Gunpei Yokoi, responsable de Game Boy.
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Aunque ahora se recuerda con cierta nostalgia, Virtual Boy fue un fracaso de dimensiones bíblicas. Para empezar, este periférico de Nintendo apenas contó con 22 títulos oficiales. Entre estos, Virtual Boy Wario Land es, quizás, el único que consigue salvarse. La aventura protagonizada por el némesis de Mario fue la única capaz de brillar entre tanto desastre. Casi treinta años después y aún con muchos éxitos por el camino, muchos siempre sacan a la palestra una consola que, por desgracia, fue incapaz de convencer a nadie.
Los Zelda de CD-i siempre aparecen entre los desastres de Nintendo
A principios de los 90, la gran N buscaba un socio para crear una consola revolucionaria. Por desgracia (o por fortuna, según cómo se mire), sus dos principales candidatos no resultaron del agrado de la compañía. Ni Sony, con quién llegó a crear un prototipo, ni Philips, empresa con la que buscó una alianza, terminaron de cuajar. Sin embargo, por diversos derechos contractuales, esta última terminó con permiso para sacar juegos licenciados de The Legend of Zelda. El resultado, como ya sabéis a estas alturas, fue tan grotesco como desastroso.
Hoy, los títulos de los personajes de Hyrule son más conocidos por ser un meme de internet que por su calidad. Link: The Faces of Evil y Zelda: The Wand of Gamelon fueron el intento desesperado de Philips para conseguir que CD-i fuera un éxito. Como el tiempo demostró, esta maniobra fue en vano. A parte de ser un fracaso comercial, los Zelda de CD-i consiguieron que tanto prensa como jugadores considerasen que eran un producto vago y pobre. Y, aunque Nintendo no estuvo involucrada en el desarrollo, sí tiene culpa de haber cedido su licencia para sacar un producto de este calibre. Por suerte, esto le sirvió para aprender. Además, de forma sorpresiva, varios artistas se reunieron para rehacer todas las cinemáticas. El resultado, si os interesa, lo podéis ver bajo estas líneas.
Wii U firma el fracaso más injusto
Es inevitable hablar de este sistema cuando tratamos los desastres de Nintendo. Pese a la visión que se tiene hoy de la predecesora de Switch, la realidad es que ni usuarios ni prensa la apoyaron cuando debían. Con los ojos llenos de nostalgia, se tiende asegurar que Wii U fue «una incomprendida» que podría haber dado más. Sin embargo, como os contamos en su historia de aciertos y errores, la gran N puso toda la carne en el asador desde el principio.
Su peculiar propuesta, el poco apoyo de terceros y un nombre que hizo a muchos creer que era una extensión de Wii provocó que, al final de su vida útil, apenas superara las 13 millones de unidades vendidas. El tiempo, además del relanzamiento de muchos de sus juegos en Switch, ha provocado que el público empiece a tener más estima por el sistema. Aún así, Wii U quedará para la historia como la consola de sobremesa menos exitosa de la compañía. Además, haber aparecido tras Wii y llegar justo antes que Switch no le hace ningún favor.
No podemos hablar de desastres de Nintendo y olvidarnos de Wii Music
Junio, año 2018. En la presentación del E3 de Nintendo, Shigeru Miyamoto irrumpía en el escenario para la locura de los allí presentes. Durante poco más de 9 minutos, el creador de franquicias icónicas como Super Mario o The Legend of Zelda presentaba a los periodistas las virtudes de Wii Music. Tras esto, el nipón invitó a varios compañeros a subir al escenario y, como seguro recordaréis, llevaron a cabo una actuación que hizo historia. Y no en el mejor sentido de la palabra.
Aunque Miyamoto lo intentó, ni las ventas ni las críticas estuvieron de su lado. Wii, un sistema capaz de vender cualquier idea, no pudo lograr que esta propuesta funcionase. En declaraciones a la revista oficial de Nintendo, Miyamoto aseguró que Wii Music tenía un gran potencial. El tiempo ha demostrado que, por desgracia, quizás no escogieron el mejor momento para lanzar el juego al mercado. Con Switch, otra consola que consigue colocar en las casas todo tipo de juegos, es posible que Nintendo le dé una segunda vida (como han hecho con Switch Sports). Sin embargo, lo lógico sería que la franquicia permaneciera enterrada en un cajón.
La ambición desmedida de Animal Crossing: Amiibo Festival
Si Animal Crossing vendía como churros y los amiibo eran las nuevas gallinas de los huevos de oro, ¿qué podría salir mal? Como Nintendo comprobó cuando lanzo al mercado este producto carente de alma, la respuesta fue ‘todo’. Japón, un país con auténtica devoción por la licencia, fue el primero que rechazó la idea. En su debut, la entrega para Wii U apenas superó las 20.000 unidades, muy por debajo de, incluso, spin-off como Happy Home Designer. De hecho, ha pasado más de un lustro y los seguidores siguen sin saber qué era Animal Crossing: Amiibo Festival.
A priori, Amiibo Festival es una fusión entre Mario Party y Animal Crossing. Aunque esta premisa parecía destinada al éxito, la propuesta no tardó en darse de bruces con la realidad: los jugadores no estaban dispuestos a pasar por el aro. Para jugar a Amiibo Festival, era indispensable tener un amiibo de Animal Crossing, como mínimo, para iniciar tu partida. Sin este, solo serías capaz de ver los créditos iniciales en bucle. Esto, sumado a que necesitas cartas amiibo para los minijuegos y que la jugabilidad está lejos de ser divertida, te da como resultado un título vacío que nadie recuerda.
Y tú, ¿qué opinas de estos desastres de Nintendo? ¿Recuerdas otro que se nos haya pasado por alto? Os leemos en los comentarios.