La razón por la que Nintendo echó el freno con los amiibo
Bueno, bonito, barato
Cuando Nintendo lanzó al mercado los primeros amiibo jamás imaginó lo que sucedería. Desde aquel noviembre de 2014, fecha en la que vieron la luz figuras interactivas de Mario, Link, Pikachu y otros personajes históricos de la compañía, el fervor por estas estatuillas no ha dejado de crecer. Lo que comenzó como una prolongación de Super Smash Bros es hoy una de las corrientes más seguidas de la industria. Juegues o no, resulta casi imposible resistirse al encanto de estos amiibo. Por ello, hoy analizamos a qué se debe el repentino parón en la creación y producción de uno de los productos estrella de los últimos años.
El auge de la novedad
Por aquel entonces Nintendo no estaba para tirar cohetes. La mala recepción de Wii U, un sistema al que el tiempo ha sabido recompensar, provocó que la compañía tuviera que trabajar contrarreloj. Tras el apabullante éxito de Wii, consola con más de 100 millones de unidades vendidas, desde el seno de la empresa no entendían qué fallaba con su sucesora. Por ello, se vieron obligados a buscar alternativas y nuevas vías de volver a conectar con un público que le estaba dando la espalda. Fruto de esa lluvia de ideas nacieron los amiibo, unas figuras interactivas que dieron un giro a la historia reciente de Nintendo.
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Al principio se centraron en los personajes de Super Smash Bros para 3DS y la citada Wii U. En la primera tanda, de doce personajes, la compañía buscó ofrecer opciones que cubrieran los gustos de todos los jugadores. Así, a parte de los mencionados al principio del artículo, otros históricos como Yoshi, Peach, Kirby o el Aldeano de Animal Crossing aterrizaron ese mismo 28 de noviembre. Durante los siguientes meses, nuevos personajes formarían parte de las distintas tandas que iban llegando al mercado. En poco menos de un año, casi 100 amiibo estaban disponibles en las tiendas para aquellos afortunados que, con la suerte de su lado, pudieran hacerse con uno.
El éxito inicial de la línea de Super Smash Bros provocó que Nintendo ampliase miras con su nueva gallina de los huevos de oro. En marzo de 2015 llegaron las primeras figuras de Super Mario, la licencia más icónica de la marca. Tras esta debutaron Splatoon, Yoshi’s Wolly World, Skylanders, Animal Crossing (que también introdujo las cartas) e, incluso, una serie de amiibo dedicada al 30 aniversario de Super Mario. Y todo esto, como podéis comprobar en la página oficial, en menos de doce meses.
Año tras año, la fama de estas figuras iba en aumento. Desde su debut, todos los lanzamientos importantes de la gran N venían con un amiibo bajo el brazo. Por eso, que propuestas como Monster Hunter Rise o Metroid Dread, por nombrar alguna de las más recientes, tengan su propia línea dedicada no es ninguna sorpresa. Más allá de su valor como elemento estético, la importancia de las figura dentro de determinados juegos es clave. En muchas ocasiones, poseer una nos dará acceso a contenido exclusivo que no se puede conseguir de otra forma. Sin embargo, pese a su fama y sus ventajas, cada vez vemos menos artículos de este tipo.
Nintendo sabe que los amiibo no son una fuente ilimitada
La razón principal de este parón repentino es evidente: ya no son una novedad. Cuando debutaron hace casi 8 años, las posibilidades eran infinitas. Super Smash Bros, Super Mario, The Legend of Zelda y otras sagas icónicas de la franquicia podían verse beneficiadas. Por ello, la gran N no dudó y comenzó a lanzar líneas protagonizadas por estas sagas. Pero, tanto tiempo después, es lógico que ya empiecen a agotarse las opciones. Aunque para esto, como ya han demostrado en muchas ocasiones, los fans siempre tienen ideas.
Aunque Nintendo dedique la mayoría de sus amiibo a series propias siempre tiene hueco para un invitado de honor. Esto, por ejemplo, ha provocado que existan figuras como las de Solaire de Astora (Dark Souls), una de las más queridas por los usuarios. Tal fue la pasión por esta que, además de agotarse al instante, muchos aprovecharon para imaginar qué otras colaboraciones podrían llevarse a cabo. Y, para sorpresa de nadie, licencias como Hollow Knight o Super Monkey Ball se llevaron el gato al agua. Además, otras como Undertale, Final Fantasy o clásicos como Golden Sun y Chrono Trigger siempre se encuentran entre los más demandados. Por tanto, aunque se enfoquen en los nuevos lanzamientos, nunca está de más consultar lo que ya tienen a mano.
Como ya habréis leído unos párrafos atrás, estos amiibo también tienen utilidades exclusivas dentro de determinados juegos. Así, una figura de la línea clásica de Ocarina of Time, por ejemplo, nos dará acceso a cosméticos de Breath of the Wild que solo pueden conseguirse así. Y, como este ejemplo, otros tantos que podríamos aplicar con numerosos títulos. Para sacar el máximo partido a estos amiibo, Nintendo sabe que tiene que preparar sus obras para ello. Puede que este motivo, sumado a la importante crisis de componentes, sean los culpables del repentino parón de este fenómeno. Sea como fuere, en los próximos meses veremos las nuevas incorporaciones a la línea de Super Smash Bros y, quién sabe, posibles figuras hasta ahora desconocidas que acompañen a los lanzamientos más importantes de Nintendo.
Y a ti, ¿te gustan los amiibo? ¿Qué franquicia crees que debería contar con su propia serie o ampliar la que ya tiene? Os leemos en los comentarios.