[Mini-Análisis] Breakout: Recharged para Nintendo Switch
46 años han pasado desde que Atari, inspirado en el mítico Pong y con Steve Wozniak entre sus desarrolladores, lanzó al mercado un clásico arcade que triunfó en todo el mundo, Breakout. Un juego con mecánica básica pero muy adictiva, que ha tenido cientos de versiones distintas a lo largo de este tiempo. Ha llegado el momento de que la misma Atari lo vuelva a retomar y nos presente una nueva secuela, que forma parte de la saga “recharged”, una serie de títulos clásicos renovados visualmente que ha ido lanzando en los últimos años.
Tabla de contenidos:
Adictivo como siempre
Por si alguien no la conoce aún, la mecánica de Breakout: Recharged consiste en mover una plataforma en la parte inferior de la pantalla, de izquierda a derecha, y hacer rebotar una bola que haga romper los bloques que aparecen en la parte de arriba y que van bajando poco a poco. Si se te escapa la bola o los bloques superiores te acaban tocando, pierdes. Una mecánica realmente simple que en esta nueva versión sigue intacta, añadiendo más elementos a la fórmula, y que lo sigue haciendo increíblemente divertido.
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Durante los distintos niveles te encontrarás bloques que serán más duros de romper, bloques que son enemigos en sí mismo y te dispararán o bloques bomba que romperán unos cuantos a su alrededor.
Pero tú no te quedarás atrás, y podrás usar una buena cantidad de power-ups, como diferentes armas destruye bloques, alargador de plataforma, generador de bloques bomba, ralentizador, bola bomba, multi-bola, etc. Estos potenciadores aparecerán al destruir uno bloques especiales que tendrás que intentar romper lo antes posible para continuar bien la partida.
Escaso en modos
El juego tiene dos modos de juego principalmente, el modo Arcade, donde tendrás que aguantar todo lo que puedas, y el modo Desafío, donde tendrás que superar una serie de niveles a cada cual más desafiante. Ambos modos se pueden jugar tanto a uno como a dos jugadores en local. No hay ni rastro de opciones online.
En el primer modo, además, podremos elegir entre 3 modalidades:
- Recargado: aguanta todo el tiempo que puedas con una sola vida y con múltiples potenciadores.
- Clásico: dispones de 3 vidas y tu objetivo será romper bloques todo el tiempo que puedas sin ningún potenciador.
- Recargado clásico: como su nombre indica, es una mezcla de los 2 modos anteriores: 3 vidas y potenciadores.
Tu objetivo será alcanzar la mayor puntuación que puedas, para así compararla con tus amigos en local o con gente de todo el mundo.
El segundo modo nos propone superar 50 niveles, donde la dificultad irá creciendo gradualmente. En algunos habrá que demostrar nuestra habilidad para poner la bola el sitio exacto, otros les darán más importancia al buen uso de los potenciadores y otros nos podrán al límite superando el nivel lo más rápido posible.
Este modo es el más divertido de los dos, porque te incita a ir superando cada nivel, teniendo un objetivo claro.
Como en el anterior, todas tus puntuaciones se irán registrando y podrás compararlas con el resto de jugadores del mundo.
Por último, hay un apartado de Logros, a modo de sala de trofeos donde irás desbloqueando los 15 objetivos que te proponen, como alcanzar cierta puntuación en el modo Arcade, hacer rebotar 3 bolas a la vez sin moverte, destruir 7 bloques con una sola bomba, etc.
Oportunidad desaprovechada
Si eres un fan de estos juegos “brick-breacking” o has jugado a unos cuantos de los cientos de versiones o imitaciones a lo largo de los años, habrás visto que todas las características o mecánicas que te he contado, no son nada nuevas. Y ese el gran problema de este título, no innova nada y Atari pierde aquí una muy buena oportunidad de rendir tributo a uno de sus clásicos más importantes, haciendo un breakout más grande, con muchos más modos de juego, opciones online y porqué no decirlo, un apartado visual más rompedor. Algunos Arkanoid (el gran imitador que se alzó en el primer puesto del podio de este subgénero) ha hecho lo mismo e incluso ha innovado más aún. Aunque lo pasarás en grande jugándolos, estos dos modos se antojan algo limitados.
Como se ha comentado anteriormente, el estilo gráfico que se ha adoptado aquí no es lo que cabría esperar para la vuelta de un clásico. Se ha optado por mostrar gráficos vectoriales y con algunos efectos. Aunque evoque a lo retro, se podrían haber esforzado más con nuevas ideas y variedad (solo hay que ver lo que hacen #Breakforcist Battle o Twin Breakers, por ejemplo).
La música en cambio, con una composición de la estadounidense Megan McDuffee, acompañan perfectamente y nunca se hacen pesadas, por muchos reintentos que hagas en cada nivel.
Con todo esto, teniendo tan reciente Tetris Effect: Connected, donde se innova mucho bajo unas mecánicas de sobra conocidos, uno no deja de pensar que se podría haber hecho mucho más.
Conclusión
Este nuevo Breakout sigue siendo igual de divertido o más que el original de 1976, gracias a una mecánica muy simple pero increíblemente adictiva. Sin embargo, Atari ha dejado pasar una muy buena oportunidad para rendir tributo a este gran clásico, desarrollando un título muy escaso en modos de juego y algo pobre visualmente. Sus 50 niveles y modo arcade te lo harán pasar en grande, pero para ser la secuela del que originó el subgénero de los brick-breacking, se espera algo más.