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[Artículo] Así debería ser la próxima consola de Nintendo

El equilibrio perfecto entre potencia e innovación

[Artículo] Así debería ser la próxima consola de Nintendo

Switch ha dejado el listón muy alto para la próxima consola de Nintendo. Desde su lanzamiento en 2017, hace casi un lustro, el sistema híbrido de la gran N no ha parado de romper récords. Con más de 100 millones de unidades vendidas gracias a sus tres modelos en el mercado, no se estima que la compañía nipona esté pensando en una sucesora. Sin embargo, aunque desde la compañía apunten a desafiar al ciclo de vida de la industria, que Switch se encamine hacia su quinto año implica que ya hay que tener la mira puesta en un hipotético relevo. Un cambio generacional que, por ejemplo, podría potenciar algunos cambios introducidos con OLED.

La próxima consola de Nintendo debe apostar por los 60 fps como norma

En la actualidad, casi un centenar de juegos del sistema alcanzan los 60fps. Por desgracia, Nintendo Switch cuenta con un catálogo que supera ampliamente los 3000 títulos. Esto implica que, aplicando las matemáticas, poco más de un 3% rinde a 60 imágenes por segundo. En este listado se incluyen Super Mario OdysseyBayonetta 2Ori and the Blind Forest, por nombrar algunos ejemplos. Mas, otros megatones como Breath of the WildMetroid DreadAnimal Crossing: New Horizons no alcanzan este rendimiento. Por tanto, aunque sus obras puedan disfrutarse a 30fps sin problema, no estaría mal disfrutar del catálogo a 60 imágenes por segundo. Sin duda, los jugadores más exigentes, e incluso aquellos que no lo son tanto, disfrutarían de las virtudes de esta decisión.

Otra característica imprescindible de la próxima consola de Nintendo debe ser contar con una mayor capacidad técnica. Pese a que Switch es capaz de aguantar el tipo con obras como Doom EternalThe Witcher 3sus limitaciones han provocado que se quede sin opciones con muchos títulos multiplataforma. Por ejemplo, Elden Ring, uno de los juegos más esperados de 2022, no llegará (salvo sorpresa mayúscula) a la híbrida. Junto a este, podríamos nombrar otros muchos ejemplos en los que, por desgracia, los usuarios de Switch se ven desplazados. Una consola con mayores capacidades implicaría, además del aterrizaje de forma nativa de estos títulos, la mejora en servicios con importancia futura como el juego en la nube. Ya se sabe, a más potencia, más juegos.

La búsqueda por la innovación tiene que continuar

En el pasado, la apuesta por la vanguardia técnica no estuvo del lado de Nintendo. Con 64 y GameCube, por ejemplo, fuimos testigos de cómo su intención de priorizar la potencia por encima de la jugabilidad no dio buenos resultados. Sin embargo, en la generación de Wii, PS3 y 360, la revolución de la compañía nipona no encontró rival entre sus coetáneas. Esta situación, similar a la actual con Nintendo Switch, demostró que cuando mejor funciona la gran N es cuando busca ser diferente. Lo logró con Wii, lo repitió con Switch y, salvo sorpresa, lo buscará (y quién sabe si lo conseguirá) con su siguiente sistema.

A estas alturas, buscar en qué puede innovar Nintendo con su próxima consola es meterse en teorías e hipótesis sin mucho fundamento. No es oro todo lo que reluce, ya que la híbrida también puede presumir de algún batacazo (véase Nintendo Labo), pero estos tropiezos son la clave de cara a dar los pasos correctos en el futuro. A priori, las mayores quejas con los usuarios están relacionadas, además de con el apartado técnico, con las opciones en línea del sistema. Pese a ser de pago, este deja mucho que desear en algunos aspectos. Por ejemplo, el chat de voz externo, una práctica ilógica que tendría que eliminarse en su futura consola.

Otro de los aspectos más criticados es las ventajas del servicio online. Antes de eliminar los me gusta, el tráiler del Expansion Pack tenía el dudoso honor de acumular el mayor número de dislikes de la historia de Nintendo. Los usuarios utilizaron este método para hacer saber a la compañía que, por un motivo u otro, no estaban contentos. En los comentarios, desglosan que el precio, la selección del catálogo y el rendimiento eran las principales razones. Por ello, Nintendo debería tomar nota con su próxima consola y, en base a estas críticas, trabajar para mejorar. Pocas compañías tienen la suerte que posee la gran N, una entidad que cuenta con una legión de fans que, pese a su poco apoyo con algunas tendencias, siguen al pie del cañón buscando que mejoren.

En resumidas cuentas, Nintendo debe tener claro qué quiere para su próximo sistema. Si ha escuchado a los jugadores, este nuevo sistema tendrá mayor capacidad técnica y apostará por aprovechar al máximo las vertientes en línea. Más potencia gráfica, aumento en la tasa de imágenes por segundo y ese toque de innovación marca de la casa son algunas de las características más demandadas por la comunidad.

Y a ti, ¿qué te gustaría ver en la próxima consola de la compañía? ¿Estás de acuerdo con nuestras sugerencias? Os leemos en comentarios.