[Análisis] Shin Megami Tensei V para Nintendo Switch
Diabólicamente divertido, toda una revolución.
Al fin tenemos entre nosotros la promesa más longeva del catálogo de Nintendo Switch. Allá por enero de 2017, Nintendo presentó la consola híbrida con un catálogo sumamente prometedor: regresos muy esperados como Splatoon 2 o Xenoblade Chronicles 2, nuevos juegos como ARMS o Super Mario Odyssey y un vistazo a The Legend of Zelda: Breath of the Wild que hizo derramar lágrimas a más de uno. Sin embargo, hay un juego que después de ese evento se resistió a volver a mostrarse en sociedad por un buen tiempo: un nuevo y misterioso título de la franquicia Shin Megami Tensei que, pocos meses después, descubrimos que se trataba de nada más y nada menos que de la quinta entrega de la serie principal.
Pasaron los años, y el silencio fue absoluto con respecto al desarrollo. Sin embargo, el año pasado, un Nintendo Partner Showcase vino a cambiar las cosas, anunciando no solo el regreso de Shin Megami Tensei III con una remasterización en alta definición, si no mostrándonos también de nuevo Shin Megami Tensei V, esta vez con una fecha para 2021: el juego existía, y se veía de escándalo. A partir de entonces, empezamos a ver muchísimo más material del juego y a conocerlo un poco más a fondo, hasta que hoy, al fin podemos contaros que ya hemos tenido el placer de jugarlo de cabo a rabo para hablaros acerca de qué nos ha parecido. Y para sorpresa de nadie, la espera ha merecido la pena.
¿El juego está a la altura de todo lo que se esperaba de él? ¿Podéis jugarlo aunque nunca hayáis tocado la franquicia con anterioridad? Seguid leyendo para resolver todas estas dudas y más con nuestro análisis de Shin Megami Tensei V, uno de los juegos de rol japonés más esperados del año que, al fin (y no, no estamos soñando), llega este mismo mes a Nintendo Switch… ¡Que comience el viaje!
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Bienvenidos a Da’at, un mundo demoníaco
En la historia de Shin Megami Tensei V encarnaremos a un estudiante del Japón contemporáneo (cuyo nombre podremos elegir) que sufre un destino fatal cuando el suelo de un túnel por el que pasaba al volver a casa se desmorona, trasladándolo al mundo de Da’at, una especie de versión de Tokio paralelo en la que todo ha sido cubierto por montañas de arena y los demonios campan a sus anchas como les viene en gana.
En medio de todo el caos, y tras estar a punto de perder la vida, conoceremos a Aogami, un misterioso personaje con el que por algún motivo seremos capaces de fusionarnos para convertirnos en el Nahobino, un poderoso ser capaz de negociar con los demonios, reclutarlos y hacerles frente. A partir de este momento, nuestra aventura para volver a casa y descubrir el mundo de Da’at habrá comenzado, encontrándonos por nuestro camino a todo tipo de personajes de lo más pintorescos.
Como veis, hemos intentado contaros acerca de la premisa del juego con los menores destripes posibles. Y es que la trama que se presenta es una que merece la pena ser experimentada por uno mismo: está llena de giros de guion y mitología que la hace compleja, profunda y oscura, a la par que interesante a más no poder. Por ende, su narrativa se ha convertido en una de nuestras favoritas en el catálogo de la consola.
Por último, por si os lo preguntabais, no es necesario haber jugado a ningún otro juego de la serie para disfrutar de este. Sí que es cierto que la entrega que se nos presenta guarda muchas semejanzas con la tercera (sobre todo en cuanto a jugabilidad, y qué decir, ¡si en este el Semioscuro hasta será un DLC!), pero podremos disfrutar del juego como nuestra primera experiencia en el universo de la franquicia sin ningún problema: eso sí, puede que, en consecuencia, se nos escape alguna que otra referencia de juegos anteriores, pero nada que sea demasiado importante o que nos pueda hacer perdernos. Lo que sí que os recomendamos es tener la sesera bien dispuesta cada vez que juguéis, porque no serán pocos los mensajes que intenta transmitir el juego, todos bastante de corte bastante filosófico.
Un Nahobino para dominarlos a todos
Debido a su jugabilidad, Shin Megami Tensei V es un juego que muchos asemejarán a Pokémon (por el factor de capturar criaturas) o con su spin-off, la serie Persona, pero estas comparaciones no podrían estar más infundadas: Shin Megami Tensei es una franquicia que lleva desde hace décadas siendo un clásico de culto en Japón, sabiendo definir el género del dungeon crawler como ninguno. Y, en este caso, Shin Megami Tensei V no se queda atrás, evolucionando en muchos aspectos que los fans querían y abriéndose a nuevos jugadores con medidas que aportan accesibilidad a la aventura.
Nada más comenzar el juego, tendremos a nuestro alcance un selector de dificultad que nos permitirá regular la intensidad de nuestra aventura (con un parche gratuito, obtendremos otra dificultad todavía más sencilla si eso no nos basta). Los juegos de la serie tienen fama de ser difíciles, y este también supone todo un reto, así que se agradece esta opción para no dejar fuera a nadie.
En Shin Megami Tensei V se premia la exploración más que en ningún otro título de la serie: podremos correr (como cierto ninja…) o saltar siendo el Nahobino, lo que nos dará muchas posibilidades a la hora de viajar por los escenarios. En ellos, podremos recoger objetos que nos encontremos por ahí, elementos que nos ayudarán a mejorar a nuestro personaje o, incluso, aceptar misiones de lo más variopintas y divertidas, muchas de las cuales servirán para activar pequeños eventos opcionales en la historia.
En este juego se acabaron los encuentros aleatorios: podremos ver en el mundo a todos los demonios con los que nos enfrentemos, y darles una estocada si queremos iniciar la lucha. Las peleas por turnos se mantienen, eso sí, pudiendo jugar con hasta tres demonios adicionales en simultáneo en nuestro equipo, con un puñado más guardados en nuestro grupo. Cada demonio tendrá sus propias habilidades con tipos que serán más o menos efectivos de acuerdo a las vulnerabilidades y resistencias de tipo que presenten los personajes.
Para reclutar a demonios en nuestro equipo, tendremos que seguir usando la técnica de la negociación, acercándonos a hablar con ellos en medio de los combates para que decidan si ser parte de nuestra causa a cambio de macca (moneda de la serie), vida, o determinados objetos. Aún con esas, habrá demonios rebeldes que se negarán a unirse a nosotros, ya sea porque les hemos dicho algo inadecuado o porque nos consideran unos enclenques.
Una mecánica digna de comentar en las peleas es la de la barra de Magatsuhi, que una vez llena, nos permitirá desencadenar ataques críticos a diestro y siniestro que, guiados por una buena estrategia, pueden determinar las partidas. Tendremos que tener cuidado, eso sí, porque esto es algo de lo que también podrán disponer nuestros enemigos.
Por último, queremos cerrar el apartado de la jugabilidad hablando de los puntos de líneas rey. El juego no tiene guardado automático (así que más os vale guardar con regularidad…), pero sí que nos permitirá poner nuestras partidas a buen recaudo en puntos repartidos por el mapa, que además, servirán como centro de curación (a cambio de Macca, claro), puntos de viaje rápido, portales a la tienda y lugar clave para mejorar las habilidades de nuestro Nahobino, así como fusionar demonios.
Lo creáis o no, la fusión será indispensable en el juego: conseguir demonios más fuertes a cambio de un par de los nuestros (siempre y cuando el resultado de la fusión no supere en nivel al Nahobino) será una poderosa táctica para hacer frente a aquellos jefes en los que nos encontremos más atascados (algo que pasará más de una vez, dada la naturaleza del título).
Delicia artística, con sus demonios
Shin Megami Tensei V es uno de los juegos con mejor apartado artístico de Nintendo Switch, y no es de extrañar, ya que el genio de Masayuki Doi está detrás de los diseños presentes en el título. Con un sinfín de demonios nuevos y que regresan, la cantidad de animaciones en el juego es brutal, más aún si se suman las constantes cinemáticas disponibles. Toda una delicia, más si tenemos en cuenta que es el primer juego de Atlus en haber sido desarrollado con Unreal Engine 4 desde sus cimientos: un desarrollo puntero que deja como resultado muy buenas sensaciones.
La banda sonora del título tampoco se queda atrás. Estando compuesta por Ryota Kozuka y Toshiki Konishi, está repleta de temas de lo más acertados, haciendo un especial hincapié en los de batalla, que suenan de escándalo y ayudan a meterse de lleno en los enfrentamientos. El trabajo de doblaje del juego tampoco es nada despreciable, estando disponible tanto con voces en inglés (versión que hemos jugado y que, os aseguramos, merece la pena) como con voces en japonés (disponible como descarga adicional gratuita en el lanzamiento) que quedan de maravilla en el conjunto.
Si tuviese que encontrar pegas al juego, sería a dos de sus apartados que no he mencionado hasta el momento. Por una parte, el técnico: hemos notado ciertas ralentizaciones en determinados puntos del juego, sobre todo cuando el Nahobino está corriendo por el mapa. Sin embargo, esto es algo que puede solucionarse con parches, y para nada es capaz de lastrar el buen hacer de un juego que, la mayor parte del tiempo, se ve estupendamente bien.
La otra crítica que hemos de mencionar con respecto al título que nos ocupa está relacionada con la localización. Todos los textos están traducidos al castellano de una forma ejemplar y con muy buen hacer (solo de imaginarnos el trabajo detrás de esto nos entran escalofríos…), pero a nivel global, Shin Megami Tensei ha llegado con una traducción «a medio cocer»: todos los «gráficos» del juego, como los menús o la interfaz de combate se encuentran en absoluto inglés. Esto, por supuesto, no conlleva grandes problemas, pero resulta algo chocante en un título de estas dimensiones.
Conclusión: Un nuevo clásico de culto que no te puedes perder
Shin Megami Tensei V es el mejor juego de la serie, así como el JRPG que todos llevábamos años esperando. Un sueño hecho realidad, con una trama a la altura, una jugabilidad que toma como base a la del Semioscuro y la mejora, premiando como nunca antes la exploración, y que nos ha encantado.
Por supuesto, no es un juego enfocado a todo tipo de jugador: ante todo, es fiel a sus raíces y a un nicho de usuarios muy concreto. Sin embargo, si te dejas engatusar por su premisa (y no te dejas vencer por su curva de dificultad), te encontrarás con uno de los mejores juegos del catálogo de la consola, así como la mayor joya de Atlus desde, por lo menos, el lanzamiento de Persona 5.
Aunque nunca hayáis probado un título de la serie antes, si os llama la atención la mitología y las historias de ficción oscura, y buscáis un nuevo título al que dedicarle varias decenas de horas, no tenéis que buscar más: Shin Megami Tensei V es la mejor opción. Con su lanzamiento, la promesa de Atlus con Nntendo Switch se ha cumplido, y ahora lo tenemos claro: podemos concluir que ha merecido la pena la espera.
Shin Megami Tensei V se encuentra disponible tanto en formato digital a través de la eShop de Nintendo Switch como en formato físico a un precio de 59,99€, contando con textos en castellano y ocupando un espacio total de 13102,00 MB.
El juego saldrá a la venta en todo el mundo este 12 de noviembre (siendo el primer lanzamiento en simultáneo para la serie en la historia, aunque en Japón saldrá un día antes) y, si sois afortunados, también podréis optar a haceros con una edición coleccionista de lo más chula que incluye una bolsa bandolera, una caja metálica, un libro de arte, la banda sonora en dos discos y el propio juego en formato físico. Elijáis lo que elijáis, ¡esperamos que lo paséis de forma endiabladamente divertida con el título!