[Artículo] Cómo afectan los videojuegos a la mente

Esta pregunta de seguro ha rondado por la cabeza de todos nosotros en algún momento de nuestras vidas. Los recientes casos de adolescentes que toman un arma y producen masacres en escuelas o sitios públicos llevan a pensar a las personas que existe algo que los está influyendo negativamente… y cuando no lo mejor para los clásicos es atacar lo actual, los videojuegos.

Actualmente está en boca de todos que los videojuegos pueden provocar cambios negativos en la conducta de jóvenes y adolescentes; hasta el punto de que hay países en que se prohíbe la vente de ciertos títulos con contenido explícito bélico o sexual ignorando que la mayor parte del comportamiento humano se desarrolla en la crianza, en la casa, con los padres o con los amigos.

En la vida de todo gamer hay un periodo en el cual los videojuegos representaron un cambio, donde nos permitieron ver nuevos horizontes, vivir experiencias, aprender idiomas o inclusive crecer en perspectiva… ¿por qué trivializar todo a causa de unos casos en concreto?

Entonces, cuando se hace todo un espectáculo mediático sobre la adicción a los videojuegos y no sobre la adicción a la televisión, series o la falta de valores en los hogares, ¿no se está siendo poco objetivos con la realidad?

Hay estudios que dicen que las personas que juegan moderadamente (como todo en esta vida los excesos son malos) pueden expresar mejor sus sentimientos, pueden aliviar sus frustraciones y rabias; y mejor aún, la era online ha permitido que personas con dificultades para relacionarse tengas amigos y conexiones en el mundo rompiendo barreras étnicas preestablecidas; sin embargo fíjense como se viene gestando la adicción a los videojuegos como un problema de salud mental sin tener claras las bases de lo que es un juego responsable y nutritivo.

Es el momento de que los gamers que arrancamos desde el corazón, que logramos nuestros objetivos, que tenemos hogares, trabajos y sueños alcemos nuestras voces;  del ejemplo se aprende mejor que de la teoría. No son los videojuegos quienes te definen, eres tú mismo y tu entorno.