[Análisis] A-Train: All Aboard! Tourism para Nintendo Switch

Puede que os parezca curioso, pero lo cierto es que la franquicia del juego que os traemos hoy lleva mucho tiempo con nosotros, más del que podamos pensar. Y es que A-Train es considerada la serie de construcción urbanística por excelencia en Japón, con entregas que se remontan a 1985 y que van extendiéndose a todo tipo de plataformas, habiendo generado un curioso culto de amantes de los trenes que, si bien se sitúan en todo el mundo, radican principalmente en Japón.

Así pues, gracias a la labor de Nintendo y Artdink, hoy os traemos nuestro análisis de la versión más reciente de la franquicia para Nintendo Switch, A-Train: All Aboard! Tourism, título que, además de incluir diversas novedades que los fans agradecerán, supone una buena puerta de entrada para la serie de cara a todos aquellos a los que les pique la curiosidad su encantadora propuesta de nicho.

Dicho todo esto, ¿qué nos decís? ¿Estáis preparados para explorar junto a nosotros lo que tiene por ofrecer este juego? Lo cierto es que en esta ocasión esperamos no enrollarnos mucho, pero intentaremos daros una idea general del título de la mejor forma posible y resolver todas vuestras dudas. ¡Vamos allá!

¡Pasajeros al tren!

Nada más arranquemos el juego, se nos pedirá que introduzcamos nuestro nombre y creemos una tarjeta de visita para nuestra compañía ficticia, asignándonos poco después una secretaria y distinto personal de lo más pintoresco que estará enfocado en facilitarnos un objetivo en común: ir recreando a nuestro gusto la arquitectura de las distintas épocas de Japón.

Para ello, nos serviremos de todo tipo de herramientas, que estarán ubicadas en multitud de menús de una complejidad enorme, con muchas opciones de personalización y posibilidades que resultan abrumadoras. Sin embargo, no podemos dejarnos guiar solo por la emoción, ya que siempre tendremos que ajustarnos a un presupuesto determinado que nos permita construir los proyectos que requiramos pero sin pasarnos de la raya.

Lo cierto es que la experiencia que propone el juego resulta satisfactoria una vez se le coge el truco, pero no deja de resultar chocante para primerizos, algo que se arregla con una inmensa cantidad de tutoriales (eso sí, todos en inglés, como el resto del juego) que nos guían a través de todas las posibilidades que el título ofrece. Todo un sueño para los amantes de los trenes, que puede convertirse en un tedio si no estamos especialmente interesados en su mundo.

Personalizar nuestra flota de vehículos, decidir por dónde van a circular, fomentar el desarrollo urbanístico y jugar con las acciones a nuestra disposición son las principales acciones que llevaremos a cabo para hacer que nuestra empresa salga a flote, nuestras ciudades florezcan y todo se desarrolle de forma fructífera. Todo un reto, si me preguntáis, pero que más de uno disfrutará.

Una experiencia selecta

Cuando os hablamos de A-Train, nos referimos a un juego de nicho destinado a un público realmente concreto. Ya que, como os comentamos, es sumamente completo, pero tiene otras carencias que puede que echen para atrás al usuario promedio. Además de su complejidad, por ejemplo, nos hemos encontrado con pantallas de carga extensas y numerosas, y menús algo densos que podrían estar planteados de una forma más amigable de cara al usuario.

Si a eso le sumamos la ausencia de una comunidad en línea sólida (es decir, gente que sube sus creaciones para que podamos echarle un vistazo, algo que tendría que ser un pilar del juego) y la ausencia de localización en castellano, aún siendo un título en formato digital lanzado a precio completo, nos deja con lo que ya sabíamos que era: un juego de absoluto nicho dedicado a un tipo de jugador muy concreto.

No obstante, hay más de lo que hablar. Personalmente, lo que más nos ha gustado es su apartado artístico, a cargo de Yuji Himukai, creativo conocido por prestar su pincel a la franquicia de Etrian Odyssey. No podemos decir lo mismo de los modelos presentes en el juego, que si bien no dudamos de que son fieles a la realidad, no dejan de pecar de sobriedad.

Finalmente, el apartado sonoro está bien, con una banda sonora animada y agradable de jugar que acompaña a las partidas de forma satisfactoria, pero que tampoco resulta nada del otro mundo ni agrega nada destacable a la experiencia. Lo mismo podemos decir del apartado técnico; y es que aparte de las esperas por las pantallas de carga, no hemos experimentado ralentizaciones u otra clase de problemas, así que en ese aspecto tampoco tenemos nada que objetar. Al fin y al cabo, los trenes han de funcionar bien, o si no… la cosa descarrila.

Conclusión

El juego del que os hemos hablado hoy es, sin lugar a dudas, el simulador de construcción urbanística centrado en trenes más completo que os podéis echar a la cara, con múltiples opciones de personalización de todo tipo, menús muy complejos y ricos y funciones que son de agradecer, como la posibilidad de compartir creaciones en línea o viajar a través de distintas épocas del país nipón para conocer más de su arquitectura a través de los años.

Por supuesto, si todo lo que os hemos contado os apasiona, o al menos os suena interesante, os recomendamos encarecidamente que le echéis un vistazo al título. Sin embargo, si lo citado no es lo vuestro, tampoco os preocupéis, simplemente este juego no es para vosotros. Pensadlo así; al menos probar esta entrega es una buena manera de acercarse a una afición muy popular para mucha gente, y de paso conocer más la labor de Artdink, que apostamos que estará en boca de todos el año que viene gracias a su trabajo por el esperado Project Triangle Strategy. Hay juegos para todos, y eso es lo que importa. Así que, ¿qué me decís? ¿Os subís al tren de A-Train? ¡Os estamos esperando!

A-Train: All Aboard! Tourism ya se encuentra disponible en formato digital en la Nintendo eShop de Nintendo Switch a un precio de 59,99 €, ocupando 2717,00 MB en la memoria de la consola y únicamente en un perfecto inglés.

Por otro lado, también tenéis una demo a vuestra disposición para probar el juego por si os llama la atención. ¡Siempre le podéis echar un vistazo a ver si os atrae! Puede que dentro de vosotros se oculte un verdadero amante de los trenes.