[Análisis] Gnosia para Nintendo Switch
Gnosis. Una palabra bastante inusual que, si buscamos en el diccionario, porta la siguiente definición: Ciencia por excelencia, sabiduría suprema. Gnosia. Se dice de aquel humano infectado por una misteriosa raza extraterrestre que amenaza con destruir la vida terrícola mediante engaños y mentiras. También, resulta ser el nombre del juego del que os hablaremos hoy.
Habiendo sido lanzado únicamente en Japón hace un par de años para la ya inactiva por aquel entonces PlayStation Vita, Gnosia se había convertido rápidamente en un título de culto para la crítica y el público nipón, cosechando notas de sobresaliente y buenas palabras de aquellos que habían experimentado el título. Por eso, es lógico y natural pensar que una empresa como Playism se haya interesado por el proyecto una vez que se anunciase que este llegaría a Nintendo Switch, recibiendo una localización al inglés y un lanzamiento mundial.
Debido a eso es que hoy os podemos hablar de este juego, una de las grandes sorpresas que nos ha dejado este año que recién está comenzando aún. Un título que desafía las bases del medio contando una historia original y fresca con unos personajes interesantes y unas dinámicas muy acertadas. ¿Queréis que os contemos más acerca de Gnosia? Pues relajaos, abrochaos bien el cinturón, y recordad, no os fiéis ni de vuestra sombra.
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¿A quién creer?
Nuestra historia comienza como lo haría cualquier juego del lobo, o de Among Us, sí eso os es más cercano. Somos un tripulante (cuyo nombre, así como otros atributos, podremos elegir) a bordo de una nave donde estamos encerrados con más personas. No obstante, una de ellas en realidad no es un humano corriente y moliente, si no un Gnosia, una criatura que se alimenta del engaño para acabar con sus víctimas, ¿y cómo podemos vencerla? Descubriéndola y linchándola entre todos antes de que sea tarde y el sistema de seguridad de la nave acabe por acabar con la amenaza de cuajo: sesgando también nuestras vidas. Para evitarlo y dar con el culpable, tendremos que averiguar por medio del diálogo y la lógica qué persona es la más sospechosa, y lograr convencer al resto de que nos hagan caso, intentando descubrir al ente que amenaza con destruir la seguridad de todos.
Contándolo así, pareciera que os hablo de un juego arcade y repetitivo, pensado para partidas cortas e insustanciales, pero nada más lejos de la realidad. Aunque sí bien es cierto que la historia se divide en bucles donde las partidas de encontrar al impostor se van sucediendo, lo cierto es que conforme va avanzando la cosa, se nos cuenta una historia global con su propio final, donde podremos descubrir quién somos realmente y cuál es el objetivo real detrás de este juego.
Para ello, al título no le tiembla el pulso a la hora de romper con la cuarta pared, a medida que nos va presentando, lentamente pero sin pausa, cada vez a personajes más extravagantes y carismáticos, todos con un diseño de personajes exquisito que incluso nos hace dudar de la naturaleza indie de la producción por lo cuidados que están.
En resumidas cuentas, usando de base los fundamentos del clásico juego de mafia (o del lobo, como lo queráis llamar) como hicieron en su momento otras novelas visuales como Raging Loop, Gnosia es capaz de reinventarse con cada partida, ampliando su abanico de opciones disponibles para crear una experiencia divertida, que funciona e intriga a partes iguales, haciéndonos creer que su mundo se encuentra vivo ante nuestras narices. Es, sin duda, un título que destaca con creces en lo narrativo, y se agradece.
Una obra imperdible
Como os comentamos, las partidas de Gnosia se dividen en bucles, los cuales están compuestos por días (momento de debate con el resto de personajes donde podremos acusar, defender y pedir pruebas) que acaban en una votación para linchar a alguien y noches, momento en el que los Gnosia matan a alguien y el resto de personajes usan sus habilidades para intentar desvelar la verdad.
Esto último es algo que el título hace muy bien, ya que va ampliando su abanico de posibilidades muy poco a poco, empezando por un solo Gnosia y un puñado de integrantes y acabando con partidas donde hay varios enemigos a localizar, así como tripulantes con el rol de disruptores, ángeles guardianes, investigadores y otras tantas funciones que se entrelazan en debates de más de diez jugadores donde todo se descontrola y el caos intenta reinar ante la lógica. Por supuesto, eso sí, llegará un punto en el que nosotros mismos podremos configurar los ajustes que regirán los bucles, determinando qué rol queremos tener si así lo deseamos para que las partidas se hagan lo más llevaderas posibles.
Otro punto a destacar de la jugabilidad es el de nuestros atributos, los cuales podemos malear en nuestra habitación durante las noches (momento en el que se usan las habilidades) conforme vayamos subiendo de nivel para definir factores como nuestra credibilidad a la hora de acusar a alguien, nuestra habilidad para escapar del foco de atención, las respuestas que podemos dar ante determinadas situaciones y otras tantas cosas que nos permitirán salirnos con la nuestra hasta en los momentos más peliagudos. Todo un acierto que hace que las partidas de cada jugador sean distintas las unas con respecto a las otras.
Al final, al haber tantas posibilidades, cada bucle acaba de forma distinta, ya sea con nosotros asesinados o linchados, como con los Gnosia ganando al equipararse al número de tripulantes, o con nosotros derrotándolos al desenmascarándolos. A fin de cuentas, el resultado de las partidas da igual y no afecta demasiado al desarrollo de la historia principal, la cual se guía, sobre todo, por el número de bucles (es decir, partidas) que hayamos completado para así avanzar con su narrativa.
Conclusión
Poco más os podemos contar acerca de Gnosia que no vayáis a saber experimentándolo por vosotros mismos. Es un juego complejo, reiterativo, y ciertamente no apto para todos los paladares. No obstante, eso es gran parte de lo que lo hace único; una gran obra con un apartado artístico de alucine y una banda sonora que, contando con pocos temas, consigue crear una atmósfera idónea para la historia que se intenta contar. Una auténtica pasada.
Por supuesto, como siempre digo, no hay luz sin sombra, y es que a fin de cuentas, este es un título indie de nicho y, para colmo, altamente experimental, así que podemos olvidarnos de cosas como contar con un doblaje para el elenco de personajes, o mucho menos con una traducción al español. Una lástima, pero ya deberíamos estar agradecidos con que haya podido llegar en inglés a nuestras tierras, algo que muchos tachaban de improbable hasta el anuncio de su lanzamiento en nuestra querida consola híbrida.
En resumidas cuentas, no os vamos a engañar: Gnosia es, ante todo, un proyecto pasional. Una joya de esas que se encuentran solo muy de vez en cuando, y un título que probablemente pasará por fuera del radar de gran parte de la base de usuarios de la consola. No obstante, eso solo nos da más razón para reivindicarlo, y celebrar que hoy en día puedan hacerse títulos como este, que tanto nos transfieren a otras franquicias, también de nicho, pero excelentes, como Danganronpa o, sobre todo, Zero Escape. Un viaje que no os querréis perder.
Gnosia ya se encuentra disponible en formato digital en la eShop de Nintendo Switch, a un precio de 24,99 €, estando localizado al inglés y pesando solamente 478,00 MB. Creednos, tenéis que jugarlo.