[Análisis] Aqua Kitty UDX para Nintendo Switch
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Cuando el mundo se queda sin leche…
…y este está lleno de gatitos sedientos, la única opción es drenar la corteza terrestre, la cual, como todos bien saben, es una fuente inagotable de leche según la aventura de Tikipod. Nuestra misión como miembro gatuno será proteger a los mineros del fondo oceánico que se encargan de extraer el preciado néctar blanco, ¿cómo? A patas de un glorioso submarino. Cosa necesaria visto la cantidad de peligros que inundan el lecho marino, unos robots con alta tolerancia al agua por lo visto. Con un bofetón de nostalgia, el título arranca con una pantalla de presentación con la tipografía, arte y saturación exacta que pide el juego. Es hora de destruir un par de robots.
En la variedad está el gusto
Aunque la versión original del título no estaba tan llena como ahora, la versión UDX que nos llega a Switch cuenta con hasta cuatro modos de juego a cada cuál más interesante. Las bases son más o menos iguales para todos ellos, una zona de agua donde podremos salir por un lado para aparecer por el otro (hola nieto del “Defender” de Williams) y unos operadores a los cuales salvar de los tentáculos de las medusas. Un disparo simple y otro más poderoso que gastará una barra de energía sin olvidar un par de power-ups que mejorarán/modificarán temporalmente nuestro armamento.
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Pero volviendo a los modos, el primero sería el “Classic”, es el más parecido al juego de salida allá por el 2016, en este, deberemos ir superando mapas y sus oleadas hasta que lleguemos a un boss de zona. Una vez lo superemos, pues no suele ser mucho desafío, avanzamos a al siguiente zona y así hasta el final. El reto reside más en la puntuación que en la propia meta, de hecho, te insta a que intentes superar las clasificaciones mundiales.
El modo “Arcade” se basa en como el propio nombre indica, ver hasta donde llegamos sin ser destruidos. Aunque los mapas y objetivos son los mismos que en el “classic”, la dificultad está bloqueada y la forma en la que mejoramos la nave es distinta. Una vez explotes, que lo harás, tu puntuación se sumará y querrás volver a jugar para intentar conseguir un par de puntos más.
“Ininite Espresso” es un modo survival puro y continudad donde todo acaba cuando llegues a cero vidas. Aquí la pantalla se llena realmente de enemigos, por suerte, no debes preocuparte por tus compañeros gatunos porque no debes proteger a nadie más que a ti mismo.
El último de la lista y el último en implementarse al cartucho se llama “Dreadnought”, para mi parecer, uno de los más interesantes (sobretodo después de pasarse los anteriores modos). En este, nos enfrentamos hasta a 13 buques enemigos de gran tamaño, cada uno de ellos con una estructura diferente la cual hay que destruir antes de que expongan el núcleo el cual reventar a disparos.
¡Y ahora con más gatitos!
Llega el momento de separar los joy-con y de tener que ir al menú de Switch para cambiar la orientación de los mandos. Straps de colorines y ya estamos listos para jugar. Con todos los modos disponibles, empezamos por el “clásico” y en este descubrimos lo cómodo que es jugar con alguien. A pesar de no expandirse la cámara, ningún jugador puede “arrastrar” al otro cosa de agradecer. Los power-ups no son compartidos como es lo habitual, pero sí la muerte. Si uno de los jugadores pierde todos sus corazones, ambos explotan. Algo un tanto frustrante para el que estaba vivo, por lo que hubiera estado estupendo un modo de poder resucitar.
Mis Conclusiones
Lo bueno: Un dirección artística la mar de acertada y resultona, apartado que también afecta a música, que se desenvuelve de una manera excelente. Las graciosas frases del guion. Merece la pena por los escasos 8€ que cuesta (ha estado a 3,5€ en oferta).
Lo feo: Sobre decisiones de arte no hay nada escrito, pero seguramente no sea el único que frunció ligeramente el ceño cuando la primera vez que toca un power-up este le quita un preciado corazón. Si no quieres que te lo quite, simplemente le debes disparar antes. No debería ser más problema si en alguna ocasión he perdido la última vida por culpa de una cosa que supuestamente está ahí para ayudar.
Lo raro: Puede que sea cosa totalmente mía (de ahí que esto se llame “mis conclusiones”), pero el sistema de mejoras en el modo Arcade o no es del todo óptimo, o no he conseguido hacerlo bien. Cada vez que coges una gema, tienes la opción de usarla sobre la primera mejora, o esperar, coger otra, y que te permita mejorar la siguiente, pero no la anterior. Una especie de “ruleta” en la cual tienes que invertir las limitadas gemas para mejorar lo que quieres. Quizá sea porque el disparo en tres direcciones es muy jugoso, por lo que entiendo que necesites ahorrar más, pero el problema principal reside en que las mejoras se reducen con el paso del tiempo. Por lo que como que no me renta ahorrar hasta las últimas mejoras por tema de DPS.