[Análisis] Airheart – Tales of broken Wings para Nintendo Switch

No engañaré a nadie, soy un gran admirador y fan de los juegos de aviones. Me da igual si su toque es de simulación o es un poco más arcade, tampoco si pilotamos desde fuera en 3ªpersona o si nuestra perspectiva es desde dentro de una cabina. Lo importante para mí es la sensación de vuelo con cada una de las naves y el cómo el pilotaje cambia más o menos en función del avión que utilice. Airheart – Tales of broken Wings es un juego distinto, rompedor en su apartado gráfico y fácil a los mandos. No, no esperéis un título de aviones realista y rompedor, pero sí un juego donde los minutos se os pasarán volados, nunca mejor dicho.

Cuando el contexto es intrascendente

Para empezar, algo que viene siendo un habitual en una gran cantidad de títulos indies, la historia es, simplemente, un mero empujoncito para que nos enteremos del contexto y nos situemos en la acción. No busca ser profunda ni abrumarnos con cinemáticas eternas, para nada. Es más, bajo mi humilde opinión, diría que el “intento” de historia que lleva a cabo el juego es perfectamente innecesario, puesto que podrían habérsela ahorrado y no habríamos notado, absolutamente, ningún cambio. Cuando llevéis más de 40 minutos jugando os daréis cuenta de que se os habrá olvidado por completo por qué estáis haciendo lo que hacéis salvo por progresar y conseguir más dinero.

De todas formas, el juego nos pone en la piel de Amelia cuyo padre le salva de una vida en tierra de lo más precaria. Postergada a una vida en las nubes, muy del estilo Bioshock Infinitive, su día a día, y el nuestro, será el de ir a pescar peces voladores que se amontonan en la estratosfera. Su fin no es otro sino el de ser mejor para que su padre, allá donde esté, se encuentre orgulloso de su propia hija. Busca el sentimentalismo, pero no lo consigue, principalmente porque la historia es casi nula. Una pena porque podría haber dado mucho de sí.

Pescando en los cielos

La finalidad del juego ya la hemos comentado, tendremos que pilotar y capturar las mejores presas. Es muy divertido moverse por el escenario y lanzar nuestro arpón para capturar ese espectacular pez que tanto oro nos va a hacer ganar. ¡Ah, pero eso no es todo! En los cielos nos deberemos de preocupar de que los piratas que los surcan no nos dejen “en el chasis” mientras capturamos más y más pececillos. Por cierto, cuidado si os derriban porque deberéis de evitar chocaros con nada de camino a casa. La acción es la típica de un dual twin-stick shooter, mientras con el stick izquierdo movemos la nave, con el stick derecho iremos controlando la dirección de nuestros proyectiles. El disparo, la esquiva de proyectiles, el movimiento… todo ello hace del gameplay algo divertido y adictivo. Además, a medida que ganemos dinero, podremos gastarlo para adquirir otras partes para el avión o en nuevas armas, así encontraremos el estilo que se adapte más a nosotros. ¿Queréis un avión rápido y ágil para que no os alcance ni un disparo? Podéis hacerlo. ¿Queréis todo un acorazado con una gran armadura y que siembre el miedo en el cielo? ¡También! Es verdad que no hay una infinidad de partes, pero creo que su número es más que suficiente.

A todo ello, en los cielos deberemos de hacernos con cajas que llevarán diversos tipos de piezas que nos servirán para, en el taller, crear partes o armas para nuestro avión. La creación es muy particular, no me gustaría desvelar nada para no entrar en spoilers, pero nos planteará un puzle de lo más intuitivo y curioso que nos provocará para que lo probemos una y otra vez para dar con la tecla. La jugabilidad del título es muy adictiva, divertida e ideal para esas típicas partidas cortas a las que tanto se presta Nintendo Switch por su portabilidad. Esos momentos donde tenemos 15 o 20 minutos libres y queremos descansar con algo sencillo, pues Airheart es perfecto para ello.

Añadir que disponemos de un modo cooperativo local bastante interesante que nos permitirá compartir nuestras aventuras con otros amigos. Es divertido, si bien es cierto que he notado caídas drásticas de los fps en momentos muy puntuales.

Apartado artístico indie con corazón de triple A

Mientras que algunos títulos de aviones de esta índole buscan el frenetismo y la confrontacin, Airheart busca ser algo más calmado y su diseño artístico ayuda a que así nos lo tomemos. Los escenarios, a pesar de que son repetitivos con el tiempo, nos sorprenden con una paleta de colores y un diseño sin igual. Movernos por ese cielo lleno de arboledas, estaciones y peces de lo más dispares en morfología y color, hacen que nuestro periplo sea muy llevadero. Debo ser claro, la jugabilidad no inventa gran cosa, pero su apartado artístico me ha enamorado. Son de estos juegos donde sufres ese enamoramiento rápido gracias a su magnífico diseño y al haber escogido de forma perfecta sus colores. Un gran trabajo por parte de Blindflug Studios.

El sonido es el otro lado de la moneda. No podemos negar que se adapta muy bien a las dos situaciones que tiene el juego: los momentos de pesca tranquila, sin casi piratas; y los momentos donde nos vemos rodeados de enemigos. Sin embargo, las melodías que resuenan son algo plomizas y martilleantes. Parece que no se le dio tanta importancia a el apartado sonoro como a los gráficos.

Conclusiones

Airheart – Tales of broken Wings es un juego ideal para esos momentos de desconexión. Estamos ante un juego de fácil acceso, cuya dificultad no suele ser problemática y que engancha al jugador con el querer desbloquear una nueva parte para nuestro avión. Si bien la historia podemos completarla en unas 10-12 horas, tampoco es que estemos ante un adalid de la narrativa. No obstante, sus gráficos y su maravillosa paleta de colores nos transportarán a un mundo de ensueño donde pescar jamás fue tan divertido.

Airheart está disponible en la eShop de Nintendo Switch a un precio de 14,99€ y pesa un total de 854,59 MB.