[Análisis] The Inner World para Nintendo Switch
Las aventuras gráficas nunca me han interesado mucho, ya sea porque las he visto aburridas debido a la poca libertad que ofrecen al jugador o por su estructura por niveles. Pero no ha sido hasta que he jugado a The Inner World que he conseguido apreciar este género como es debido, y aunque pueda parecer exagerado, creo que este juego es el referente moderno de este género, lo que fue Monkey Island en su día.
La historia es el apartado más importante en este tipo de juegos, y su objetivo va más allá de entretenernos, lo que verdaderamente busca es transmitirnos emociones, ponernos ante dilemas morales e involucrarnos en su mundo. En este apartado no tengo ninguna queja, la trama es excelente y nos mantiene pegados a la pantalla todo el rato, aunque es verdad que no llega a tener la profundidad de un juego como Xenoblade Chronicles 2 (lo que es comprensible teniendo en cuenta que The Inner World apenas dura 10 horas). Durante nuestra aventura vamos a encontrarnos con todo tipo de criaturas y personajes que nos van a ayudar (o no) a completar nuestro viaje. Cabe recalcar que todos están excelentemente escritos, y que tienen unas motivaciones y un carácter muy bien definidos.
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Pero para que una historia brille, tiene que haber un mundo a la altura que nos impulse a descubrir hasta el último rincón de él. En este caso el mundo está rodeado por una nube de misterio que se irá disipando a medida que avancemos en la trama. Este es la premisa con la que abre el juego: “La ciudad de Asponia tiene tres fuentes de aire que son el motor de la vida, a lo largo de los años se han apagado dos de las tres, y tú, después de una caída desafortunada, sales a investigar estos sucesos como el ayudante del emperador. Durante las casi 10 horas que dura el título, nos vamos a ir dando cuenta que la gente no es tan feliz como parece y que están muy controlados por la religión, ya que se cree que dentro de las tres fuentes se encuentran tres deidades distintas que castigan a los infieles”.
Como ya he comentado, el apartado juagable es el que más flojea en estos juegos, y este caso no es distinto. En el momento de seleccionar un objeto para interaccionar con él, tienes que dar mil vueltas por el resto del escenario en caso que no esté cerca, ya que sigue un patrón de selección bastante tosco. Pero aparte de esto, no tengo ninguna queja, la mayoría de puzzles son entretenidos de resolver y presentan un buen desafío. Si eres ese tipo de persona a la que le cuestan mucho, puedes apretar ZL (el gatillo derecho) y te llevará al menú de consejos que te irá dando las diferentes soluciones poco a poco, para que puedas decidir pasarte el juego sin pensar, o solo utilizar esta herramienta en los más difíciles.
La ventaja de los juegos indie sobre los triple A es que pueden arriesgarse más tanto en el apartado visual como en el sonoro, teniendo como excepción a Nintendo con juegos como The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Gracias a esto obras como Firewatch o Celeste (entre muchas otras) son posibles hoy en día, ya que la gente se está empezando a cansar de la estética ultra realista. En este caso, The Inner World opta por un estilo dibujado a mano, que recuerda a Cup Head, pero sin esa calidad y nivel de detalle que tanto lo caracterizan. Los personajes con más peso en la trama tienen un diseño muy bueno, como el monje que te encuentras en el bar, o los investigadores del bosque, por poner dos ejemplos. Pero hay otros, que acostumbran a ser secundarios, que tienen un diseño cuanto menos vago como el guardia de una de las fuentes, o el puercoespín, que directamente es ofensivo.
Donde brilla más este apartado es en los escenarios, que tienen un diseño excelente y camufla los puzzles de una manera tan magistral que no parecen puestos artificialmente. Para concluir este apartado, también es necesario recalcar que la paleta de colores elegida para pintar el mundo es la más acertada, sobretodo las diferentes tonalidades de azul. La banda sonora mejora el juego mucho, explorar su mundo está bien, pero hacerlo mientras suena su música es mucho mejor. Al tomar un papel secundario y no de dirigir el ritmo de la aventura, hace que se sienta más melancólica. Esta tiene un tono triste (como todo el juego) que le queda muy bien. A veces menos es más.
Este título está disponible en la eShop por un precio de 11,99 euros, y ocupa 1470,10 MB.
En resumen, este título se aprovecha de las capacidades técnicas del momento sin perder una pizca de personalidad. Hará las delicias de todo fan del género y permitirá a los nuevos adentrarse en él. Los puzzles pueden llegar a ser bastante desafiantes, pero en caso de que te encalles hay la opción de recurrir a los consejos que te da el juego.