[Análisis] STONE para Nintendo Switch
Convict Games ha decidido traer su peculiar obra, STONE, hasta nuestras Nintendo Switch. Se trata de un título con un trasfondo adulto y un buen puñado de ideas que han querido unir y ofrecer una obra única. ¿Lo habrán conseguido? Vamos a comprobarlo.
Tabla de contenidos:
Comienzos fuertes que se difuminan
STONE empieza fuerte, y es que arrancamos directamente con nuestro protagonista (cuyo apellido pone título al juego) en la cama de una habitación desastrosa y con un dolor de cabeza que bien podríamos a achacar a una noche donde el agua no es precisamente el protagonista.
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Despertamos recibiendo una llamada que nos hace ver que la pareja de STONE, Alex, no está casa con él y puede tratarse de un secuestro. Hasta aquí dejare de contar la trama, para no incurrir en ningún tipo de spoiler. Pero nuestra misión, como imaginaréis, es saber dónde está Alex, por qué hemos recibido esa llamada y qué es lo que ha pasado la noche previa a nuestro dolor de cabeza.
Así, de lleno, pasamos a manejar a STONE, un Koala con camisa hawaiana y con pintas de canalla, del que pronto sabremos que es un investigador privado venido a menos. Para averiguar qué ha ocurrido, seguiremos la dinámica típica de una aventura narrativa: registrar localizaciones y objetivos, accionarlos con un botón para averiguar qué esconden, hablar con otros personajes que iremos encontrándonos…etc. Todo ello con un ambiente que parece una combinación entre el noir y las películas de serie B americanas.
De primeras, si todo esto hubiese estado bien ejecutado, resultaría bastante interesante. De hecho, su historia es lo único que puede salvarnos. Y es que pronto vemos que el ir de un lado hacia otro o investigar algunos objetos, a veces es solo por adornar. Falta bastante profundidad en determinadas acciones y diálogos que quedan vacíos y cuya interacción empaña en gran medida una trama con buenas ideas, pero algo mal ejecutadas.
En estos títulos, el peso narrativo es muy grande. De hecho, se agradece la traducción de los subtítulos al español (latino). Es una traducción de textos muy mexicana, donde “chingada”, “wey” o “pendejo” tienen presencia en muchos de los diálogos. Y esto no es ningún problema, ni mucho menos. Lo que sí lo es son las frases que no quedan completamente traducidas, donde se pierde la coherencia del diálogo o faltas ortográficas que impactan bastante. Siempre podemos quedarnos la versión anglosajona de los subtítulos acompañando a las voces en este mismo idioma.
Observando y escuchando las pistas
Si hablamos del apartado técnico de STONE, ya os puedo decir que el apartado gráfico no es algo que enamore. De nuevo encontramos buenas ideas que se quedan a medio camino en su ejecución. El hecho de contar con animales humanizados, desde el protagonista hasta el resto de NPC, hubiera sido un acierto si los diseños hubieran acompañado mejor. En el caso de los personajes secundarios, la mayoría dejan un sinsabor y esa sensación de que todo podría haberse trabajado más.
En el caso de STONE, el protagonista, se percibe algo más de detalle, con ese koala gigante que viste camisas hawaianas y gafas de sol. Sin embargo, ciertos defectos gráficos como el clipping en determinados momentos y el vacío de la mayoría de escenarios, hacen que el apartado gráfico sea un apartado bastante mejorable.
En cuanto al sonido, este apartado salva mejor la papeleta. Las voces en inglés cumplen con el estilo del título, y las canciones que se incluyen, aunque no poseen una gran variedad, acompañan bien a nuestra aventura, destacando los ritmos tecno y hip hop.
Stonus interruptus
No llegamos a conectar realmente con STONE. Y es que, ante unas dinámicas bastante superficiales y predecibles, una jugabilidad limitada con falta de opciones (no importa las respuestas que escojamos, llegaremos a lo mismo) y los errores técnicos anteriormente nombrados, se le suma una duración que no alcanza las dos horas. Eso es lo que nos durarán los cinco actos más un epílogo en los que se divide el juego.
Y es una pena que todo quede ten a medias, pues se nota que STONE tiene buenas ideas de fondo, que quiere dar giros con una trama que, más elaborada y con mejor ejecución, habrían calado mucho mejor en el jugador.
No tenemos ningún otro aliciente. Contamos con algunos extras como ver películas del cine mudo en una especie de sala de cine, escuchar los temas musicales del juego, contemplar unos cuantos artes del juego o acceder a un glosario de “términos” que nos explican algunas expresiones que comúnmente utiliza STONE. Nada más.
Conclusión
STONE es una aventura narrativa que se queda a medio camino en todo lo que trata de conseguir. Tiene buenas ideas y una trama interesante, pero le falla su ejecución: falta de profundidad, errores técnicos y una duración ridícula hacen de él una experiencia discreta. Si buscáis aventuras de este tipo o similares, tenéis varias opciones en Nintendo Switch mucho más interesantes. Pero si queréis echarle unas partidas y descubrir una trama que no está mal pensada, ya lo tenéis disponible en la eShop de Switch al precio de 14,99 €. Necesitaréis un total de 5 GB en vuestra memoria para instalarlo.