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[Análisis] Moving Out para Nintendo Switch

Team 17 y SMG Studio traen hasta Nintendo Switch a Moving Out, un título que pretende hacernos ver en una mudanza una de las actividades más divertidas que podemos llegar a realizar. ¿Conseguirá su propósito? Vamos a comprobarlo en este análisis.

Sea como sea, hay que transportarlo

La premisa de Moving Out es realmente sencilla: formamos parte de Smoorh Moves, una compañía de mudanzas que pretende hacerse un nombre dentro de la ciudad de Packmore. Para ello, iremos cumpliendo con encargos que, poco a poco, se irán haciendo más enrevesados y complicados.

Comenzaremos con pequeñas casas, pero no por ello estarán faltas de complejidad. Aquí empezamos a ver cómo el diseño de los niveles está realmente pensado para ofrecernos diferentes y desternillantes alternativas para realizar nuestras mudanzas: atravesar ventanas, saltar patios, romper todo lo que se nos ponga por delante… y no os preocupéis, lo que importa es que las cosas lleguen, el cómo lleguen es secundario.

El título nos da la posibilidad de jugar de forma individual o en compañía. Y aquí es donde Moving Out multiplica su gracia: jugarlo con amigos en el multijugador local supone grandes cantidades de risas y alguna que otra frustración. ¿Puedes pasarlo y disfrutarlo solo? Sí, pero pierde gran parte de la gracia.

Como decíamos, iremos superando estos niveles que nos indican el número de objetos que debemos llevar del punto A al punto B, teniendo como punto A su posición y el punto B nuestro camión de mudanzas. ¿Suena fácil? Pues no lo es. De hecho, lo fácil es quedarse atrancado en una puerta con un sofá que parece no querer salir, que nos cueste arrancar una nevera con sus cables de la cocina o que el “tetris” particular de nuestro camión no esté perfectamente resuelto como para que quepan todas las cosas.

Contamos con un tiempo límite para pasar cada nivel, que consta de tres tramos: si pasamos del primer tramo ya no podremos obtener la valoración de oro; si pasamos del segundo perdemos la plata y superar el nivel dentro del tiempo límite máximo nos dará el bronce.

Además, en cada nivel tendremos la posibilidad de ganar tres monedas si cumplimos con una serie de acciones especiales. Por ejemplo, si mientras realizamos una mudanza metemos un gol con una pelota en la portería del jardín o si logramos destrozar toda la colección de premios musicales de la estantería de un músico. Así de disparatadas son las cosas en Moving Out.

Pero, ¿para qué sirven estos distintivos y monedas? Obteniendo los mejores tiempos podremos conseguir nuevas escenas especiales en un salón de VHS, mientras que con las monedas obtenidas podremos obtener minijuegos en un edificio arcade, donde podremos jugar a pruebas aún más disparatadas cual pasatiempo electrónico.

Para pasar a nuevos niveles, debemos ir superando el propuesto. Estos se irán abriendo a lo largo de un mapa de una pequeña ciudad, que iremos recorriendo con nuestro camión de mudanzas. Incluso esta navegación tiene su parte cómica, pues para ir a los niveles podemos arrollar, literalmente, todos los coches que componen el tráfico de la urbe.

Unas mudanzas muy físicas

Si nos fijamos en el apartado gráfico de Moving Out, podemos ver que va muy acorde al estilo de Overcooked (uno de los títulos estrella de Team 17): personajes coloridos, variados, que se irán desbloqueando a medida que avancemos en el título, con unos escenarios que estarán en consonancia y un estilo muy desenfadado.

No se puede decir que existan grandes virguerías en cuanto al aspecto visual, pero sí debemos destacar las físicas de Moving Out, pues gracias a ellas y a ese “descontrol buscado” en el manejo de los objetos, podemos pasar ratos realmente divertidos mientras hacemos cada una de las mudanzas. El juego se mueve de maravilla en todo momento y los niveles tienen componentes muy variados.

Por otro lado, el apartado sonoro sigue la misma línea que el visual: melodías desenfadadas y sonidos realmente cómicos que nos recuerdan que la seriedad aquí no está permitida: objetos que se rompen cada segundo, alguna flatulencia propia del esfuerzo, golpes que suenan cual chiste inesperado…etc.

Y es que el sentido del humor es otro de los grandes puntos a destacar en Moving Out. Viene potenciado por esa locura y ese descontrol que nos hará reír en muchas ocasiones, sobre todo si, como dijimos antes, jugamos con otro amigo en el cooperativo local. Y es que ver cómo una gallina nos persigue mientras llevamos un sofá, poder soltar una colleja a nuestro compañero para que espabile o recibir los mensajes de ese jefe tan amado que en todo momento hace referencias a películas y frases históricas adaptadas al mundo de la mudanza, no puede tener otro resultado que no sea, como mínimo, una buena sonrisa.

Moving Out puede jugarse con un solo Joy-Con, viene con los textos completamente traducidos al castellano y se mueve de lujo tanto en modo portátil como en modo sobremesa.

¿Cuándo acabamos con la mudanza, jefe?

Moving Out posee una “historia principal”, si podemos llamarla así, que consta de 30 niveles. Decimos que podemos llamarla así porque en realidad el argumento no es más que una línea sencilla que sirve de excusa para realizar mudanzas cada vez más complejas y en sitios cada vez más insólitos. Eso sí, como buena trama, tendremos incluso un “boss final”, pero no puedo decir más para no hacer spoiler.

Lo cierto es que estos niveles son bastante rejugables incluso acabándolos todos por primera vez, ya que tratar de conseguir el oro en todos ellos junto con las acciones especiales para las monedas, no es moco de pavo. Esto nos ayudará a desbloquear los 10 minijuegos del edificio arcade y las escenas especiales.

Además, juntarte con colegas y tratar de hacer esa mudanza que parece imposible, no tiene precio. Una pena que no se hayan incluido algunas opciones online, ya que podrían haber potenciado estas mudanzas a otro nivel.

Conclusión

Moving Out es un título que puede definirse como una experiencia divertida y cargada de sentido del humor. Sus físicas y la variedad en sus niveles convierten a este juego en una opción realmente recomendable, sobre todo en compañía de amigos. Eso sí, si lo vais a jugar todo de forma individual, el juego pierde algo de gracia. Pero si tenéis la posibilidad de jugarlo en compañía, ya estáis tardando en poneros con esa mudanza. Moving Out ya está disponible en la eShop de Nintendo Switch al precio de 24,99 € y necesitaréis un total de 1 GB en vuestra memoria. También tendréis muy pronto disponible una versión física.

7.9

[Análisis] Moving Out para Nintendo Switch

Puntuación Nintenderos: Recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Una experiencia muy divertida, sobre todo para jugar en compañía.
  • Su sentido del humor.
  • La variedad de niveles.
Flojea en:
  • Aunque podamos jugarlo de manera individual, pierde bastante gracia si lo jugamos solos.
  • La ausencia de opciones online que le habrían dado aún más vida al título.