[Análisis] WRC 8 para Nintendo Switch
Los fans de los rallys sabemos de la complejidad que tiene transmitir buenas sensaciones a los mandos cuando nos ponemos ante un simulador de este tipo. Cada curva, cada derrape, cada frenada a destiempo o aceleración que no convenía, todo puede suponer salirnos de la trazada y acabar con un tiempo inmejorable y vernos superados por nuestros competidores. Elegir una configuración óptima para nuestro coche en según qué etapa y trazado, tomar decisiones difíciles como arreglar “x” o “y” componentes entre sesiones… Considero que un buen simulador es aquél que nos hace sentir que cada decisión que tomemos repercute, que puede tener su impacto en el devenir de las sesiones y, por ende, que nos puede convertir en campeones o bien en los más tremendos derrotados. ¿Otorga todo esto WRC 8 en Switch? La respuesta rápida sería, honestamente, sí, pero con matices. ¡Arrancad motores!
Tabla de contenidos:
No es más rápido el que más tarde frena, sino el que antes acelera
Si tuviera que describir al título con una simple palabra sería “inteligente”, puesto que los chicos y chicas de Kylotonn han conseguido traernos un simulador muy adaptable, donde prácticamente cualquier tipo de usuario, más o menos ducho en estas lides, se vea capacitado para embeberse en su mundo, en sus controles, en la conducción más o menos exigente en función de la dificultad en las etapas y, principalmente, disfrutar como un auténtico crío. Para ello, el título puede convertirse en un simulador más puro o bien algo más laxo, aunque no del todo arcade, en función de cómo nos sintamos más cómodos. No obstante, no creáis que si decidís por una opción más “arcade” va a ser un paseo, en absoluto. Si he adjudicado el calificativo “inteligente” previamente, es por una razón de peso. El juego nos va enseñando poco a poco, incrementando su dificultad de forma tan paulatina, a través del uso de coches de diferente potencia, que al cabo de las horas nos daremos cuenta de que nuestras dotes de conducción son realmente buenas, pero siempre mejorables. Esta decisión me ha parecido increíblemente positiva, puesto que, una vez hemos completado nuestra primera sesión o carrera sin un mínimo rasguño, asimilando cada concepto como si fuese propio y sencillo, entonces será cuando querremos aumentar más el nivel de simulación o complejidad del título, lo que se torna en un ciclo vicioso tremendamente adictivo.
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Obviamente, si no habéis tocado nunca un juego de rallys, os diría que no os tiréis por la configuración más compleja al inicio de partida. Puede parecer una tontería, pero se os va a hacer realmente cuesta arriba, por lo que terminaréis frustrándoos sobremanera y no es algo que os merezca la pena. Tendremos que aprender diversos conceptos inherentes a este tipo de competición, ¿la primordial? Nuestro copiloto. Algo que es capaz de discriminar a un buen juego de rallys con uno no tan bueno es cómo de buenas sean las indicaciones de nuestro copiloto y que sucedan en el momento oportuno para que sepamos maniobrar en función de las indicaciones. Es cierto que, en algunos momentos, he notado que el juego, a diferencia de sus competidores, se embala demasiado a la hora de “cantar” las curvas. Esto último lo podría entender en un terreno con una topografía compleja y muchísimas curvas muy seguidas, pero he llegado a recibir indicaciones en una sesión bastante sencillita y con pocas curvas donde se han concatenado hasta 5 indicaciones seguidas de forma incomprensible, y luego un silencio atronador… Entiendo que esto se debe a pequeños bugs que serán arreglados a través de parches, pero no es algo desdeñable por supuesto, puesto que podrían empañar nuestras sesiones de juego.
Algo que me ha parecido realmente negativo es que, en modo portátil, el control no es del todo riguroso. Controlar nuestro coche se hace particularmente difícil, puesto que los gatillos de los joy-con de Switch nos permiten lo que nos permiten… No obstante, esto se supera al cabo del par de horas, puesto que vamos cogiendo pequeños truquillos aquí y allá. El control a través del mando Pro de Nintendo Switch, al contrario, es una gozada, haciendo que todo lo que era complicado en el modo portátil se supere en un segundo. Repetimos, no supone una barrera insalvable, pero se podría haber trabajado mejor por parte de la desarrolladora para adaptarlo de mejor forma a la consola híbrida.
Esto ya no es un rally. Es una pura locura
Dispondremos de la opción de modo carrera y temporadas. El modo carrera, he de decir, ha resultado ser mi preferido con diferencia y al que mayor número de horas le he otorgado (y le otorgaré). Una vez escojamos categoría, os recomiendo ir poco a poco si es vuestra primera vez, dispondremos de un calendario donde escoger diversos eventos a los que participar, así como campeonatos. Sin embargo, la cosa no acaba ahí, tendremos la capacidad de gestionar todo nuestro equipo de forma realmente interesante. No solo podremos aplicar diferentes configuraciones y mejoras a nuestro coche a medida que obtengamos más dinero y recursos, también podremos (y tendremos) que ir contratando al personal, el cual deberemos dosificar muy bien en temas de moral y cansancio, para que nos dé su máximo rendimiento. Supone toda una gozada ganar un evento y obtener dinero para poder contratar un mejor mecánico, por poner un ejemplo. Supone una forma amena de pasar de carrera a carrera, desconectando un pelín del asfalto.
Hemos de decir que WRC 8 posee la licencia oficial del campeonato de rallys, lo que nos llevará por diferentes parajes de lo más icónicos y sorprendentes donde todo fan estará deseando dejar su huella de goma en el asfalto. Equipos emblemáticos, etapas históricas… ¿qué más podríamos pedir? Probablemente, aunque esto lo indicaremos en su correspondiente apartado, una mejor adaptación visual de las mismas, por lo demás, es toda una gozada disfrutar de todas estas licencias, que siempre se agradecen.
El modo temporadas, por su parte, nos introducirá directamente en las diferentes etapas y pruebas licenciadas, escogeremos nuestro coche y ¡a correr sin mirar atrás! Es muy adictivo y lo recomiendo en esos momentos libres que podemos tener mientras nos movemos por el transporte público o ratitos similares. Como no podría faltar, dispondremos de multijugador online que nos hará competir con otros jugadores de todo el mundo, bien superando marcas o bien compitiendo de forma clásica en diversos campeonatos. Este apartado me ha parecido que es el que más vida le va a dar, a largo plazo, al título, puesto que, una vez lo probamos, estaremos deseando competir contra otros usuarios de todo el mundo en la siguiente liga o campeonato cuanto antes.
Me limito a pensar que son árboles
En este apartado es donde WRC 8 tiene más problemas. Mientras que los coches sí están perfectamente recreados y lucen espectaculares, no es así lo que ocurre con los escenarios y otros efectos como las sombras. Durante nuestras sesiones nos daremos cuenta de que el popping se convierte en nuestro pasajero habitual, así como los dientes de sierra, sombras que aparecen de golpe incomprensiblemente… Son demasiados defectos que no deberían aparecer en un juego de estas características y con este calado entre los fans.
Es cierto que existen etapas mejor elaboradas y que, con la velocidad, podemos pasar por alto algunos de estos errores. Sin embargo, a pesar de ello, son bastante notorios y evidentes como para no señalarlos. El diseño y los gráficos pertenecen a la anterior generación, algo que Switch no se merece. Por otro lado, la nitidez de la imagen mejora en modo TV, pero no desaparecen los problemas ya mencionamos.
En cuanto al apartado sonoro y los diversos efectos de sonido, comentaros que la banda sonora me ha parecido que roza un gran nivel, así como los comentarios de los copilotos (doblados al español), aunque con los fallos que previamente hemos comentado. Escuchar cómo cambiamos de barro a grava, por poneros un ejemplo fácil, es todo un lujo. Comprender que estamos forzando demasiado nuestro motor o caja de cambios, simplemente, por el ruido que genera al cambiar de marcha es una delicia.
Conclusiones
WRC 8 dispone de numerosos defectos gráficos que deberían de ser subsanados cuanto antes por la desarrolladora. No obstante, dispone de un modo carrera profundo y divertido, de licencias para aburrir, así como de un control que, si bien mejorable, se hace disfrutable y adaptable a veteranos y noveles. Los fans de los rallys tienen ante sí un título tremendamente divertido y entretenido que les ofrecerá una infinita cantidad de horas ayudada, además, por su faceta online.
WRC 8 ya está disponible en físico y digital para Nintendo Switch a un precio de 49,9 euros y ocupa un total de 14 GB en nuestra consola.
https://www.youtube.com/watch?v=-662mhTrobg