Fans llaman a boicotear a Blizzard y la versión de Overwatch para Switch tras la polémica con el jugador que apoyó las protestas en Hong Kong
Blizzard se ha visto involucrada recientemente en una gran polémica tras penalizar a un jugador profesional de Hearthstone conocido Ng Wai por mostrar su apoyo a las protestas realizadas en Hong Kong durante una entrevista realizada al terminar una competencia oficial.
La compañía atribuyó su decisión a que el jugador habría violado los términos y condiciones de la competencia, al gritar «¡Liberad Hong Kong, la revolución de nuestra época!» durante la entrevista transmitida en directo, mientras utilizaba una máscara de gas. Sin embargo, las medidas tomadas han sido arduamente criticadas por la comunidad.
Blizzard penalizó a Ng Wai reduciendo su premio a 0$, y prohibiéndole participar en el escenario competitivo por un año. Como si fuera poco, los presentadores, quienes afirman haber sido convocados momentos antes para realizar la entrevista y defienden no haber tenido idea de lo que haría el jugador, también han sido despedidos con efecto inmediato. La compañía añadió que realizará investigaciones y tomará acciones para «prevenir incidentes similares» en el futuro.
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La comunidad no ha tardado en hacerse escuchar, acusando a Blizzard de utilizar la censura para proteger sus intereses con China, una economía con cada vez más relevancia en todas las industrias del mundo, incluyendo los videojuegos. El tema no tardó en tomar un matiz político e incluso los senadores de Estados Unidos, Marco Rubio y Ron Wyden, se pronunciaron repudiando «la voluntad de Blizzard de humillarse para complacer al Partido Comunista Chino».
Pero no solo los políticos decidieron pronunciarse. Algunos desarrolladores dentro de la compañía parecen estar indignados con lo que ha sucedido y de hecho cubrieron con papel un par de lemas mostrados en la entrada de la sede de Blizzard en California, Estados Unidos. Las palabras que eran resaltadas con orgullo eran «Think globally» (Piensa globalmente) y «Every voice matters» (Todas las voces importan), pero han sido cubiertas con un papel blanco como un señalamiento a la hipocresía de estas sentencias tras lo acontecido.