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[Análisis] Sayonara Wild Hearts para Nintendo Switch

Sayonara Wild Hearts es un notable título de aventura y acción arcade con un apartado gráfico y sonoro excelente. Su manera de combinar secciones de acción con tramos más calmados es magistral. Sin más dilación, empecemos con el análisis.

Se puede decir mucho con muy poco

Sayonara Wild Hearts es uno de esos juegos indie en los que la historia tiene un peso ínfimo para su disfrute, pero los que presten atención a los pequeños detalles se darán cuenta que en apenas un par o tres de frases la narradora nos hace sentirnos identificados con el título y su protagonista. Esto está al alcance de muy pocos estudios. A continuación os dejamos con el principio de la historia para que conozcáis su trama:

Todo empieza con la narradora hablándonos calmadamente. A continuación nos encontramos en un pueblo cualquiera que tanto podría ser el mío como el vuestro. En una de las muchas casas que lo forman está una chica tranquilamente en su habitación, cuando de golpe entra una mariposa de luz y nos transporta a otra dimensión.

Aparte de esto, las canciones del juego casan a la perfección con la historia desde una perspectiva más frenética y electrizante debido al acelerado ritmo de ciertos temas. Más adelante profundizaremos en el apartado sonoro.

Me gustaría cerrar esta primera sección mencionando que algunos de los temas que trata esta obra son el estrés, principalmente, y la ansiedad. Son temas valientes, que en escasas ocasiones se tratan en la industria.

En la variedad está el gusto

El apartado jugable de este título es seguramente el menos destacable, y no porque sea malo precisamente, sino porque el juego se centra en que todo sea extremadamente bonito y agradable a los sentidos para que te puedas centrar en ello y no tengas que prestarle mucha atención al esquivar los diferentes obstáculos que te encuentras por el camino.

Durante la mayoría de los niveles iremos moviéndonos por carriles, que acostumbran a ser tres, cuatro o cinco, mientras esquivamos peligros, recogemos puntos en forma de corazones y disfrutamos de todo el envoltorio. Pero no se queda ahí la cosa, ya que en casi todos los niveles se introducen nuevas mecánicas que se usan en algunas fases en concreto. A causa de esto, sentiremos que a algunas de estas mecánicas se les podría haber sacado más partido. Esto me recuerda a lo que pasaba en Yoshi’s Crafted World.

Hay fases en moto, a pie, volando y hasta en la pantalla de unas gafas VR, entre muchas ideas innovadoras que, aunque parezcan una locura por separado, funcionan sorprendentemente bien juntas y hasta en un mismo nivel. Para los que os preocupe la dificultad, estad tranquilos. Es cierto que en algunos momentos te puedes chocar contra el mismo obstáculo varias veces si no estás atento, pero en caso de que pase puedes saltarte partes enteras del nivel que se te atraganten. Si estáis muy desesperados está bien usarla antes que frustrarse con esta obra.

Para concluir este apartado, solo recalcar la variedad de situaciones en las que nos pone el juego y lo natural y poco forzadas que se sienten, una auténtica proeza.

El neón encaja a la perfección

Por fin llegamos a uno de los dos mejores apartados de este juego, el gráfico. Esto es lo que primero te entra por los ojos, lo que te permite enamorarte a primera vista del título y ver las cosas de una manera muy diferente a las que estamos acostumbrados.

La paleta de colores no es especialmente amplia, aunque, como ya dije antes, se puede hacer mucho con muy poco. La manera en que se combinan parece creada aleatoriamente, pero decidir cómo iban a colorear los niveles debe haber sido un proceso extremadamente complejo y largo, ya que si se llegan a equivocar en esto todo el juego podría haber perdido puntos. Como la mayoría de inides, este no busca la potencia bruta sino transmitir emociones a través del modelado de los personajes, los vehículos o simplemente el fondo.

En mi opinión, la decisión de usar este estilo artístico ha sido muy acertada, ya que encaja de una forma excelente con la sensación de velocidad y frenetismo en las fases más rápidas de ciertos niveles. Mención especial a la tipografía que usa el juego. A algunos os parecerá una tontería, pero en mi caso veo importante que las letras y textos tengan algo que ver con la estética del juego.

Como conclusión a una de las piezas clave de este título, solo resaltar el increíble trabajo de diseño que se ha puesto en todos y cada uno de los elementos que hay en pantalla en todo momento.

Resultat d'imatges de banda sonora sayonara wild hearts vinilo

Un disco hecho juego

La banda sonora de este juego es el segundo apartado que considero más único y destacable de esta obra, ya que el título es literalmente un disco hecho videojuego, siendo cada nivel el videoclip de la canción que esté sonando de fondo. No me quiero extender mucho en este apartado ya que lo bonito es que cada uno la disfrute a su manera, pero quiero hacer un énfasis especial en el último tema, que es seguramente de los mejores apartados sonoros de este año.

El ritmo de las canciones y lo que está sucediendo en pantalla concuerdan en todo momento, ya sea un tranquilo viaje por el mar o una frenética pelea con espadas. Quiero acabar comentando que a los que realmente os guste la música, tengáis un tocadiscos y os enamore este juego, os podéis comprar la banda sonora en vinilo.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno

La duración es, seguramente, el apartado más ambiguo de este juego. Que para acabarlo la primera vez tengas que dedicarle una hora y media apróximadamente puede no ser del agrado de todo el mundo, pero la experiencia que ofrece no os va a defraudar. Al acabar la primera vuelta se desbloquea un nuevo modo en el que no se divide por niveles y juegas el título todo seguido, lo que le suma tiempo de juego. Pero esto no es todo, ya que hay unos desafíos llamados enigmas del zodiaco que a través de acertijos te hacen pasar los niveles de diferentes maneras cumpliendo algunos requisitos muy específicos, lo que le suma bastante rejugabilidad.

Y por si os pareciese poco, algunos tramos son tan buenos que los querréis repetir solo por la música y el apartado visual. Así que ya sabéis, es un juego corto y precisamente eso es una de sus virtudes. Es breve pero conciso, como un buen disco.

Wild Hearts never die

Sayonara Wild Hearts no es un juego para todo el mundo. Su estilo gráfico, banda sonora y duración pueden no ser del agrado de la mayoría, pero en caso de que os guste algo de lo que hemos comentado en el análisis, haceros con él sin lugar a duda. Ha conseguido cautivarme en apenas una tarde y hacer que lo considere uno de los mejores indies del año.

Si estáis interesados, sabed que Sayonara Wild Hearts ya está disponible tanto en físico como en digital por un precio de 11,99€ en la eShop. Su tamaño de descarga es de 1274,02 MB.

8.0

[Análisis] Sayonara Wild Hearts para Nintendo Switch

Puntuación Nintenderos: Muy recomendado

  • Historia:
  • Jugabilidad:
  • Gráficos:
  • Sonido:
  • Duración:
  • Multijugador:
Destaca en:
  • Apartado artístico único.
  • Banda sonora excelente.
  • Su historia toca temas bastante importantes.
Flojea en:
  • Poca duración, lo que puede no ser del agrado de todo el mundo.