[Análisis] Little Town Hero para Nintendo Switch
Como bien suele decirse siempre, antes de la tormenta viene la calma, y es que aunque ahora mismo en Game Freak la mayoría de los equipos estén inmersos en el extenso desarrollo de Pokémon Espada y Escudo, el afamado estudio no ha dudado en lanzar apenas un mes antes una propuesta completamente original a la par que inesperada gestada por un pequeño equipo de la compañía con mucho que ofrecer.
Sí, tras haber sido anunciado hace más de un año y habiendo pasado bastantes meses de absoluto silencio, en el pasado Nintendo Direct supimos nuevos detalles así como la fecha de lanzamiento y el nombre final de Little Town Hero, título que hoy os venimos a analizar con la máxima profundidad posible. Sin lugar a dudas, las expectativas están altas, así que, ¿cumple con lo que promete? ¿Es un buen juego de rol? ¿Aporta algo nuevo? Intentaremos dar respuesta a todas estas y muchas más preguntas a continuación, así que quédate con nosotros, ¡y sigue leyendo!
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Un pueblo idílico con mucho que ocultar
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Empecemos poniéndonos en situación. Vivimos en un pueblo fantástico en donde no falta de nada; todos tienen trabajo (hasta los niños), nadie pasa hambre, nunca ocurre nada en especial y los monstruos no son más que un mito. Todos los pueblerinos, algunos siendo refugiados de países que han caído bajo el yugo de la cruel guerra, están convencidos de que su vida está allí, así que no tienen convicción alguna de explorar el resto del mundo, al cual solo se puede acceder por las puertas de un castillo que está fuertemente protegido.
Siendo un enérgico niño, ¿no tendríais la inquietud de saber qué os aguarda el exterior? ¿No querríais salir ahí afuera a explorar y a ver mundo? Eso es lo que le ocurre a los protagonistas de nuestra historia, los cuales, tras intentar colarse en el castillo sin mucho éxito, vivirán en sus propias carnes una epopeya que jamás se habrían imaginado a la vez que intentan convertirse en soldados para poder acceder al castillo, y de ahí, al exterior.
En concreto, en nuestra aventura encarnaremos a Axe (cuyo nombre podremos modificar por el que queramos), un travieso muchacho pelirrojo que trabaja en la mina (principal fuente de riqueza del pueblo) mientras vive con su malhumorada madre, ya que su padre se encuentra en paradero desconocido desde que el muchacho tiene memoria.
Por supuesto, el chico no será el único joven que habita en el lugar, ya que allí también viven su amigo de la infancia y eterno cómplice de fechorías Nelz, su eterno rival Matock o su vieja amiga Pasmina, la cual trabaja en la granja junto a su marchosa abuelita, entre otros tantos personajes de un elenco de lo más colorido, cada cual con sus propios ademanes de personalidad que hará que estemos interesados en conocerlos a todos.
De esa forma, todo seguirá su tranquilo curso en el pueblo, hasta que un día pasa algo inesperado, y un temible monstruo (criatura mitológica hasta entonces para los habitantes del pueblo) aparece en la aldea de buenas a primeras, y Axe, sirviéndose de una poderosa piedra roja de origen desconocido que encuentra en las minas, lo derrota.
Tras esto, empezarán a aparecer más y más monstruos en el pueblo sin que nadie sepa la razón detrás del entuerto, y será menester de Axe y el resto de sus amigos ocuparse de ellos a la vez que intentan convertirse en soldados para explorar el mundo exterior, seguir con su vida en el pueblo participando en sus tradiciones y desentrañando los misterios que oculta tal extraño lugar.
Un sistema de combate fresco y complejo
El corazón de un juego de rol suele residir en su sistema de batalla, y no hay duda alguna de que la mayor fortaleza de Little Town Hero se encuentra en ese mismo factor, algo que no es de sorprender debido a que el título supone el debut directorial de Masao Taya, programador conocido por ser la persona detrás del sistema de batalla de las entregas más recientes de los juegos de Pokémon, y es que si tuviéramos que definir brevemente cómo se desarrollan los combates en el juego, podríamos sintetizarlo con que son el resultado de mezclar un juego de cartas como es Hearthstone con un clásico juego de rol por turnos, todo ello teniendo lugar en un tablero.
Sí, suena algo raro, sin embargo, llevado a la práctica se vuelve una idea que, a pesar de ser chocante al principio, se torna fenonemal, haciendo que los combates no dependan de la experiencia que tengamos (en el juego no existe ningún sistema de niveles ni equipo que defina nuestra fortaleza, por lo que no será nunca necesario pasarnos las horas derrotando a enemigos débiles en encuentros repetitivos) sino que todo el peso de la acción radica en una sola cosa: nuestra capacidad estratégica.
Dicho eso, aunque sea algo complicado plasmar en papel de lo que os hablamos, intentaremos explicaros cómo funciona todo el sistema mediante sus conceptos inherentes, adjuntando a su vez un vídeo para que podáis ver en la práctica cuál será la dinámica que seguiremos en nuestras batallas a lo largo del título.
Así, para empezar, estableceremos los conceptos básicos mediante analogías clave de los juegos de cartas: empezaremos la batalla con una mano de cartas denominadas como ideas, cada cual con un valor que vendría siendo su coste de activación en poder (una serie de puntos de color naranja que irán aumentando turno a turno permitiéndonos activar cada vez más ideas). De esa forma, una vez que activemos las ideas con nuestro puntos de poder, se convertirán en habilidades que podremos usar. El resto de ideas que no estén en nuestra mano estarán almacenadas en nuestro mazo, el cual, cómo no, será nuestro cerebro.
Existen tres tipos de ideas (es decir, habilidades tras activarse), las de color rojo, que son las de ataque y que podemos usar solo una vez por turno además de servirnos para atacar al rival si está indefenso (es decir, si acabamos con todas sus habilidades en el turno); las de color amarillo, que son de defensa y que podremos usar cuantas veces necesitemos hasta que se rompan, contando con la desventaja de que no podremos emplearlas para atacar al enemigo, y las azules, las cuales son de efecto, por lo que no tienen estadísticas de ataque o defensa y basan su existencia en llevar a cabo efectos especiales que nos darán ventaja en la batalla (como aumentar los atributos del resto de nuestras ideas activas, o asestarle un punto de daño a todas las habilidades del rival).
Como es clásico, cada idea, a excepción de las azules, tiene determinados puntos de ataque y de defensa. Cuando enfrentamos nuestras ideas con los del rival, nuestro ataque reducirá sus puntos de defensa y viceversa, haciendo que la idea más fuerte siga presente en la batalla. De esa forma y como os dijimos antes, si cuando acabemos con todas las habilidades del rival aún tenemos alguna idea roja (de ataque) activa sin utilizar, podremos emplearla para atacar al rival y reducir su protección (en caso de que le quede), o, si no tiene, quitarle un corazón de los tres necesarios para ganar la partida.
Por supuesto, la regla de los tres corazones también se aplica a nosotros, con la diferencia de que cada vez que perdamos un corazón, nuestro cerebro (es decir, nuestra baraja), se llenará de nuevo con todas las ideas que hayamos consumido previamente.
Por si todo esto fuera poco, en las batallas contra jefes nos encontraremos en un tablero con casillas que iremos recorriendo en cada turno gracias a la acción de un dado de cuatro caras (a menos que activemos una idea que nos permita movernos libremente durante un turno por el tablero). De esa forma, ciertas casillas tendrán objetos especiales que se activarán con determinadas ideas, habilidades especiales que podremos obtener o compañeros de apoyo que nos ayudarán en la batalla de diferentes formas si así se lo pedimos.
También es imprescindible introducir el concepto de los BP, puntos que obtendremos cada vez que dejemos sin habilidades al enemigo y que no podamos hacerle daño debido a que no tenemos activa ninguna idea de ataque. Estos puntos nos servirán para intercambiar ideas desde nuestro cerebro hasta nuestra mano y también para revivir todas las ideas que hayamos consumido en batalla automáticamente. Por ello, tener siempre un buen número de estos puntos a mano será un factor indispensable para hacernos con la victoria.
Por supuesto, si nos atascamos ante algún rival, gozaremos de un menú denominado «Eureka» que servirá como una especie de árbol de habilidades con casillas que podremos ir desbloqueando con puntos que obtendremos de nuestras victorias y derrotas y que servirán para aumentar los atributos de nuestras ideas (es decir, nuestras habilidades), lo que nos volverá mucho más poderosos a la larga.
Por último, hemos de señalar que lo que aquí os hemos explicado no son más que los fundamentos de la batalla. A lo largo del juego (el cual está dividido por capítulos con pequeños objetivos a cumplir dentro de ellos) se irán introduciendo nuevos conceptos como pueden ser la mezcla de ideas (fusión de las mismas para volverlas más fuertes) o los efectos secundarios al activar determinadas ideas que harán que el combate siempre se sienta fresco, así que os animamos a probarlo por vosotros mismos para que podáis comprobar de primera mano la gran profundidad del sistema del que os estamos hablando.
Dicho todo esto, si después de nuestra explicación aún tenéis alguna duda o inquietud con respecto al sistema de combate, os dejamos también con un vídeo elaborado por Game Freak en el que podéis ver cómo se explica la misma dinámica de batalla que os hemos narrado dentro del título:
Un pequeño héroe con grandes ideas
Ahora, procediendo a hablar del apartado gráfico del juego, podemos decir que, aunque no se trate de uno de los títulos que mejor lucen en la consola, es tremendamente colorido y cuenta con una curiosa dicotomía entre los diseños de los personajes, infantiles y de aspecto afable, y el de los monstruos, temibles y horrendos por partes iguales como podréis haber apreciado en las diferentes capturas que os hemos mostrado. Esto consigue crear un sentimiento de inquietud, que hace que nos planteemos que el juego esconde «algo más» detrás de su faceta más amable, un sentimiento que casa bastante bien con lo que propone la trama del propio título.
Hablando del apartado sonoro, podemos empezar diciendo que el juego nocuenta con doblaje, sino que se ha optado por hacer que los personajes hablen con los sonidos propios de los vecinos de Animal Crossing, algo que puede resultar irritante para algunos pero que se remedia fácilmente con la banda sonora, compuesta en su mayoría por el excelente Toby Fox (conocido por ser el creador de Undertale), quien ha elaborado unos temas para el título que, a pesar de no ser cuantiosos, dan la talla, siendo automáticamente reconocibles como sello de su autor. Sin embargo, no todas las canciones están firmadas por él, ya que Hitomi Sato, compositora habitual de la franquicia de los monstruos de bolsillo, también ha aportado su granito de arena con temas originales de bastante buen gusto.
Creemos que también es conveniente tratar en este apartado ciertos aspectos del menú y la amplitud del mapa del juego. En concreto, pasaremos toda la aventura principal dentro de nuestro pequeño pueblo, el cual contará con unos cinco puntos de interés conectados entre sí a los que podremos desplazarnos mediante viaje rápido en algunos puntos de la historia.
Por otra parte, además de las misiones principales del juego (las cuales estarán marcadas por bocadillos de color naranja), podremos tener acceso a misiones secundarias (marcadas con un bocadillo azul) que se irán desarrollando de capítulo a capítulo y que nos ayudarán a expandir nuestro conocimiento acerca del mundo del juego y sus pintorescos habitantes. Tampoco está de más decir que en nuestra experiencia el juego ha carecido de mapa como tal, en parte debido al pequeño entorno en el que nos desplazaremos. Por ello, nos tendremos que guiar por aquello que nos digan los personajes para saber a dónde nos hemos de desplazar para seguir con la historia.
De la misma forma, si tenemos que achacarle algún defecto notorio al juego, sería el de contar con algunos problemas de rendimiento que se traducen en ralentizaciones esporádicas no demasiado graves, pero que van de la mano con fundidos en negro cuando nos disponemos a hablar con algunos personajes o abruptos parones de la música cuando realizamos algunas acciones durante los combates. Sí, son fallos menores que no perjudican la experiencia final de juego, pero siguen siendo errores que, cuando se acumulan, dejan un sabor de boca que nos dice que podría pulirse algo más, cosa que esperamos que pueda realizarse mediante la publicación de diversos parches en el futuro que arreglen estas incidencias.
Por último, queremos finalizar aclarando que no existe ningún modo en línea dentro del juego, algo que resulta una verdadera lástima, ya que el sistema de juego que plantea se prestaría muchísimo (con algo de variedad añadida entre los ideas disponibles de un jugador y otro, claro) a batallas en las que superar en ingenio a nuestros amigos. No obstante, tampoco es algo que se eche demasiado de menos, ya que la aventura principal suple de por sí gran parte de lo que podemos esperar del juego.
Conclusión
Si estás buscando una propuesta original en el género del rol para llevar a cabo sesiones de juego no demasiado extensas, no cabe duda alguna de que Little Town Hero es una opción más que digna a tener en cuenta. Así, a pesar de algunos problemas de rendimiento y su curva de aprendizaje algo pronunciada, esta nueva propuesta de Game Freak tiene mucho que ofrecer en la forma de un sistema de combate la mar de original y adictivo una vez que se consigue dominar, sumado a una banda sonora firmada por el mismísimo Toby Fox y una historia muy digna que desarrolla tanto al protagonista como al resto del elenco que le rodea de una forma más que aceptable. De esa forma, solo queda una pregunta por plantear; ¿te apuntas a desentrañar los misterios de este (aparentemente) idílico pueblo junto a nosotros?
Little Town Hero ya se encuentra disponible únicamente en formato digital a través de la eShop de Nintendo Switch, a un precio de 24,99 €, con una duración de 10 a 20 horas en dependencia de lo bien que se te dé su sistema de combate, contando con textos en japonés o inglés y ocupando un espacio de 2874,15 MB.
Como último inciso antes de terminar el análisis, queremos aclarar que, aunque se indica en la página oficial del título que se ha de descargar un parche adicional para incluir al inglés entre los idiomas del juego, nosotros hemos podido jugar a la aventura íntegramente en inglés sin tener que hacer nada más que descargar lo que vendría siendo el juego base, por lo que no creemos que ningún usuario vaya a tener ningún inconveniente con respecto a esta cuestión. De todas formas, si a alguno se le presentase cualquier problema, así como cualquier duda que concierna al juego, sois más que bienvenidos a dejarla en los comentarios y estaremos encantados de ayudaros. ¡Esperamos que disfrutéis mucho de Little Town Hero si decidís darle una oportunidad!