[Análisis] Senran Kagura: Peach Ball
Otra vez más, Marvelous nos brinda una nueva entrega (esta vez otro spin-off) de Senran Kagura, una franquicia nipona que con cada entrega llega, no solo cargada de erotismo de dudosa moralidad, sino también de polémica, venida en mayor proporción por parte del público occidental.
En esta ocasión nos centraremos en hablaros acerca de la jugabilidad del nuevo título de esta bizarra saga, Senran Kagura: Peach Ball, el cual supone la incursión de la franquicia en el fantástico nicho del… ¡¿Pinball?! A continuación os relataremos cómo ha salido este nuevo experimento así como si es digno de vuestro tiempo de juego, así que sin más dilación, comenzamos.
Tabla de contenidos:
Cuando las ninjas conocen el «kemonomimi»
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Como es natural en nuestros análisis, empezaremos hablando de la historia del título, la cual, en esta ocasión y como era de esperar, solo es una excusa para llevarnos directamente a la acción. En concreto, nos localizaremos en un local de recreativas, donde se nos encomendará la misión de rescatar a las diferentes chicas de la saga Senran Kagura (Asuka, Yomi, Yumi, Murasaki y Ryona), las cuales por alguna razón han empezado a comportarse como animales que irán desde un gato hasta un conejo o incluso un perro masoquista.
Así, mediante el poder vibratorio de la Peach Ball (bola de pinball que da nombre al título) podremos ir purgando de su aspecto más animal a todas las heroínas, cada una con una breve historia en formato de novela visual (y en perfecto inglés) que las pondrá en todo tipo de situaciones tan bizarras como perversas.
Esta historia tan loca que sirve como premisa del título, a pesar de ser más plana que una tabla de planchar cumple su objetivo de ponernos en situación en el título, con factores presentes como el kemonomimi (del japonés «kemono», que significa bestia y «mimi», que significa oreja; chicas con rasgos de animales de donde deriva por ejemplo el nekomimi, las famosas chicas gato) que sin duda sabrán complacer al público al que va dirigida esta producción.
Una bola en un mar de bizarradas
Tratando el aspecto de la jugabilidad, lo primero que hemos de comentar es uno de los más grandes puntos flacos del juego: sin importar la ruta que escojamos, solo podremos acceder a dos mesas (Spooky Shinobi Park y Peach Land, cada una con tres variantes, eso sí, aunque con cambios prácticamente nulos), lo que hace que el título pierda gran parte de su potencial.
Además de eso, cuando juguemos nos daremos cuenta de que el factor estrategia es bastante bajo, ejerciendo siempre la misma presión en los gatillos para golpear la bola, la cual cuenta con unas físicas bastante desastrosas que hace que esta se comporte de cualquier forma menos como una bola real.
El punto positivo de todo esto viene dado en los diferentes retos que tendremos que superar para salvar a cada chica de su estado animal, los cuales son bastante variados y dan bastante juego al final. Eso sumado, claro, a fases especiales que se consiguen cuando acumulamos cierta cantidad de puntos y que van escalando hasta llegar al Super Sexy Challenge, un momento con un nombre que se define por sí mismo en el que nuestra recompensa por ser «buenos jugadores» será la de ver a la chica en situaciones bastante extrañas, por decirlo de alguna forma.
Extras extra-extraños
Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más notables de la producción que nos ocupan es el buen número de extras que van desde un manual online para conocer los fundamentos del juego hasta una galería de lo más completa en la que poder escuchar las voces del juego, así como disfrutar de su música e ilustraciones con todo lujo de detalle.
Tampoco faltan una tienda donde comprar toda clase de ropa a las protagonistas con monedas virtuales propias del juego, un vestidor donde podremos sacar fotos de dioramas que labremos por nosotros mismos con bastantes opciones e incluso un modo de lo más turbio que nos recuerda al spin-off anterior de la franquicia en el que intimar con las chicas, pudiendo mojarlas con agua o incluso manosearlas, por supuesto, con reacción por su parte incluida.
Así mismo, si lo que queremos es llevar a cabo una partida rápida, tendremos a nuestra disposición un modo libre en el que elegir entre los diferentes tableros y la chica que queramos para llevar a cabo una partida sin mayor complicación añadida.
También es digno de mención el apartado visual, bastante acertado con unas ilustraciones y modelos la mar de bien labrados y el apartado sonoro, que si bien no destaca en su banda sonora, lo hace en un doblaje en japonés siempre presente que brilla con luz propia, inundando una pasión que hace que las diferentes situaciones que se presentan en el título sean más creíbles y llevaderas.
Por último, no puedo dejar sin mencionar la ingente cantidad de contenido adicional que podrá ser comprado además del juego base, el cual consistirá básicamente en más música, nuevos trajes y accesorios para las chicas, pudiendo consultarlos todos en la página de la desarrolladora.
Conclusión
El título del que hoy os hemos hablado sin lugar a dudas ha conseguido reafirmar la postura de Nintendo con respecto a traer títulos para toda clase de público al catálogo de Nintendo Switch. Así, con la celebrada ausencia de censura y con una extraña mezcla de situaciones eróticas que pueden ser tildadas como bizarras sacándonos alguna que otra carcajada, Senran Kagura: Peach Ball es un spin-off que agradará a los fanáticos de la franquicia, su fiel público objetivo, pero que como juego de pinball se queda algo corto debido a sus surrealistas físicas y a la ausencia de variedad a la hora de llevar a cabo nuestras partidas.
En resumidas cuentas, es una agradable adición a la gran diversidad de títulos entre los que escoger para nuestra híbrida, pero sin lugar a dudas, si no eres fan y lo que buscas es un juego arcade para pasar el rato hay alternativas mejores que merecen más tu tiempo.
Senran Kagura: Peach Ball ya se encuentra disponible en formato digital a través de la eShop de Nintendo Switch, con un precio de 39,95 €, contando con voces en japonés y textos en inglés y francés y ocupando un espacio de almacenamiento de 5639,24 MB.