[Análisis] Zarvot
¿Un cubo con vida? ¿Un cubo con vida que, además, tiene amigos y sentimientos? Rara vez nos encontramos con fábulas que, en lugar de animales (o tal vez plantas), usan poliedros para narrar historias que toquen el corazón. (A propósito de tocar el corazón: Desde que jugué a Xenoblade Chronicles 2 cada vez que pienso en esta expresión, o en su variante naive ‘tocar la patata’, recuerdo la preciosa escena en la que Rex toca el cristal primordial de Pyra; es lo que tiene ser nintendero).
Pues bien, así es la carta de presentación de Zarvot. Charcoal (nuestro cubo) y Mustard (el cubo amarillo que es nuestro amigo) tienen que ayudar a Red (otro cubo amigo, de color rojo) a superar una depresión en el día de su cumpleaños. Esta es una breve sinopsis para una narración que se desarrolla por capítulos, en los que hay que conseguir ciertos objetos que sustituyan el regalo de cumpleaños extraviado.
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Hay varias cosas a comentar sobre este juego, y todas ellas son interesantes. Desde la relación entre las mecánicas de juego con la historia, hasta el parecido del diseño en 3D con Pikmin.
Empecemos con la unión entre historia y jugabilidad. A lo largo de nuestro historial de videojuegos jugados, habremos jugado a multitud de ellos en los que la temática no casa con las mecánicas de juego. Básicamente por falta de mecánicas: apenas matamos, ya sea con puños, armas blancas o pistolas, y así es difícil hacer encajar el amor, la amistad, la ironía o tantas otras ideas literarias.
Estos sucede así en Zarvot. Lo que hace nuestro cubo (que se parece a una Game Cube, por cierto) es disparar láseres mientras se protege y esquiva pinchos de poliedros de madera saltando en niveles tipo pasillo de punto A a punto B. En algunas zonas, habrá que detenerse a completar más de una sala repleta de enemigos.
La pregunta es obvia: ¿Qué tiene que ver este despliegue de láseres y armas con la bonita intención de alegrarle la tarde a un cubo que está encerrado en su casita deprimido? Nada. Pero el choque es completamente intencionado. Lo atribuyo a un desacomplejamiento de los desarrolladores del título: ¿para qué dar justificaciones?, pensarían.
Las habilidades de Charcoal aumentan a medida que progresamos en el juego: desde soltar un círculo láser, protegerte con una armadura de pinchos o disparar un gran cañón en línea recta. Al final, hay un buen repertorio de ellas y, lo mejor, es que se usan todas en función del diseño de los enemigos y los niveles del juego. Esto añade un componente de estrategia en el momento de combatir alguna de las oleadas difíciles que se producen en algunos momentos de la partida.
Por otro lado, para un amante de Pikmin ha sido una alegría encontrarse con este título que, a nivel artístico, mezcla futurismo con reproducciones realistas de objetos cotidianos como cartones, skates, suelos de parqué, cabinas de metro, flores, mesas de cafeterías, bancos y, cómo no, frutas. Uno de los primeros enemigos es un gran plátano. El diseño recuerda claramente al juego de marcianitos de Nintendo.
Cabe señalar que además del modo historia, Zarvot cuenta con dos modos multijugador para hasta cuatro jugadores de tipo competitivo: 1) el último que quede vivo, gana; 2) el que tenga más makis, gana. Los cubos cuentan con las habilidades que Charcoal va aprendiendo durante el modo historia.
Es un modo muy divertido, perfecto para partidas rápidas en modo sobremesa. El catálago de Switch de juegos multijugador competitivo que funcionan bien en una mesa de bar, en el tren o en el avión es enorme a estas alturas del ciclo de vida de la consola híbrida, y Zarvot es otro de los títulos a tener en cuenta.
Conclusiones
Uno había visto fábulas con animales o vegetales, pero no recuerdo una con poliedros. Siempre es interesante que los creadores prueben con nuevas formas de contar una historia que apele a los ternura que habita en nosotros. Todo ello a través de niveles de disparos que poco tienen que ver con la historia, pero están perfectamente diseñados para que la habilidad y la estrategia del jugador lleven al cubo protagonista a su gran objetivo: alegrar la vida a los que le rodean.
Zarvot está disponible en la eShop de Nintendo Switch desde el pasado a un precio de 19,99€.