Cara o Cruz #101: ¿Preferías un título independiente a una secuela de Zelda: Breath of the Wild?
Tras el especial celebrado por las 100 entregas toca volver a la rutina, pero eso no significa que la sección vaya a ser menos interesante, ya que en esta ocasión os traemos un tema que hemos visto bastante debatir tanto por redes como por los comentarios, y no, no hablamos de la ausencia de Pokédex Nacional en las nuevas entregas de la franquicia de los monstruos de bolsillo, sino de otra cosa…
Como sabréis, Nintendo nos tomó a todos por sorpresa al anunciar en su presentación del E3 la secuela del aclamado The Legend of Zelda: Breath of the Wild, juego considerado por muchos como el mejor de la historia tras ganar numerosos galardones desde su lanzamiento. No obstante, tras el subidón inicial a muchos se les pasó rápidamente la emoción al percatarse de que hubiesen preferido ver el siguiente paso en la franquicia, con un contexto nuevo, en vez de una secuela que podría acabar pecando de ser “más de lo que ya hemos visto”. Así que ya tenemos polémica nueva que discutir.
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La moneda empieza a girar… ¿Preferías un nuevo título independiente de The Legend of Zelda a una secuela de Breath of the Wild?
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Puestos a pedir…
Por Sergio Salón
¡Un momento! Antes de que un gran número de personas se me echen encima por esta opinión, debo dejar muy claro que no dudo de la gran calidad que Nintendo puede ofrecernos con una secuela de Breath of the Wild. Tampoco dudo de que sea una estupenda noticia que un nuevo juego de Zelda se encuentre en desarrollo. De hecho, la particularidad de continuar con el universo y el motor creado por Breath of the Wild, le permiten a la compañía japonesa traernos una nueva joya en un plazo de tiempo más corto.
Hecha esta aclaración, si hablamos estrictamente del factor sorpresa, sí que habría preferido una nueva entrega. Creo que Nintendo fue muy valiente en su momento, al crear un título como Breath of the Wild, rompiendo esquemas y dando lugar a uno de esos juegos que pasarán a la historia. Romper con ciertos cánones le llevo al éxito… ¿por qué no volver a romperlos y dejar un poco de lado esa línea más continuista que supone un Breath of the Wild 2?
Tampoco pongo en duda la creatividad de Nintendo, sobre todo cuando el propio Aonuma reconoció que el origen de la secuela de Breath of the Wild surgió de la gran cantidad de nuevas ideas que querían incorporar con el desarrollo de los DLC’s. Están llenos de ideas sí… pero ideas que quieren incorporar a un mismo mundo. ¿Esto es malo? ¡Para nada! Millones de fans se volvieron locos con la simple idea de continuar echando horas a su Zelda favorito. ¿Es esto igual de sorprendente que una entrega 100% nueva? Para mí, no.
En cierta parte esperaba que Nintendo siguiese siendo valiente, que ese Zelda hubiera sido otro título que nos rompiera los esquemas una vez más, haciéndonos preguntar cómo funciona su nuevo mundo, qué nos deperará en él, cuál será su tónica, si la libertad en su desarrollo cambiará…etc. Y aunque con su secuela, nos hagamos un buen puñado de preguntas, el hecho de saber que sigue la línea de este juego, no me potencia tanto esa intriga.
Esperaba ese “salto extra” que pude notar en Ocarina of Time, en Wind Waker o en el propio Breath of the Wild. Algo que me hiciera volver a levantar los pies del suelo diciendo: “¿pero qué c**o?”. Espero que se entienda mi opinión, ya que estoy la mar de feliz con un nuevo título de Zelda, pero saber que es una secuela no me ha causado tanto impacto, simplemente.
Cuando la receta es buena, no hay por qué cambiarla
Por Carlos ☆
Si hay una franquicia que sabe reinventarse y que es sinónimo de excelencia en los videojuegos, esa no es otra que The Legend of Zelda, la cual ha pasado por toda clase de apartados artísticos y ha jugueteado, aunque siempre con maestría, con toda clase de conceptos que después han sido adoptados por la industria en su totalidad. Por eso, tengo la sensación de que aunque lo presentado en esta ocasión haya sido una secuela, seguirá siendo capaz de revolucionar tanto el mercado como los corazones de todos aquellos que la vayamos a jugar.
Al escribir estas líneas me viene a la cabeza el desarrollo de Majora’s Mask, que al principio iba a ser un juego totalmente diferente para acabar convirtiéndose en la secuela espiritual del que para muchos es el hermano mayor de las aventuras tridimensionales, Ocarina of Time; y es que aunque ambos juegos tengan una conexión argumental de uno respecto al otro, poco más que eso comparten en cuanto a temática y sentimientos que transmite a la hora de jugarlos.
Siento que con este nuevo título que se está cociendo va a ocurrir algo similar; probablemente volvamos a recorrer la misma Hyrule que ya vimos en su día con Breath of the Wild, pero siento que el sentimiento de la aventura será lo suficientemente distinto como para hacernos sentir que no solo estamos jugando a una mera secuela, sino a un juego digno de ser mencionado como título propio, con una personalidad única que aportará todo y más a la excelsa franquicia que compone la leyenda más mítica de los videojuegos en su totalidad.
Como bien dice el título de mi opinión, si la receta es buena, no hay por qué cambiarla, y aunque sí que me gustaría ver el siguiente paso en cuanto a universo en la franquicia, creo que antes es conveniente volver a visitar el contexto que nos dejó el título más reciente, no solo rico en contenido, sino con muchos más misterios pendientes de los que estoy seguro que no soy el único que arde en deseos de desvelar.