[Análisis] Warparty
Crazy Monkey Studios y Warcave han sumado al catálogo de Nintendo Switch un título de estrategia en tiempo real a la antigua usanza con Warparty. Ideas sólidas y premisas de ocupar un hueco importante dentro del género en la biblioteca de la híbrida. ¿Será Warparty un referente en el catálogo? Vamos a comprobarlo.
Tabla de contenidos:
De la vieja escuela
Lo primero que sentimos al jugar a Warparty es que estamos ante un RTS clásico que tiene unas bases fijadas claramente en los juegos que hicieron grande a un género hace décadas, cuando los Age of Empires o los Starcraft sumaron numerosos jugadores a finales de los 90 y principios del 2000.
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Creamos asentamientos, recogemos recursos en forma de carne y cristal de energía, ampliamos el número de miembros de nuestra tribu, construimos edificios y torres de defensa, espacios de curación… y, por supuesto, damos forma a un potente ejército con el que atacar a los enemigos y hacernos dueños del territorio en cuestión. Esta es básicamente la premisa de Warparty.
En este título, nos situamos en la era prehistórica, donde diferentes tribus o facciones pretenden hacerse con el dominio del Go’n, un gran poder que permite controlar recursos y cumplir con el cometido de cada una de ellas. Esto provoca que las tres principales facciones combatan por controlar dicho poder y, con ello, el mundo conocido.
Al hablar de las facciones, encontramos tres grandes grupos:
- Salvajes: humanos que quieren vivir en armonía con las criaturas de la tierra expertos en la construcción.
- Necromas: buscan dominar la muerte y expandirla, con un ejército plagado de zombis.
- Vithara: tienen el poder de controlar a los dinosaurios y su misión es recuperar los instintos más primarios, despreciando a los humanos.
Todo esto nos sirve de contexto para plantarnos en sus diferentes modos de juego -de los que hablaremos más adelante- y disfrutar de un RTS a la antigua usanza. Porque, salvo estas pequeñas aportaciones, como el control de los dinosaurios, todo os sonará a esos clásicos surgidos a finales de los 90.
Multitud de opciones para la batalla
En Warparty contaremos con una amplia diversidad de modos de juego. Sin embargo, no todos poseen la calidad que cabría esperar de ellos.
En primer lugar, debemos mencionar el modo Campaña, donde podremos ponernos en la piel de cada tribu a lo largo de seis capítulos. En cualquiera de las tres opciones, la poca trama de la que disfrutaremos será muy similar, con la diferencia de buscar la victoria para la tribu seleccionada. Y es que la campaña se centra en mostrarnos más cómo jugar y en alzarse con la victoria en distintas batallas, sin mucho trasfondo en el argumento, lo que le resta bastante interés al modo Campaña.
Por otro lado, podemos realizar una Escaramuza. En este modo, simplemente disfrutaremos de una batalla individual contra la IA, donde podremos ajustar diferentes parámetros, como el nivel de dificultad del rival, escenario, objetivo final, número de miembros con los que empezamos…etc.
También dispondremos de un modo Tutorial, en el que pondremos en práctica los controles más básicos, y un modo Supervivencia, en el que, como su propio nombre indica, debemos mostrar nuestras dotes para resistir a grandes cantidades de enemigos.
Eso si hablamos de los modos para un jugador, pero también disponemos de multijugador. En este caso, se trata de la opción de jugar en línea contra otros usuarios, pudiendo añadir rivales de la IA. ¿Funciona bien? Sinceramente, no hemos podido probarlo, ya que durante varios intentos de conectar -en diferentes días de la semana y a diferentes horas del día- no hemos encontrado rivales para poder competir de forma online. Por lo que, al menos por el momento, Warparty no es precisamente un título que se deba adquirir por su modo online.
Además de estos modos, tenemos una curiosa Wikipedia, donde se nos comentan, a través de fichas, todos los detalles de las tribus y sus jefes.
¿Todo bajo control?
Si respondemos a esta pregunta, debemos decir que no. Y es que la jugabilidad llega a flaquear en ocasiones. Los RTS son especialmente conocidos por estar diseñados para PC y su manejo con ratón. Es cierto que, en diferentes casos, hay buenas adaptaciones a otro tipo de controles. Sin embargo, en Warparty para Nintendo Switch no es el caso. Se nota cierta brusquedad a la hora de dar órdenes y controlar grupos en diferentes puntos del mapeado con los mandos de la consola. En cierto punto, llegamos a acostumbrarnos, pero no es la misma sensación que manejarlo con un ratón de ordenador.
Por otro lado, también se siente que la IA está algo descompensada. Desesperante en ocasiones. Y es que, no importa en qué nivel juguemos -va desde Muy Fácil a Muy Difícil-, ya que tendremos la sensación que el enemigo lo hace todo antes, en menos tiempo y causando más daño. Podemos estar varios minutos reponiendo nuestro ejército, recogiendo recursos, armando nuestras defensas… y en ese tiempo, habremos recibido varios ataques con hordas incontables de enemigos a los que parece no costarles tanto reponerse de nuestros ataques.
Tampoco encontramos aportaciones reseñables en este título. Es muy probable que los fans del género no le encuentren demasiado atractivo tras las primeras partidas. Sin embargo, puede ser un buen punto de partida para los que quieran acercarse a los RTS.
La guerra que se ve y se siente
En el apartado audiovisual de Warparty nada destaca en especial. Los gráficos cumplen, sin más, dentro de lo que este género puede aportarnos. Los modelados, aunque simples, siguen una estética acorde a cada tribu. Sin embargo, el movimiento de la cámara, sobre todo cuando hay un mayor número de enemigos en pantalla, denota cierta caída de frames que, sin llegar a ser molesta, se percibe en ciertas ocasiones. Los escenarios, al igual que los modelados, cumplen sin destacar por nada en especial.
En el sonido ocurre exactamente lo mismo. Sonidos prehistóricos, algunas voces que en ocasiones llegan a cansar y música que pasará desapercibida. Las voces que escucharemos vendrán en un perfecto inglés, aunque tenemos la posibilidad de activar los textos en español.
La larga etapa prehistórica
Warparty puede proporcionaros un buen número de horas de juego. Solo la campaña os durará una media de 12 horas. Se trata de un dato orientativo, que dependerá del tiempo que tarde cada jugador en llevar a cabo sus estrategias en las diferentes misiones y en pasar la campaña con las tres facciones.
Además de esto, contamos con las Escaramuzas contra la IA, que aportarán un aliciente extra para continuar jugándolo.
A pesar de todo, el sabor que nos deja no es del todo bueno. Y es que la campaña podría incorporar una historia más trabajada o, como mínimo, algunas misiones más que nos den la sensación de profundizar en el juego. Por otro lado, el juego alargaría sus horas de entretenimiento si el online dispusiera de un mayor ritmo de usuarios contra los que batallar.
Conclusiones
Warparty es un RTS clásico al que le falta destacar en alguno de sus apartados. Su modo campaña nos deja fríos, y a pesar de contener una buena variedad de modos de juego, algunos no podemos llegar a disfrutarlos realmente, como su modo online con escasa afluencia de jugadores. No hay demasiados alicientes para hacerse con Warparty, salvo el hecho de poseer un juego de estrategia en tiempo real clásico en nuestra consola. Se encuentra disponible en la eShop de Nintendo Switch al precio de 24,99 €, para el que necesitaréis 2,8 GB de memoria.